-The Movement in Codes-

La banda de rock alternativo será telonera mañana en el Parque Viva.

The Movement in Codes está activo desde finales del 2004 y ahora tienen el honor de abrir el primer chivo de Faith No More en Costa Rica. Para celebrar esta acertada decisión, aquí hay 5 razones de por qué la banda es la ideal para ocupar ese espacio en tan importante concierto.

1. Trayectoria

Con 3 álbumes de estudio bajo la manga, The Movement in Codes se ha ganado un lugar privilegiado como uno de los grupos más prominentes dentro de la escena de rock alternativo, labrando un terreno que fue poco explorado por mucho tiempo en Costa Rica e inspirando el nacimiento de muchas otras agrupaciones dentro de ese mismo género.

La música del grupo ha sido reseñada por Rolling Stone Latinoamérica y se ha esparcido a través de radios de todo el contintente, llegando así a tener un impacto considerable no sólo en Costa Rica, sino a lo largo de la región.

Su más reciente disco "One More Day" consolidó su carrera con 10 temas sólidos que exploran algunos de los sonidos más pesados que ha alcanzado el grupo hasta ahora, así como temas más acústicos y emocionales. El sencillo Open Sky sin duda resalta dentro del disco y el video que lo acompaña es prueba de ello con sus más de 86 mil reproducciones en youtube.



2. Pasión y calidad en vivo

A pesar de haber cambiado de bajista varias veces, Movement siempre se ha destacado por ser un grupo sumamente tallado en vivo, entregando siempre al público presentaciones explosivas donde el impetú con que cada integrante toca su instrumento es palpable y transmite al público una energía poderosa.



3. Marcos Monnerat y su aporte a la escena

El líder del grupo Marcos Monnerat, es todo un ícono de la producción de rock alternativo en el país. Durante la pasada década el guitarrista, cantante e ingeniero de sonido ha grabado discos a más de 150 bandas diferentes (desde bandas como Colémesis, hasta Alphabetics, La Versión Extendida de las Cosas y Overseas) en su estudio, dando un aporte invaluable a la escena y estimulando el crecimiento del punk y el metal, al tiempo que desarrolló un sonido particular.



4. Afinidad Musical

A pesar de no ser una influencia directa en su estilo, musicalmente The Movement in Codes es una buena elección para abrirle a Faith No More tomando en cuenta su sonido distorsionado y la potencia de sus canciones.

En una entrevista con La Nación, Monnerat inclusive reveló que el disco "The Real Thing" de Faith No More fue uno de los primeros que compró y admitió además sentir una fuerte admiración por el líder del grupo Mike Patton, de quien aprendieron a no tener miedo y salirse de su zona de confort a la hora de componer.

5. Una banda alternativa en el Parque Viva

El anfiteatro del Parque Viva es probablemente uno de los mejores espacios para tocar que existen en el país, gracias al monstruoso equipo de sonido con el que cuenta y su capacidad para 16 mil personas.

A pesar de ser un sitio de ensueño para que las bandas se presenten, son pocas en realidad las que hasta ahora han podido hacerlo y es genial que el lugar reciba ahora a un grupo como The Movement in Codes, que a pesar de ser considerado underground por muchos, tiene una carrera sumamente respetable que los respalda.

Sabemos que el grupo dará una presentación de calidad en par con lo que harán Patton y compañía y a lo mejor esto abra la puerta para que más grupos de rock alternativo puedan aparecer en la tarima de La Guácima.

Si por alguna razón te has perdido de la música de The Movement in Codes, echate toda su discografía a través de Spotify a continuación. - Suena CR

Después de 10 años de carrera, la banda costarricense de rock alternativo The Movement in Codes tocará por primera vez fuera del país esta semana, durante una corta gira que realizará en varios recintos de California, Estados Unidos.

Según informó el representante del cuarteto, Carlos Solano, Movement tendrá conciertos el miércoles 30 de julio y los días 1.°, 3 y 8 de agosto, en recintos como Club Moscow, The Crest y Loaded, en los cuales compartirá con grupos locales.

Una de las bandas con las que tocará varias fechas es New Born Autority, cuyo cantante –Julián González– es un músico tico radicado en Califonia, quien en abril lanzó el primer disco de su grupo.

“Es un gran paso para la banda, ya que de esta manera estarán introduciendo talento nacional en el estado de California, cuyo lugar es musicalmente muy respetado. Por ende, estamos muy emocionados por la gira”, comentó Solano.

The Movement in Codes viajará al norte esta semana y estará de regreso en Costa Rica el 10 de agosto. Según su página de Facebook, luego de la gira celebrarán en Costa Rica la presentación en vivo del disco One More Day , su más reciente producción discográfica, lanzada a finales de mayo.

One More Day es el tercer álbum en estudio de la banda, la cual debutó en el 2005 con un disco corto llamado The Movement in Codes , sucedido por el de larga duración The Art of Falling Down , del 2011.

El grupo se formó en el 2004, liderado por Marcos Monnerat, quien en ese momento era guitarrista dela difunta banda Nada y daba sus primeros pasos como ingeniero de sonido y productor musical.

Actualmente, la alineación la completan el guitarrista Miguel García, el bajista Felipe Ureña y el baterista Diego Rojas, con Monnerat como guitarrista y cantante. - La Nacion

A comienzos de los años 90, el músico Marcos Monnerat –cantante y guitarrista de la banda costarricense The Movement in Codes– compró su primer disco compacto: Ritual de lo habitual (1990) de Jane’s Addiction.

Quienes recuerden ese disco también recordarán que las ilustraciones de la portada eran algo sugestivas y pornográficas. Por eso, Monnerat también compró The Real Thing (1989), de Faith No More, para ponerlo encima del de Jane’s Addiction y evitar regaños maternales.

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Un cuarto de siglo después, The Movement in Codes será el grupo telonero del concierto de Faith No More en Costa Rica, el martes 15 de setiembre, en Parque Viva, ubicado en Alajuela.

Faith No More lanzó en mayo su sétimo álbum, 'Sol Invictus'.
Faith No More lanzó en mayo su sétimo álbum, 'Sol Invictus'. (DUSTIN RABIN/MOVE CONCERTS PARA LN.) ampliar
¡Rifa de entradas! Ingrese al perfil de Facebook en Viva y comparta este artículo comentando cuál canción –aparte de 'Epic'– es indispensable en el repertorio de Faith No More. Podrá ganarse una de cuatro entradas dobles al concierto.
La información la confirmó la productora Move Concerts a La Nación ayer, a menos de una semana de que la banda estadounidense debute en el país.

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Si bien Monnerat titubea al pensar en Faith No More como influencia directa en el sonido de Movement, sí reconoce que la actitud desenfadada del grupo al componer todo tipo de música le parece respetable.

“Uno aprende de ellos a no tener miedo y salirse de la zona de confort”, dijo el artista, quien también aprovechó para señalar que su músico favorito de Faith No More es Mike Patton, uno de los cantantes de rock más versátiles y respetados de la historia.

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The Movement in Codes llegará al Parque Viva con su tercer disco, One More Day, bajo la manga. El álbum se publicó a mediados del 2014 y del mismo se desprende el sencillo Open Sky, cuyo video ha sido reproducido 85.000 veces en el portal web YouTube.

Para el concierto de Faith No More aún hay boletos. Las entradas se adquieren en el sitio web www.eticket.cr, al centro de llamadas del número telefónico 2295-9400 y en los puestos de venta de Servimás. - La Nacion

Desde el 2002, el músico, e ingeniero de sonido Marcos Monnerat ha grabado a más de 150 bandas locales, y la calidad de su trabajo lo ha hecho un ilustre de la escena.

El caos que circunda el estudio de grabación de Marcos Monnerat es de admirar: colillas de cigarro en el suelo, refrescos y cerveza por doquier, cables allá y acá, el respaldar de una silla sin silla, micrófonos, tubos, revistas, sillones. No es un estudio lujoso, pero el orden de su desorden exhala el sentimiento de libertad y autonomía que muchos grupos de rock buscan a la hora de grabar.

Empero, esa no es la principal razón por la que en los últimos 12 años más de 150 bandas se han decidido a trabajar con el ingeniero de sonido, músico y productor; las razones son la calidad de su registro, lo asequible de su trabajo y la familiaridad implícita de un nombre que –si no es el más– es uno de los más prolíficos escultores del rock costarricense del siglo XXI.

Cientos de producciones han salido al mercado con su nombre –a veces mal escrito– en los créditos, y dada la naturaleza de su cuerpo de trabajo es comúnmente asociado con la grabación de la mayoría de discos de punk y metal que se han hecho en el país en la última década, aunque él no tiene problema en acercarse a otros géneros.

Cual magnate de la escena musical local, Marcos Monnerat ha logrado mantenerse a flote en un gremio que normalmente no da para comer, cumpliendo así su profecía adolescente de que no quería ser visto en traje y corbata de lunes a viernes durante el resto de su vida.

Círculos. El peregrinaje fue característico en su vida cuando joven; nació en Washington, Estados Unidos, hijo de una pareja que se conoció en Londres y que, a sus cinco años, se fue a vivir a Brasil, para luego llegar a Costa Rica, cuando él tenía diez años.

En el colegio mantuvo un grupo de amigos que algún día pasaron de patinar siempre a tocar música, y con quienes formó Pride Dance, su primera banda, en la vena del rock alternativo, su santo grial musical desde la juventud.

Uno de esos amigos recibió como regalo de su padre un equipo de grabación de ocho canales, el cual le abrió nuevos horizontes a Monnerat. Él experimentó con sus amigos el arte de la grabación, con amplificadores casi de juguete y percusiones con un redoblante, un palo de escoba y una pandereta.

“Ahí me nació la vara de qué cool que es grabar música”, recordó. Tras salir del colegio realizó un curso de ingeniería de grabación en Los Ángeles, California. “No aprendí nada de lo que uno necesita para hacer una buena grabación, pero sí aprendí todo lo que uno puede decir para que la gente piense que uno sabe de lo que habla. Es decir, aprendí cómo funcionaba un micrófono, pero no cómo usarlo”, dijo.

En el 2002, trabajaba como diseñador gráfico cuando formó la banda Nada. Por otro lado, una novia lo había cortado y, en cuestión de dos semanas, toda su familia se fue a vivir a otros países.

Se quedó solo en Costa Rica y cambió el diseño –que hacía de forma “mediocre”, dice– por la grabación, jurándose capaz de sobresalir y con ganas de probarle al mundo (y a su ex) que no iba a ser un perdedor idealista que hacía poco o nada para perseguir sus intereses.

Hace memoria: “Lo primero que grabé fue la canción Contraproducente de Nada, con una batería electrónica y un amplificador muy pequeño, a finales del 2002. Todo lo hice mal, como no se debería hacer, y salió bastante bien. Lo tomé como una señal. Después grabé una canción de Osho y también salió medio bien, y de ahí ya me mandé”.

Ímpetu. Tres estudios ha tenido Monnerat en estos 12 años; antes se llamaba La Alternativa, pero desde hace unos años los músicos se refieren a sus oficinas tan solo con frases como “donde Marcos”.

Con el tiempo ha aprendido a usar el estudio como un instrumento más, en aras de que los músicos con los que trabaja suenen lo mejor que les sea posible en las grabaciones, aunque hubo algunos grupos a los cuales tuvo que recomendarles algunos cambios o decirles que prefiere no grabarlos.

“El estudio de grabación es una herramienta importante. Es como un fotógrafo, que tiene que saber las mañas para que las fotos siempre se vean bien”, comentó.

Sus exigencias no solo las dirige a los demás: es mucho más rígido al evaluar su propio trabajo. “No importa lo que grabe, a la hora de entregarlo me suena horrible y lo considero como un fracaso total. Es hasta que pasan unos meses que puedo decir que me quedó bien... Esto es lo único en mi vida en lo que soy perfeccionista”, manifestó.

Hace unos meses lanzó One More Day, tercer disco de su banda, The Movement in Codes, cuya discografía ha estado en sus manos. Cuando volvió a escuchar el disco, notó errores en todas las canciones. “Creo que siempre va a ser así, y si no sintiera eso, tal vez le quitaría un poco la gracia al trabajo; si fuera como ‘mae, esta vara es fácil’”, dijo.

“Para mí, la mayoría de las veces grabar no es muy divertido. Es un dolor”. ¿Por qué lo hace? “Creo que tengo el tipo de personalidad que, digamos, a usted le cuadra una muchacha y le dice, y la mae le dice que usted no le cuadra, y a uno le dan más ganas de llegarle y de seguir hasta que lo logre, solo que con las mujeres no funciona tanto.

”Soy músico; yo entiendo cómo debería funcionar todo y si no obtengo los resultados que quiero, me frustro mucho y me dan más ganas de seguir hasta que suene rajado. Creo que esa es la razón por la cual sigo. No ando por ahí diciendo que soy ingeniero de sonido o que tengo un estudio, no promociono el estudio, y nada más ha habido un flujo constante de grupos siempre. Llevo doce años así, y sinceramente lo hago solo por mí y tal vez por The Movement in Codes, para que tengamos la opción de grabar cuando queremos”.

Además, cada año que ha pasado desde que se aventuró a esta profesión le ha mostrado mayores cantidades de talento fresco en el país, y aunque no lo afirma tal cual, está claro que le interesa formar parte de eso aportando su trabajo.

“Me estoy dando cuenta hasta ahora de que Costa Rica tiene algo especial en la forma de ser de la gente y lo abiertos y perceptibles que son con las cosas de afuera. Siento que estamos agarrando varas de afuera y haciéndolas a nuestra manera, y que está a punto de reventar. Ahora hasta los grupos malos son buenos; los grupos que no me gustan yo digo ‘son buenos’”, afirmó.

Podemos pasar todo el día rebuscando más motivos por los que Marcos no dejará de grabar pronto, pero todo nos va a llevar al momento en el que tuvo una revelación, a los 16 años: “Supe, desde entonces, que no quería ponerme un saco o tener un carro lujoso, sino nada más hacer lo que estoy haciendo ahora, pero con un poco más de plata”. - La Nacion

Durante 13 días el rock costarricense tendrá como embajadores en México a los cuatro integrantes de la banda T he Movement in Codes.

La agrupación de rock alternativo hará un viaje a partir del 11 de noviembre a tierras aztecas donde se presentarán en diferentes actividades musicales, entre ellas el Festival Internacional Ajusco 2015 . Este es un encuentro cultural que abarca música, deporte, entretenimiento, gastronomía y otras diferentes expresiones artísticas.

Para esta, que es la cuarta edición del encuentro, están invitados actos de Italia, Chile, Canadá, Brasil, Argentina, República Dominicana, Perú, Estados Unidos y Costa Rica .

En Ajusco, The Movement in Codes tocará el 14 de noviembre y compartirá escenario con bandas, tanto de rock como también de pop y hip-hop.

ADEMÁS : The Movement in Codes calentó el escenario del Parque Viva previo al concierto de Faith No More

“Es la primera vez que vamos a México. Lo de Ajusco se dio porque enviamos la solicitud para participar y recibimos la invitación pocos días después de haber aplicado; los demás conciertos se han organizado por diferentes contactos que tenemos allá”, explicó Marcos Monnerat, vocalista y guitarrista de la agrupación que en setiembre fue la telonera del concierto de Faith No More en el país.

De acuerdo con el artista, la exploración de nuevos rumbos y diferentes públicos es la motivación para que The Movement in Codes busque este tipo de participaciones en el exterior.

“Queremos ser una buena representación de la música nacional y que a la gente le guste nuestro trabajo; para eso preparamos un repertorio con algunas canciones de los discos anteriores, tocaremos un par de covers y también vamos a estrenar un tema que estará en nuestro próximo álbum”, explicó Monnerat .

Precisamente, ese nuevo material discográfico lo trabajará la banda cuando regrese de México. El disco será de interpretaciones de temas de artistas como Madonna, Nine Inch Nails, The Cure y No Doubt.

Esta producción se estrenará a principios de diciembre y para festejarlo The Movement in Codes realizará un concierto de lanzamiento en San José. - La Nacion

Desde hace buen tiempo el grupo de rock nacional The Movement in Codes ha mostrado una afición particular por reinterpretar canciones.

Más allá de los típicos covers , las interpretaciones de piezas como Mr. Brightside , de The Killers, y Lovesong , de The Cure, se volvieron favoritas infaltables en sus conciertos. Con el lanzamiento del nuevo EP del grupo, titulado Grand Larceny , estas versiones se volverán parte del legado de la banda y de sus grabaciones oficiales.

Este EP contendrá siete piezas elegidas por los cuatro miembros del grupo, en las que se buscó composiciones conocidas que pudieran tener un resultado atractivo y divertido.

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Tal es el caso de Material Girl , de Madonna, pieza que fue lanzada como primer sencillo de esta producción. En esta versión, el cantante y guitarrista Marcos Monnerat, cuenta con su voz ronca y masculina sus desventuras como una chica material, con un resultado irónico y cómico.

El humor también está presente en la portada del EP , en la cual aparece una caricatura de los cuatro integrantes vistiéndose como íconos de distintas tribus urbanas. El título de la producción, Grand Larceny, es el término que recibe en inglés el delito de tomar la propiedad ajena.

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Junto a las canciones de The Killers y The Cure, se espera que el grupo toque su versión de Material Girl , además de música de los grupos No Doubt, The Romantics y una sorpresa para los fans de Star Wars .

Presentación. El EP será presentado esta noche en el Hoxton Pub –50 este de la Subarú en Los Yoses–, donde el grupo tocará todas las piezas del disco y otras originales, según lo confirmó el mánager de la banda, Carlos Solano.

Se esperan temas originales como Ricochet, Trouble in Legoland y Open Sky .

Como teloneras, se presentarán las bandas nacionales de punk Carousel y Overseas, que también presentarán reversiones. Ambas bandas escogerán dos canciones de The Movement in Codes y las interpretarán en sus respectivos repertorios.

El grupo informó que el concierto empezará a las 9 p. m. El costo de la entrada será de ¢4.000. - La Nacion