CHARLES KING
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CHARLES KING

Bogotá, Bogota D.C., Colombia | Established. Jan 01, 2014 | INDIE

Bogotá, Bogota D.C., Colombia | INDIE
Established on Jan, 2014
Band Latin Traditional

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Music

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"La rebelión del rey"

“El palenquero fino” ha revolucionado el mundo de la música cartagenera imponiendo con su voz y su baile la mejor radiografía social de lo que se vive afuera de las murallas: la champeta.

Charles King aprendió a cantar en la oscuridad.

En San Basilio de Palenque, un pueblo de noches sin luz, no tuvo más remedio que soltar la voz y cantar. Primero surgió El velorio de Ever, una especie de lumbalú del que no guarda recuerdos y, luego, cientos de historias improvisadas destinadas a existir una sola noche. “Hubiera querido escribirlas, pero no sabía cómo hacerlo”, expresa con un hilo de voz dulce y acompasado.

Charles nació en Concepción Palacio, Venezuela, el 3 de diciembre de 1966 y arribó a San Basilio de Palenque el 21 de enero de 1967 cuando su madre lo entregó a Celestina Hernández, su abuela paterna, para que lo criara. “Mis padres me abandonaron, pero mi abuela me enseñó a no tener resentimientos. Ella fue maravillosa, lo único negativo es que no sabía que el estudio era gratis”.

A los 14 años, cuando su abuela se trasladó a Chambacú –un asentamiento en los extramuros del centro histórico de Cartagena–, fue cuando pudo experimentar, por fin, la emoción de sentarse en un pupitre. Antes, solo había logrado aprender un poco de historia o matemáticas fisgoneando por las ventanas de las escuelas. Esos días se resumieron en tres rutinas: acompañar a Celestina a vender fruta en el barrio de Manga por las mañanas, ser cotero del Mercado Mayorista de Cartagena en la tarde, y estudiar en el colegio Simón Bolívar por las noches. Luego llegó el boxeo.

Inspirado por la historia de Pambelé, su coterráneo, comenzó a entrenar en un gimnasio al pie del cerro de la Popa donde peleaba todos los viernes con muchachos que compartían su sueño de fama y fortuna. “En una Copa Navidad, que era el único torneo que había, me gané una medalla de oro. Pero a la hora de la premiación se acabaron las medallas y me tocó conformarme con una de bronce. Eso fue todo lo que me dio el boxeo”, dice con una carcajada sonora.

Sin embargo, a los 16 años encontró una nueva motivación: el baile. Fue una bailarina de Son Palenque la que lo metió en el cuento. Charles, que había crecido con la música de los picós –discotecas ambulantes con potentes parlantes–, descubrió la sabrosura y la potencia de los ritmos africanos. “Nos dimos cuenta de que además de la salsa, el merengue y el vallenato se podían hacer otras cosas. Pero fue precisamente en los picós donde nació de manera despectiva el término ‘champeta’, que es un cuchillo que se usa para arreglar el pescado”. Y la champeta necesitó de un baile que entusiasmara al público. Así emergió la terapia criolla, un compendio de movimientos sensuales que para 1985 ya había pegado en toda la costa.

Ese año Charles King supo que lo suyo era el canto y se embarcó como corista en otro proyecto musical: Anne Swing. “Después pasé por otros grupos, pero fue allí donde comencé a componer, así que tenía un montón de canciones acumuladas cuando me lancé como solista en 1997. Los productores de los picós me pagaban $150.000 por canción grabada”.

Cronista de la champeta

En una casa verde y amarilla de San José de los Campanos (mejor conocido como San José de los Pantanos por sus continuas inundaciones) vive Charles King con su esposa y sus cinco hijos. “Soy profeta en mi tierra. A veces me siento como una reina de belleza –confiesa con una risa fugaz–, la gente me cuenta sus historias para que se conviertan en temas, pero también reclaman que no se puede decir nada delante de mí porque todo lo vuelvo canción”.

Sin embargo, han sido las caminatas que realiza a diario hasta el barrio Nariño y de allí a El Líbano,La Candelaria y La Esperanza, las que lo han inspirado para componer más de 200 temas, 30 de los cuales se han convertido en grandes éxitos. “Voy con mi otro yo, hablo por el camino y me pregunto por qué aquí no hay paz. A veces salgo con cuaderno o grabadora para registrar las estrofas que me van saliendo. Mi fuerte es lo social, la crónica”.

Su música no solo muestra una Cartagena pícara y sensual. También refleja una ciudad olvidada, repleta de artimañas políticas y desigualdades sociales. “Esta ciudad todavía vive bajo el estigma de la colonización, por eso no les gusta la champeta, porque dice la verdad”. En efecto, “El palenquero fino”, como lo conocen en su tierra, en el año 2000 se atrevió a narrar el detrás de cámaras de la visita de Bill Clinton a la ciudad: “Agobiados por la pena han maquillado a Cartagena. Cerraron el mercado para que el mundo no viera la cara amarga de Cartagena”; también describió la pobreza de sus hermanos: “No tuvo más remedio que volverse limosnera, perdió su pierna y su brazo. Ay qué trágico fracaso”. Habló de cocaína: “Bicarbonato, bicarbonato y haciendo muecas. Con la boca doblada y haciendo muecas”. Y del racismo: “El mundo no fuera bello sin sus múltiples colores, qué tal que solo fuera blanco, sería un mundo sin sabor”.

“El Rey” también denuncia esa Cartagena invisible: “La policía es muy despectiva con los afrocolombianos, nos dicen ‘negritos’, nos piden papeles sin ninguna razón. Con esos gestos se ve la discriminación que todavía existe aquí. El turista no la percibe porque se mantiene encerrado en las murallas y no se da el chance de conocer otra dimensión de esta ciudad, pero sueño con una Cartagena con más educación, una Cartagena equitativa”, afirma con cierta tristeza.

Por ahora, ha sido solo en sus letras en las que ha encontrado la libertad para expresar esa verdad que dice necesitar su pueblo. Con cientos de sencillos repartidos en numerosas compilaciones y con la convicción de que cada vez hay más gente interesada en sus canciones, el “Rey de la Champeta” está listo para lanzar su primer LP. Se trata de Champeta Fever, un álbum con trece temas producido por Richard Blair y Alejandro Zuleta.

Para Charles King es un nuevo comienzo, otra manera de seguir narrando con su música y su sabrosura la vida de una Cartagena menos maquillada y más real. “Podría describir mi música como revolucionaria. Eso es hablar de amor”.

Destacado:

“Agobiados por la pena han maquillado a Cartagena. Cerraron el mercado para que el mundo no viera la cara amarga de Cartagena”, escribió Charles King cuando Bill Clinton fue a Cartagena en el año 2000. - DINERS


"Charles King, un grupo "bacano" que sigue de moda"

La champeta nunca ha pasado de moda y si no que lo diga la agrupación Charles King, la más destacada del género y actores directos del gran auge que ha tenido este ritmo en el último año, el cual hasta inspiró la creación de una novela.

Este grupo originario de San Basilio de Palenque lleva más de 10 años de carrera, quizá su éxito más memorable sea 'El chocho', una canción que puso a bailar hasta el más rockero o apartado de los sonidos tropicales, con su mezcla pegajosa y letra en doble sentido.

Pero Charles King es más que un 'chocho' bonito y bacano, esa personalidad arrolladora, rumbera y bañada de talento, fue apreciada por la organización del Festival Estéreo Picnic 2014, que los invitó a hacer parte del cartel musical de esta edición que se celebrará del 3 al 5 de abril.

El grupo colombiano conformado por Luis James y Fraklin Montaño, habló con COLPRENSA sobre lo que significa esta oportunidad y todo lo que han trabajado este año para poner a la champeta en lo más alto del mercado.

- Podría decirse que la champeta ha vuelto a nacer en el último año, dentro de este gran auge ¿cuál es la propuesta de Charles King?
Luis: Nuestra propuesta siempre ha estado ahí presente, porque hemos sido el grupo base de la champeta, algo añejo. Nosotros somos muy frescos, pero traemos mucho calor a la vez, nuestra idea es poner a la gente a gozar, a bailar y a recordar todas esas canciones que han pegado, especialmente la de 'El chocho'.

- ¿Qué significa 'El Chocho' en sus vidas? ¿Pasará de moda? ¿Será que vuelve a sonar con fuerza?
Luis: Claro que sí (risas) es que 'El chocho' siempre ha estado de moda, a veces hay muchos eventos que hacemos y decimos “hoy no vamos a tocar 'El chocho'”, pero sin esa canción no hay fiesta, a nuestro público siempre les hace falta, no hay un día en que no nos lo pidan, entonces hay que complacerlos.
Franklin: La gente tiene que saber que Charles King siempre trabaja sus letras con doble sentido, 'El chocho' en la lengua bantú que es palenque, significa roto o hueco, entonces lo que queremos decir es mira tienes un roto en tu falda o pantalón, no vayan a tirar la mente para otro lado (risas).

- Luego de un par de canciones que pegaron fuertemente en las discotecas y radio, y que desembocaron la creación de una novela ¿dónde creen que se ubica el género en estos momentos?
Franklin: La champeta como todos sabemos ha resucitado, es como un ave fénix que ha llegado y estamos muy contentos de poder difundirla no solo en Colombia, sino en el mundo. Hemos llegado a México, Estados Unidos y hasta Alemania. Pero tenemos que decir que la champeta desde siempre ha existido y vamos a estar aquí para rato.

- ¿Cómo explicarle a la gente lo que es la champeta?
Franklin: En realidad la champeta es un cuchillo en nombre afrodescendiente, la gente tiene que saber que somos una fusión del baganga, esa música de nuestros ancestros africanos con los instrumentos modernos guitarras, batería y demás, a eso se suma el sabor Caribe que nosotros le ponemos, va en nuestras venas.

- ¿Qué significa para ustedes hacer parte de este cartel del Festival Estéreo Picnic 2014?
Luis: Significa mucho y aquí nosotros aportaremos todo lo que es Caribe, dentro de la diversidad de los grupos que van a venir. Estamos mostrando lo que es Colombia, precisamente este festival, aprovechando el auge que ha tenido la champeta en los últimos meses, quiso buscar a un grupo destacado del género y esos somos nosotros.

- ¿Qué verá la gente en el escenario Caracol, lugar donde ustedes se presentarán el último día de conciertos?
Franklin: Más que ver van a disfrutar 100% energía, imprimiremos nuestro color y Caribe colombiano, verán una puesta de escena impresionante con mucha variedad. Tenemos músicos de Bogotá, San Andrés, Santa Marta y Cartagena, por lo que podrán tener una fusión tremenda que se verá reflejada en nuestra música que trae mucho sabor.

- A parte de estarse preparando para el festival ¿en qué anda Charles King en estos momentos?
Franklin: Estamos en la promoción de este último disco titulado 'Cuando te fuiste', el cual hicimos con la ayuda de Richard Blair. Creo que dentro de un mes nos meteremos fuertemente con el lanzamiento de algunos temas. Nuestros fanáticos pueden disfrutar además de otros temas emblemáticos de Charles King como 'El martillo', 'El chocho' y 'El abogado corrupto', que en la costa fueron los más sonados.

- ¿Qué inspira a Charles King y cuál es el mensaje?
Luis: A nosotros nos inspiran las vivencias de cada uno, y no solo nuestras, sino las de cada barrio del Caribe. Queremos que la gente de afuera sepa cómo se vive en esta región del país y que se contagie de esa alegría.

- ¿Qué otros planes hay en mente para el grupo?
Franklin: El año pasado tuvimos una pequeña gira en Estados Unidos y este año estamos tratando de participar en algunos festivales mundiales. Queremos aprovechar el momento político que estamos atravesando, ha bajado mucho la cantidad de papeles que hay que presentar para una visa, lo que nos facilita nuestro deseo de expandirnos y llevar nuestra música a otros rincones del mundo. Ahora sí nos pusimos en forma a buscar en qué eventos podemos participar para difundir nuestros sonidos. - EL UNIVERSAL


"El rey de la champeta, Charles King, se toma Washington"

King llevará su champeta a un evento auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

Si a Charles King le preguntan en Washington qué es la champeta, él ya sabe cómo explicarles: "El blues es una champeta, es la misma música que llevamos en las venas (...). Yo le diría a un americano que es la revolución de la música afrosuramericana, esa identidad que nos fue negada desde el colonialismo".

El creador de ese éxito 'picotero' que fue El chocho estará el próximo 21 de junio con su banda Los Inteligentes en el escenario principal del festival Artomatic en la capital estadounidense. La invitación es una oportunidad que se ha ganado a pulso, saltando primero de la escena cartagenera de las 'picós' hasta Bogotá y, ahora, fuera del país.

El día en que le dieron la visa, hace un par de semanas, King llevaba una sonrisa de oreja a oreja. Es la primera vez que va a salir del país. De hecho, también es la primera en que tiene un pasaporte. No lo había necesitado en estos 25 años en los que se ha dedicado a cantar sin mayores pretensiones que contar historias de su pueblo. "Esta es otra barrera que brincar, y estoy feliz de poder mostrar allá una parte cultural de Colombia que no se conoce y que ha sido víctima de estigmatizaciones. (...) Voy a decirles 'aquí está la champeta, que ha hecho mucho por mi gente' ", afirma.

La música estuvo en la cabeza de Carlos Reyes (41 años) desde que nació, en San Basilio de Palenque, Bolívar: "Cuando era niño, no existía la luz, y la diversión de nosotros era cantar, porque casi todos los juegos que se hacen en el palenque tienen que ver con canto. Hacíamos rondas y cantábamos dándoles a latas y botellitas, nos divertíamos y pasábamos la noche hasta que nos mandaban a acostar", recuerda.

Poco faltó para que ese Charles King fuera el seudónimo de un pugilista: "Llegué a Cartagena de pelao e intenté ser boxeador porque esa era la forma de creer uno que podía salir de la miseria", dice recordar de aquellos años en los que, cuentan, lo patrocinaba la madre de Pambelé. Pero el palenquero nunca hizo una sola pelea oficial: a los 16 años, conoció al grupo Son Palenque y ahí se integró a la música.

Allí se encontró con otros cantores populares como Viviano Torres, Melchor el 'Cruel' y Kasimiro 'Kassiva' Valdez. En 1986, la participación con ellos en el Festival de Música del Caribe los puso en el radar: "Inauguramos esa edición y la prensa tituló en esos días 'El festival empezó con fiebre de 40 grados' ". A partir de ahí, escribieron la historia de la champeta criolla.

"Las cosas no eran tanto pensando en el éxito, sino en tener la oportunidad de disfrutar de toda la música -afirma el 'Palenquero fino'-, y habríamos ido al festival 20.000 años solo para ver a todos los grupos que llegaban, sin pensar en lo que íbamos a lograr hasta ahora (...). Luego empezaron a llegar a Cartagena los productores criollos y a grabar a la gente desde el 92 para acá".

King es un cronista de la ciudad real, sin moralismos, posturas políticamente correctas ni pelos en la lengua. Y tiene más de 200 canciones. Por eso, no es coincidencia que haya grabado una sobre la Cartagena sexual apenas meses antes de que estallara el escándalo del Servicio Secreto estadounidense: Gigoló cuenta la historia de un hombre que con algunas frases en inglés y francés va a las murallas de Cartagena y no falla en hacer 'levante'.

"No es que sea 'gigoló' / pero las viejas le pagan, / las canosas 100 por ciento y las más jóvenes la mitad", reza la letra.

"Es lo que se vive cotidianamente en el mundo -explica King-, es un tema que se ha visto siempre a través de las mujeres pero no de los hombres, y la canción me la cuestionaron porque 'cómo así que el hombre sea trabajador sexual', que no, que 'él lo hace por placer, pero le pagan' ".

Gigoló hace parte de un EP (compilación de sencillos) que King grabó en Bogotá este año, de la mano de un gigante: Richard Blair (Sidestepper, Totó la Momposina), en los estudios de Audiovisión. El 'Palenquero fino' se vino a la 'nevera' con Los Inteligentes, decidido a dejarse empapar por la visión del británico.

"El hombre (Blair) sabe mucho sobre lo que se maneja en el Caribe y conoce la influencia africana, que nutre todo lo que hacemos", cuenta el champetero. Grabaron todos los instrumentos en bloque: "Nos sentíamos como haciendo un concierto en vivo, y de ahí se logra captar la esencia real de lo que uno quiere".

Y esa intención quedó registrada en una grabación que rescata el sonido original de la champeta, cuya base es la guitarra, por encima de los sintetizadores y las percusiones programadas que se han hecho más populares en Cartagena, pero, según King, extravían el sentido caribeño.

"La champeta básica es el sonido que ha hecho bailar a muchísima gente (...). A la champeta que se está haciendo hoy la critican viejas y nuevas generaciones, la llaman 'ranchanchán', una cosa hecha a la ligera, más que todo algunos productores que reducen costos y le han quitado parte de esa esencia".

La champeta, marginal

Paradójicamente, King se presentará en Washington, pero no puede tocar en estos días en ningún 'picó' en Cartagena: aún está vigente una suspensión de dos meses debido a actos de violencia que ocurrieron alrededor de una fiesta.

"Creo que unos agentes de Policía fueron a apagar un 'picó' en un barrio, con excesiva fuerza, y la que iba a ser agredida ultimó (mató) a un agente, y eso fue motivo para suspender los bailes de 'picó', pero uno se pregunta, ¿hubo algún 'picó' sonando en el momento del atentado al exministro Londoño? ¿Hay que estigmatizar una cultura? Yo veo una especie de persecución, nos acusan de violentos", afirma.

Según King, en Cartagena intentan callarlos porque los 'picós' denuncian las problemáticas de la ciudad: "Algunos burgomaestres han estado tratando de acabarlos, porque son nuestra fuente de información".

Pero algo lo perturba especialmente del tema: "Cuando es tiempo de campaña política, la champeta es la música preferida por la gran mayoría de los políticos, porque nosotros les cantamos a todas las masas, y ahí sí nos buscan para grabar jingles, (...) para convencer a la gente para que los posesionen en los diferentes cargos públicos, pero son la misma gente que luego de que se posesiona quiere sacarnos de la vida útil de la ciudad".

Charles King va a seguir denunciando con sus letras, no solo cantando El chocho: "Han catalogado mis canciones con las que dicen la verdad. Eso es lo que la gente quiere recibir siempre, buenos mensajes".

Un largo camino

La champeta tiene su base en África

La champeta que se conoce en el Caribe es una derivación de ritmos como el 'soukous', la 'socca', el 'mbquanga' y el 'ju ju', que habrían llegado a Cartagena a finales de los años 60. Esta champeta, que extrae su nombre de un tipo de machete, encontró en el poder de los sistemas de sonido provenientes de Jamaica, conocidos aquí como 'picós', su principal vitrina. La explosión comercial del género fuera de Cartagena se dio en este siglo, con éxitos como 'La voladora' o 'Busco alguien que me quiera', y con artistas como El Sayayín o El Afinaíto.

CARLOS SOLANO
Cultura y Entretenimiento - EL TIEMPO


Discography

Still working on that hot first release.

Photos

Bio

One of the most popular artists of Colombia’s
Caribbean Region. Pioneer and Star of Champeta Music. King of the musical
genre. Born in San Basilio de Palenque. With a 25-year career reaching every
corner of the country, his music sounds all over Colombia and in different
places around the world. In 2013 he launched his album “Champeta fever”, one of
the 10 best albums of 2013 according to SEMANA and other publications, earning
important recognitions in press and musical listings with his song “Cuando te fuiste”
reaching No.1 in the Top 20 of Radio Nacional de Colombia, the largest station
network of the country. He won a SHOCK AWARD with EL FREAKY  for his song LA BARRACUDA in 2013. Song that
adds to the hits that have made him famous: "El Chocho", "El Martillo",
Bicarbonato" and "El Abogado Corrupto", among many others. In
2014 he has played in the International Music Festival of Cartagena, the
Cartagena Hay Festival, the Barranquilla Carnival and the Estéreo Picnic
Festival, among other places.