Charles Lavaigne
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Charles Lavaigne

Madrid, Madrid, Spain | Established. Jan 01, 2008 | SELF | AFTRA

Madrid, Madrid, Spain | SELF | AFTRA
Established on Jan, 2008
Band Alternative Singer/Songwriter

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"Conversaciones a la contra"

Carlos Castillo (República Dominicana, 42 años) se transformó en Charles Lavaigne por amor. Estaba a punto de dejarlo con una novia y decidió componer una cinta llena de canciones para expresarse. Él que había venido a España para estudiar cine, acabó grabando su primer disco (cuyo décimo aniversario se celebra este viernes con un concierto en la sala Juglar) con ese alter ego. Vendrían después otros cuatro, a cada cual más ecléctico e indescriptible: como influencias cita desde los franceses Magma (“un grupo de rock progresivo que inventó un idioma propio para cantar sus canciones”) hasta Caroline Polacheck (“es el último disco que me he comprado”). Nada es previsible en su música, que no tiene nada que ver con lo que los prejuicios indicarían que haría un dominicano, ni en su biografía, tan extraordinaria como su obra: “Acabo de estar en Macedonia porque mi cuñado, que vive en Dubai, tiene una casa allí, en las montañas”, dice como si fuese lo más normal del mundo.

¿Funcionó la cinta?
Pues ahora tenemos dos hijos. Yo creo que funcionó.

¿En qué marmita se cayó usted para que su gusto musical sea el que es?
Siempre fui un rarito. Ya en el colegio, cuando íbamos a fiestas de merengue era el típico que estaba pensando a quién iba a sacar a bailar cuando nadie lo pensaba. Sacabas a alguien y punto. Pero a mí lo que me gustaba era estar encerrado en mi habitación escuchando rock. Luego conocí a un cubano mayor que yo en una farmacia a la que iba a comprar una revista heavy que se llamaba Hit Parader. Era pianista y me enseñó a escuchar las canciones por partes: “Mira lo que hace este instrumento, mira este otro”. Me daba cintas y me decía: la semana que viene me lo devuelves. Yo me lo tomaba como si fueran mis deberes. Cuando volvía a casa allí estaban, con la radio comercial, escuchando a Luis Miguel.

Con lo eclécticos que son sus gustos es raro que no haya más bachata en los cinco discos que ha publicado… ¿Qué pasa ahí?
La bachata quizá me da más respeto porque es lo que forma parte de la tradición musical de mi país pero si todo sale según lo previsto mi próximo trabajo coqueteará con ella e incluso con el reaggeton, un estilo que ha venido para quedarse, aunque no me interese mucho.

¿Le da rabia que Colombia le haya robado el reaggeton a Dominicana?
Bueno la verdad es que eso no es del todo así. Bad Bunny es de Puerto Rico y es el gran rey de la escena… Aunque la verdad que no he escuchado lo último que ha hecho (risas).

Tokischa ha contado que Juan Luis Guerra ni siquiera la mira, porque la música de la calle le da vergüenza. ¿Le preocupa lo que piense de su trabajo?
Juan Luis Guerra es una persona importante para mí. Fue el primer concierto al que fui, con seis años, y todavía recuerdo hasta lo que llevaba puesto. Es cierto que él es quizá purista. Yo sé que le han pasado mi trabajo y me haría sentir muy orgulloso su aprobación. También me ha dicho que es muy importante no imponerle que escuche algo. Lo tiene que elegir él. Sobre Tokisha: no me interesa, pero tiene un par. Ole por ella.

Parece ser que su incapacidad para hacer un solo género no es buena para su éxito comercial…
Al parecer me afecta, sí, pero así es como sale. Soy incapaz de hacer otra cosa porque de lo contrario me aburro.

Su último trabajo, ‘La niebla’, nació durante la pandemia. ¿Le trae malos recuerdos?
Nació de un un período muy difícil para mí. Hacia finales de 2019 había tenido una depresión muy fuerte que me llevó a volver a Dominicana unos meses para intentar curarme. Cuando regresé nos encerraron y bueno, usé ese tiempo para componer, que es lo que de verdad me hace feliz. Pero en la desescalada vi que para grabarlo en serio había que lidiar con la gente, hacer salvoconductos para el estudio. Me peleé con el productor… Muy, muy complicado porque además estaba en un proceso con mi pareja para intentar tener hijos. Justo terminando de mezclar mi hermana me llama: que mi padre estaba en la UCI, que se desangra. Y conseguir sangre allí significa pagar mucho dinero. En fin, es un milagro que el disco se haya terminado y que mi padre se curara.

¿Y cura las depresiones República Dominicana?
Las cura, pero porque yo hice un proceso consciente allí. Desde hace mucho años estoy en una escuela filosófica que se llama el Cuarto Camino, que ayuda a buscar caminos creativos. La descubrí leyendo Relato de Belcebú a su nieto, de Gurdjieff, su fundador. Ocurrió hacia 2006, estaba pasando por otra crisis personal muy profunda y me ayudó. Fue precisamente su influencia, y no solo la cinta que le grabé a mi novia, lo que me llevó a ponerme a componer. Hay muchos músicos que están ahí metidos. King Crimson, Battiato y su centro de gravedad permanente, por ejemplo, están totalmente inspirados en Gurdjieff.

¿Se nota la influencia del Cuarto Camino en sus conciertos?
Pues eso dice, yo no sé. Tengo fans muy intensos. Algunos dan hasta un poco de miedo (risas). - Periódico El País


"Discomático Charles Lavaigne - La niebla"

Para los que aún nos vemos en la obligación de etiquetar la música, la escena de músicos que hay en la actualidad cada vez nos lo pone más difícil. Quizá la solución sería dejar de poner etiquetas a lo que escuchamos y, contarlo de otra manera menos gráfica.


O simplemente, reseñas con dos o tres palabras que rece esto: me gusta o no me gusta. Porque aquello de es bueno o es malo no casa, a cada uno lo gusta lo suyo. Pero mira por donde, cuando creíamos que al dominicano (afincado en Madrid) Charles Lavaigne no había como calificarlo, surge esto llamado crooner pop. Esta sería una manera, como otra cualquiera (quizá donde está más patente la acepción es en “Woman”), pues aquí hay texturas que provienen del folk, también hay alguna guitarra insolente (y bienvenida) como la presente en “Pristine” y, obviamente, esos sonidos latinos con los que creció.

Y como trasfondo, tiene un cierto aroma a la década de los ochenta. Como corresponde al título del disco, hay una bruma omnipresente que es lo que confiere al disco una personalidad propia. Los arreglos de “Waltzing The Tide” invitan a rescatar la manta, en la que es la canción más inspirada del disco (ecos del Rufus Wainwright más caleidoscópico) y en que destapa esa voz que le ha llevado a girar por medio mundo y a sumar con este, su quinto disco. Y como dice el dicho, no hay quinto malo; lo mejor de una situación puede ocurrir al final. Este de la Niebla sería un caso. - Ruta 66


"Charles Lavaigne: "La niebla" (2023)"

Nunca ha resultado sencillo seguirle la pista a Charles Lavaigne, y no tanto porque este dominicano afincado en Madrid ejerza de hombre escurridizo como porque su eclecticismo sonoro se aleja de cualquier compartimento convencional y dificulta las catalogaciones. La niebla no soluciona –ni falta que hace– la cuestión de la diversidad sonora, pero acentúa la necesidad de que nos pongamos al día con este personajazo casi siempre travieso y a menudo inabarcable. Y tan propenso a los devaneos tropicales y bailongos (cuidado con As I went out merrily: puede convertirse en una apuesta fija para tus saraos estivales) como a la melancolía atribulada de la espléndida La niebla, única incursión en castellano y presumible cicatriz para tantas heridas como nos ha dejado la pesadilla pandémica.



No nos importaría escuchar más veces a Lavaigne en lengua cervantina, más aún si con ese lamento nebuloso su timbre de voz nos trae a la memoria el de Txetxo Bengoetxea, de los inolvidables 21 Japonesas. Pero La niebla, el elepé, persigue (y consigue) convertirse en un catálogo caleidoscópico con las habilidades de su impredecible firmante, que tan pronto se consagra al pop psicodélico (A seed) como explora las posibilidades del falsete para un ejercicio de soul de nueva generación (Pristine) como aspira al inalcanzable cetro de Mark Hollis con Woman, un prodigio de pop solemne y catedralicio en la estela de Talk Talk.



¿Demasiados mimbres para un único cesto? Tal vez sí, en caso de que nos pongamos en la piel de algún jefe de ventas discográfico y nos compadezcamos ante sus sudores fríos: La niebla solo es catalogable bajo la etiqueta del buen gusto, pero carece intencionada y clamorosamente de una mínima unidad estilística y exige del oyente que abandone las ideas preconcebidas y se deje llevar por los insondables vericuetos de una mente inquieta. De ahí la escala en esa gloriosa eclosión ternaria con trasfondo camerístico de cuerdas que es Waltzing the tide, la balada con sintetizadores ostentosos que descubrimos con Light of the moon (¿pop sinfónico?) o los devaneos ochenteros de Somewhere, colofón para un disco de dimensiones clásicas (ocho cortes, algo menos de 40 minutos) y pretensiones desconcertantes, en la mejor acepción del término. Porque La niebla, quinto elepé ya de su firmante,nos cambia el paso sin sacarnos nunca de los senderos del pop sustancial, con poso y esencia. Aunque no nos lo ponga fácil, queda claro que a Lavaigne ya no le podemos perder de vista. - Un disco al día


"Entrevista a Charles Lavaigne"

Entrevistamos al ecléctico músico Charles Lavaigne con motivo de la salida de su quinto álbum de estudio, La Niebla. Dominicano afincado en Madrid, Charles nos habla de los caminos que convierten a una persona en músico, de las vicisitudes de grabar en pandemia y de la presentación de su nuevo disco que tendrá lugar el 14 de julio.

Charles, háblanos un poco de tu trayectoria musical. ¿Cómo y cuándo empezaste a ser músico?

Creo que el proyecto de Charles Lavaigne empieza de forma un poco accidental. Yo no tenía planeado hacer música pero quería hacerle un regalo a mi novia de entonces, y no tenía dinero. Decidí hacerle una cinta de casete con canciones con mi guitarra. Resultó que había muchas grabadoras en mi casa y empecé a experimentar con ellas. Eso no funcionó porque cada una iba a diferentes velocidades. Pero ya tenía la idea en mi cabeza y contacté con un antiguo compañero de piso, Jordi Torres, que había estudiado en Berklee.

¿En la prestigiosa escuela de música?

Exactamente. Le hablé de lo que quería hacer y él me dijo que me pasara por su casa, que tenía un pequeño estudio. Empecé a grabar unas partes guitarras, estrofas y estribillo. Después canté encima y él me dijo que ok, que ya estaba. Yo le dije “no no…es que yo quiero grabar nueve o diez canciones”. Después la sorpresa, él accedió. El segundo día le llevé una canción que acabo siendo “Let´s call it Love”, de mi primer disco. Estuvimos grabando más temas,,,y nos tiramos así unos meses.

Pero, ¿y el regalo?

La fecha del regalo había pasado, pero yo le prometí a mi novia que el regalo estaba en camino, que era una sorpresa. El resultado fue de nueve temas, y el feedback fue tremendo entre amigos y familiares. En esa demo había temas que salieron en mi primer disco, mi segundo y mi tercero. Mis amigos me animaron a dedicarme a esto más en serio.

Tu primer disco, “The Birdfish”, salió unos años después, ¿no?

Sí, yo había estudiado cine, y creía que me iba a dedicar a eso. Pero en una película metieron una canción mía, también participé en concursos de bandas, quedando bastante bien… así que pensé que quizás podía cambiar y empezar una carrera musical. Me alié con Alberto Santos Veloso, al que conocía de antes, y que hizo las funciones de productor a partir de ese momento. Jordi, el productor de la demo, siempre priorizaba grabar las canciones más serias y solemnes. Pero con Alberto grabé las canciones más pachangueras y más “de coña”, por así decirlo. Y nació “The Birdfish”.

Recuerdo cuando escuché música tuya por primera vez, y fue precisamente “The Birdfish”. Mi primera reacción fue de sorpresa, de pensar “¿de dónde ha salido este tipo?”. Después escuché tus otros discos hasta el relativamente exitoso “Zafa!”, de 2019. ¿Has evolucionado, en tus gustos y tu manera de componer, a lo largo de estos años?

Sin duda. “The Birdfish” y “Songs for Carlos Aguinaldo” se compusieron a la vez, de hecho son como las dos caras del mismo disco, siendo “Aguinaldo” la cara más seria. Para mi tercer disco, “Tales of Image and Imagination” grabé todos los temas que me quedaban. En ese momento hay una pausa, porque yo volví a vivir a República Dominicana. Aunque mi intención era quedarme allí acabé pasando solo una temporada… pero musicalmente fue muy importante porque entré en contacto con muchos músicos de allí, algo más caribeño, más roots. Allí estuve aprendiendo músicas propias de la República Dominicana, más allá de merengue, bachata y salsa. Estudié y jugué con armonías nuevas, di a conocer mi música en Dominicana, también viaje y toqué en Nueva York…Fue un tiempo muy productivo, pero acabé volviendo a España en 2016. Una vez en España, asimilé todos esos conceptos y experiencias y compuse Zafa!.

Hablemos de “La Niebla”. Tengo la sensación de que es un disco producto de la pandemia. ¿Cómo se compuso? ¿Y cómo se grabó después?

Yo tenía ya escritos un par de temas de la época de “Zafa!”, pero el disco se compuso mayormente en la pandemia. Coincidió además que descargué una aplicaciones de sintetizadores, y empecé a trabajar con eso. Sobre la canción “La Niebla”, fue la primera que empecé a componer durante el confinamiento y la última en estar lista. Al principio tenía una intro que quité, se volvió una canción mucho más solmene. Y los sintes fueron importantes, porque estuve probando varios diferentes.



Yo tengo que decir que los sintetizadores en “La Niebla” surtieron su efecto. Me parece una canción sobrecogedora desde el primer momento que la oí.

Gracias. La verdad es que mereció la pena ese trabajo. Es una canción extraña, emparentada con “Treehouse” de mi disco anterior, y con gran cantidad de música soul que estaba escuchando en aquel momento. Por entonces escuchaba Solange, Michael Kiwanuka…eso influyó, sin duda.
Otro factor que tengo que mencionar es el técnico. En aquella primera fase, trabajando solo, eramos yo , mis guitarras y mis equipos. Pues bueno resultó que cambié de ordenador e invertí un poco más en programas de edición musical, y el resultado es que las maquetas ya eran próximas a lo que yo quería, a lo que sería la versión definitiva.
En cuanto al concepto, para mí este es mi disco más pop, y he dado prioridad a melodías pegadizas, ya sean vocales o instrumentales (Charles tararea fragmentos de “As I went out merrily” y de “A Seed”).

Desde luego, son pegadizas. Y después de todo aquello, ¿cuándo se grabó el disco?

Se grabó en Diciembre de 2020, meses después del confinamiento. Y la verdad es que fue bastante accidentado.

¿Por qué?

Hay una cosa…yo creo que lo que más me gusta en el mundo es componer. Y durante la pandemia pude componer lo que yo quería con absoluto control. Parece que el control es algo que me gusta, pero la vida me enseña una y otra vez que muchas cosas no se pueden controlar. Vamos, que la vida es caos.

Suena a que tuviste problemas.

Dentro de aquel contexto de locura y paranoia, tras un año en que nos había pasado de todo, resultó ser una grabación muy difícil. Grabamos con Óscar Moreno, Ojo (técnico de sonido) en su estudio El Purgatorio. Me llevo muy bien con Ojo desde que grabó las cuerdas en “Zafa!”, somos muy amigos. Como productor escogí a Israel Marcos, que también había sido mi productor en “Zafa!”. Pero después de varias sesiones vimos que la cosa no estaba funcionando. Grabamos dos sesiones en Madrid y una en Barcelona, con mucha tensión y con mascarillas. En Barcelona grabábamos voces y se notaba que no estábamos bien, porque en la voz se refleja todo. Imagina que para dos temas de este disco acabé cogiendo las voces de la demo, las que yo grabé en casa.
Hubo problemas con Isra a mitad del proceso, antes de la mezcla. Hubo malentendidos y diferencias creativas y decidimos separarnos. Una pena, porque lo quiero mucho, pero esta vez no nos estábamos entendiendo.

Así que cambiaste de productor en medio del proceso.

Bueno, Ojo estaba haciendo de ingeniero de sonido y al final acabó produciendo el disco conmigo. Así que nos encargamos nosotros dos. Y tengo que decir que al final hubo algo de bonito en eso, porque yo creo que una grabación de un disco para mí es una relación de amor con mi productor, y con Ojo acabó siendo así.

Me alegra que llegara la cosa a buen puerto. Háblame de la portada del disco, que creo que es bastante enigmática.

El diseñador gráfico tuvo la idea de reflejar la niebla del televisor, y además él cree que yo soy un artista elusivo y “difícil de descifrar”. Tengo que decir que yo no lo veo así, pero bueno.

Otra cosa que te quería preguntar era por el idioma que eliges en cada canción. “La Niebla” es una magnífica canción, que da título al disco, y es la única en español de este nuevo lanzamiento. Algunas canciones muy notables en tu repertorio, como “Margarita y el Volcán”, también son español, pero son minoría. ¿Eliges de antemano si una canción va a ser en español o en inglés, o sale de manera natural?

Natural desde el principio. Si una canción está concebida de una manera determinada, eso incluye el idioma, la propia canción me lo indica. A mí me cuesta menos escribir una letra en inglés, porque he escuchado más música en ese idioma, y porque creo que escribir una letra en español es más difícil.

Pienso lo mismo.

No sé si son la métrica, las consonantes, no sé… Mira, el otro día escuché la primera demo de “La Niebla” y tarareo algunas partes en inglés, aunque yo sabía que iba a ser en español. Pero en cualquier caso, el idioma se sabe desde el principio, y si se tiene que escribir en español, en español será.

Vale, cuéntanos cuándo vas a presentar oficialmente el disco en directo.

Quiero hacer una presentación oficial en otoño, octubre o noviembre. Pero lo más cercano es una fiesta de presentación el 14 de julio. Se hará en el centro cultural La Parcería, habrá un mini concierto y proyectaremos los vídeos que hemos hecho hasta ahora del disco. Será una buena manera de entrar en contacto con este disco. - El enano rabioso


"Reseña | Charles Lavaigne: The Birdfish"

El Freak Folk es un sub-género del folk que surgió a finales de los años sesentas en Estados Unidos, que no solo utiliza la instrumentación principalmente acústica, sino que introduce elementos de la música avant-garde, pop barroco y folk psicodélico, a menudo con sonidos poco comunes, temas líricos y estilos vocales. Hace pocos años el Freak Folk volvió a ser tendencia dentro de la escena independiente. Dentro de los artistas representantes de este genero encontramos a artistas como Devendra Banhart, CocoRosie, Akron/Family, Neutral Milk Hotel, Grizzly Bear entre otros.

La primera vez que escuché a Charles Lavaigne la palabra Freak Folk fue lo primero que me llegó a la cabeza, y es que este dominicano quien radica en Madrid ha creado un estilo difícil de encasillar. Carlos Castillo se trasforma en Charles Lavaigne y la locura se convierte en parte de este proyecto. Hace un tiempo hablamos de aquel EP “Margarita y El Volcán” (para nosotros una súper producción completa), y con el correr del tiempo Lavaigne nos ha mostrado una serie de sencillos, cada vez dándonos ganas de ver su primer álbum por completo.

Siempre que nos llega material de artistas como este señor, la atención se vuelca a qué tanto puede superar su trabajo anterior. Pero a la primera escuchada, ya uno sabe que no puede comparar estilos, temáticas, sonidos, etc. En “The Birdfish” lleva el folk a otro nivel, aderezando todo el disco con sonidos propios de esa cultura adquirida, ya sea por gusto propio o por influencia directa de su entorno. Resulta divertido escucharle intercambiar el español con el inglés tan animadamente.

“The Birdfish” es toda una obra de arte. Desde el inicio tenemos la presentación de lo que escucharemos al correr esta producción y nos abrochamos los cinturones, porque los viajes con Charles Lavaigne nunca son sobrios. La montaña rusa de emociones se hace evidente, por ejemplo, en la transición de “Death” a “El Cholo and Me“, como quien cambia de estación mientra escucha la radio, y nos da ganas de levantar los brazos, saltar y cantar en los últimos segundos con los sonidos de sirenas, guitarras y saxofones. Otra de las grande muestras de ese toque freak del estilo de Lavaigne la encontramos en “Solo Solito”, para calmarnos un poco con “Looking At You” pero sin perder el humor y la simpatía que hace de esta canción una pieza disfrutable, y volvernos a subir las emociones con un tema bien funky: “Champis/Buddies/Momma you got to move” .

Para confirmar su “dominicanidad” Charles nos presenta a “The Endless Traveller Song”, siguiendo la tendencia de mezclar géneros dominicanos con otros sonidos, como esta donde las guitarras eléctricas distorsionadas, las baterías programadas, el saxofón, y los teclados crear una especie de merengue adaptado a su estilo. Estas percusiones estuvieron a cargo de Boli Lingopoff (Rita Indiana y Los Misterios, AuroyClemt) y su padre.

“Lets Call It Love“ había sido mostrada anteriormente en Margarita y el Volcán al mismo tiempo fue unos de los sencillos dobles lanzados, el mejor ejemplo para incluirlo como uno de los principales representante del Freak Folk en estos tiempos. Es magistral como cambia de idioma, como puede ser tan directo y como nos inyecta de esa psicodelia en los nuevos tiempos. Para cerrar The Birdfish, Two Rivers lo hace de manera sencilla, una poesía hecha canción donde el ultimo verso es la pieza clave para terminar.

Lavaigne es como el tío loco y simpático de la familia que te lleva de paseo cada sábado a fin de mes si te portas bien en la escuela. Y sí,”The Birdfish” es ese recorrido que haces en un parque de diversiones o el zoológico. Y eso queda evidenciado en cada track, donde inicias algo lento y luego se ve mucho más acelerado. - La Casetera


"Martes exquisito: Charles LaVaigne y Barzin en el Teatro del Arte SO SAD, SO SWEET"

Sentarse a hacer la crónica del concierto sin comenzar hablando de Charles LaVaigne, sería tan injusto como irresponsable ya que el bueno del dominicano se marcó un concierto breve pero cercano a una ejecución perfecta. Con un timbre de voz que oscila entre Antony Hegarty y el personaje interpretado por Oscar Isaac, su música te retrae a un viejo local de los 60, cuando el mundo quería ser cambiado y tenías mil canciones en la cabeza que pesaban más que cualquier miedo hacia el futuro.

Además, qué cojones, 'The Birdfish' es un discazo y se despidió de todos nosotros con una honestísima cover de 'Death'. Te lo dije a la salida, Charles, hablaríamos de ti como mereces, que el mundo es un lugar con mejores paisajes con músicos como tú. - Cultture.com


"Charles Lavaigne - "Songs of Carlos Aguinaldo" [Album Review]"

Singer/songwriter, Charles Lavaigne, is beyond any doubt, a global artist. He's from the Dominican Republic, resides in Spain, and plays/sings Rock, mostly in English. Charles usually garnishes his material with sonic elements taken from diverse cultural sources. His latest full-length offering, Songs of Carlos Aguinaldo, is a good example of such approach. However, the main driving forces behind this new material are the retro-sounds of classic English Rock (especially Led Zeppelin), and a certain alternative vibe from the '90s.

On Songs of Carlos Aguinaldo Lavaigne takes every opportunity available to introduce subtle elements from genres as contrasting as Psycheledia, Latin American music, Funk, Folk, Pop and much more. Just listen songs like the vibrant "Volvarella," the evocative "Twilight" or the Zeppelin/Pearl Jam-esque "The Hills" and you will immediately notice how rich in textures and styles the whole album is.

Charles' impassioned and unapologetic voice, his always reliable backing band and the intelligent musical arrangements of each song, also contribute the record's panache. Its overall length (about an hour-long) and level of sobriety are the only potential setbacks on this otherwise superbly-produced effort. Especially the latter, contrasts dramatically with the more high-spirited and "happy-go-lucky" character of his previous album, 2013's The Birdfish.

Despite that, Songs of Carlos Aguinaldo will grow on you with each listen. This is a very distinctive beast that loudly roars while also seductively whispers. No matter where you come from or what your native language, Charles Lavaigne will make you feel culturally and musically compelled... that's guaranteed. - Pure Grain Audio


"Reseña | Charles Lavaigne: Songs of Carlos Aguinaldo"

Cuando el año llega a su final, los medios como este tratan de brindar una lista de lo considerado “mejor” o “más sobresaliente” en todo el transcurso de estos doce meses, ¿pero qué sucede si hubo un álbum que pasó desapercibido? ¿Qué pasa con esas producciones que nadie escuchó, con esos álbumes de excelente producción que no llegaron a los oídos de nadie con un medio que lo hiciera popular? ¿Qué pasa si es tarde para añadirlo a cualquier top o listado? ¿Existe algún cielo para esas almas?

Charles Lavaigne, nuestro dominicano radicado en la Madre Patria: España, creador de aquel “EP”/Demo “Margarita y el Volcán”, quien también produjo uno de nuestros álbumes favoritos del 2013 The Birdfish, este año nos agarró de sorpresa con “Songs Of Carlos Aguinaldo”, una tercera producción que nos muestra un Lavaigne un poco diferente a lo que habíamos visto anteriormente con sus trabajos.

Songs of Carlos Aguinaldo es todo un desafío de parte de Charles Lavaigne, alejándose de aquel freak folk que nos enganchó, Carlos nos ofrece un álbum cargado de puro Rock en pleno 2014 y no solo eso, Carlos produjo un álbum de 14 temas nadando contra la corriente de lo “trendy “ y “lo que está a la moda”. Pero no nos confundamos, su rock es fino, sin caer en clichés y sin afianzarse en épocas pasadas para sonar menos moderno o más veterano. Aunque se les nota esas grandes influencias de nombres como Led Zeppelin, Pink Floyd, The Doors, Jethro Tull, Tool, Magma, King Crimson, entre muchas cosas, Charles Lavaigne crea un disco de rock épico a la altura de los nuevos tiempos.

Aunque Songs of Carlos Aguinaldo no posee la locura que nos brindó The Birdfish continua siendo muestra de la grandeza de Charles como músico y como cantante: su voz sigue siendo su mejor instrumento. Tenemos un álbum con un color sepia hermosísimo, sintiéndose en la nostalgia que se traducen en muchas de las canciones que lo compone, es como ese Charles escondido que aun no conocíamos, y es que a decir verdad Songs Of Carlos Aguinaldo es un viaje interesante a una dimensión que desconocíamos o tal vez esa faceta que siempre estuvo ahí y hoy nos damos cuenta.

Todo comienza con Wandering Song y para nuestra sorpresa (acotando lo que dije sobre la faceta de Lavaigne que siempre estuvo) tenemos una canción que ya habíamos escuchado, en aquel Margarita y el Volcán, esta vez la nueva versión suena a lo alto y se hace acompañar de lo que pudiera ser un lado B: “Wandering pt 2″. “Volvarella” es la carta de presentación de este álbum, en la misma se resume todo eso que hablamos de las influencias, el rock de Charles Lavaigne nos recuerda tantas cosas, pero al mismo tiempo nos presenta una excelente alternativa con su propio estilo. Hazel esa canción que va mas al folk que al rock; no creeríamos que nació en aquellos tiempos del “El Cholo and Me”. Toparse con la “Ledzeppeliana” The Captain Went Out To Lunch And The Sailors Took Over The Ship nos recuerda que Carlos Aguinaldo y Charles Lavaigne se parecen cada vez mas; otro ejemplo igual se siente en The Show, donde el juego de los géneros al correr la canción nos acuerda a aquella criatura mitad pez mitad ave… pero ya para cerrar (personalmente una de mis favoritas), en Wolf Behind The Door Charles se inclina un poco al “world music”, con ese saxofón que nos vuelve a seducir, los coros como cánticos africanos, los solos, otra vez el saxofón, la distorsiones, los gritos, y voilá, no necesitamos más al Birdfish para caer en su locura.

Con esta nueva propuesta Charles Lavaigne prepara el terreno para el futuro, considero que estamos preparado para lo que venga. Ahora pueden descargar “Songs Of Carlos Aguinaldo” a través de su Bandcamp y dejarse llevar. - La Casetera


"Reseña | Charles Lavaigne: Tales Of Image And Imagination"

A ver si recuerdo… escuché por primera vez a Charles Lavaigne en el 2011 por la recomendación de un amigo, y su primer material llevaba por título Margarita y el Volcán: era un EP lanzado en el 2009 (estaba compuesto por 9 canciones como los LP de hoy en día, aunque Carlos prefiere llamarlo demo). Con el tiempo quedé encantado, mientras Charles fue mostrando tres sencillos que pavimentaron el camino hacia The Birdfish (2013), el álbum que hizo que llevara a Lavaigne presente en todas mis conversaciones musicales. La edición en vinilo es una joya, no existe semana que no la ponga a sonar. Al pasar el verano del 2014, ya teníamos en las manos Songs Of Carlos Aguinaldo, una producción diferente a las otras pero con una calidad increíble. Y pensaba que ya lo había escuchado todo, pero al principio de este año nos toma por sorpresa y nos regala Tales Of Image & Imagination, su última producción de lo que llama “la trilogia española”, ya que decidió tomar sus cosas y volver a casa, una isla del Caribe en el mismo trayecto del sol.

Tales Of Image & Imagination es un trabajo maduro, una despedida sonora de una etapa que Charles Lavaigne simbolicamente cierra en esta producción. Se escucha más sólido que nunca, cada detalle es notable y cada sonido es claramente definido. La voz de Carlos es su mejor arma, sigue sin encasillarse y jugando con los sonidos que lo van influenciando en el camino.

En estos Cuentos todo comienza con Country Morning Song, abriendo este álbum con esa sensacion de nuevo amanecer. Luego nos encontramos con una nueva versión y muy diferente de Train to Toledo con una traducción sonora impecable de la tristeza; tiene un combo de cuerdas (guitarra y cello) muy bueno, una voz que implora desesperadamente “Take me home… take me home”, así entramos en la historia y sentimos esa nostalgia de volver a casa.

La culpable de que me haya enamorado de la música de Lavaigne, si hay algo a que culpar, es Margarita y el Volcán (la canción). Aparte de sus letras, las melodías nuevas son el transporte perfecto de esta mística canción que me eriza la piel. El viaje cambia de ritmo, es increíble el rango vocal de Charles en esta canción que ahora tiene nuevos colores. ¡Gracias, Carlos!

Luego de ese éxtasis sonoro Lavaigne sabe que no puede dejarlo caer. Survival tiene sonidos africanos mezclado con rock que ha descucbierto en sus últimas composiciones, muy bien recibidas las guitarras que van cambiando de ritmo, nos sumergimos es una especie de funk con distorsiones y coros que solidifican su estilo. Black Coffins pareciera alguna canción del Carlos Aguinaldo que se quedó por incluir, lleva ese rock que caracteriza su segundo álbum. Inicia inyectandole un poco de electrónica y un aire a “world music”. War, Within es otra de las joyas que hacen este Tales of… una experiencia musical grande.

Podemos consideral a The Fall como un interludio, pero llamarlo así pudiera ser una ofensa. Es una canción instrumental de poco más de tres minutos; es raro encontrarse con canciones sin letras en las producciones de Lavaigne, aunque esta tiene la peculiaridad de incluir su propia voz como un instrumento más. Como una curva oscura dentro del álbum, Into The Night baja las velocidades, tranquila como la noche misma, para luego pasar a la épica Insomnia, con cambios tan inesperados como cualquier canción de Nick Drake o Led Zeppelin, es una canción fuerte, de esas que puedes llevarte para siempre en tu cabeza.

Cerrando este Tales Of Image And Imagination, Charles Lavaigne nos hace una invitación (o no específicamente a nosotros, a alguien más) en Come Run Away With Me, My Love. A lo mejor es esa parte en la que nos enamora y nos habla de los cambios que le dará a a su vida, de marcharse de España y empezar un momento nuevo.

Tales of Image and Imagination es el cierre de una etapa en la vida personal de Carlos Castillo reflejada en los sonidos de Charles Lavaigne, al mismo tiempo es el inicio de un reto musical que nos llena de dudas y expectativas: ¿podrá conseguir en su nueva vida isleña eso que busca? ¿Tendremos cambios en su sonido? ¿Seguiremos encantados con sus letras y su voz? Son cosas que solo el tiempo dirá, y hasta ahora somos testigos a través de sus trabajos musicales de un artista local digno de que el mundo lo conozca. - La Casetera


"Barzin + Charles Lavaigne, Teatro del Arte, Madrid (22-04-2014)"

El dominicano afincado en Madrid Charles Lavaigne nos dio la sorpresa de la noche. Había escuchado algo de su música en su página de Bandcamp y lo cierto es que no me había hecho mucha gracia, y no me parecía a priori la mejor elección para abrir el concierto de Barzin en el Teatro Del Arte.

Apareció en escena guitarra eléctrica en mano acompañado de una chelista y un teclista. Y en cuanto abrió la boca nosotros tuvimos que cerrar las nuestras.
El trio desgranó un repertorio de canciones con raíces en el folk británico de los 60-70 con tal (aparente) facilidad y emoción que embelesó a los que habían decidido no perderse al “telonero”. No iba a quedarme con la duda: “Oye, no te ofendas pero… ¿porqué el disco no suena así”? No, no fui muy sutil cuando hablé con él después del concierto. Pero no solo no se ofendió si no que se explicó: “Tengo un repertorio muy ecléctico y he elegido los temas que creí encajarían mejor con lo que hace Barzin. Acabo de terminar mi segundo disco que suena muy “heavy”, la mayoría de los temas de hoy estarán en el tercero, ese es el que te gustará”.
A la espera de su tercer disco pues. - Indienauta


"Charles Lavaigne"

El de Santo Domingo afincado en Madrid está in crescendo, y de que manera. Con apenas unos años de trayectoria presenta su nuevo álbum, Songs of Carlos Aguinaldo, que trae una sensación del rock más puro de los 70’s. A diferencia de The Birdfish, su primer largo, según palabras del propio Lavainge, ahora encontramos un conjunto de temas en una trayectoria definida, con una dirección reconocible y con todo el empeño en hacer algo propio, bueno y personal.



Indagando en las entrañas de Songs of Carlos Aguinaldo hallamos temazos como Hazel. Hazel, por poner un ejemplo, es una de esas canciones que se antoja como un desgarro, un aullido que penetra en tu interior y sacude el saco de las emociones sin saber muy bien como reaccionar, a parte, eso sí, de la estupefacción. Pero no necesito que lo creas, es más os invito a sentir en vuestras propias carnes la sensación. Y es que el artista, que según sus palabras, crea música que le gusta y la comparte pues esta en un vehículo de emociones, no pretende irrumpir en casa de nadie sin antes preguntar. Así pues, tiene a disposición de cualquiera todos sus trabajos, mirad, es aquí: http://charleslavaigne.bandcamp.com/

La voz, las ganas y la pasión, la sinestesia de sonidos, colores y sentimientos se darán cita este 15 de octubre en la Sala El Sol de Madrid. Concierto en el que se verá acompañado de Dorian Wood. - Lados Magazine


Discography

The Birdfish (2013)

Songs of Carlos Aguinaldo (2014)

Tales of Image and Imagination (2015)

Zafa! (2019)

La Niebla (2023)

Photos

Bio

Charles Lavaigne is a singer songwriter from the Dominican Republic. His music is pretty diverse, passionate and fearless. You could say there is some folk and psychedelic rock, but there is also world music, flamenco, merengue, funk, ranchera or whatever depending on the song you hear. Some say his best weapon is his voice which has been described as compelling and intense.

He lives in Madrid where he has recorded five albums: "The Birdfish"(2013), "Songs of Carlos Aguinaldo"(2014), "Tales of image and imagination"(2015), "Zafa!" (2018) and "La Niebla" (2023). Each album being completely different from the last one. His records have been on the top 10 and top 5 local albums of the Dominican Republic by alternative music blog La Casetera.

A raw version of his song "Wandering song" from his second album has been featured in the award winning spanish film "Me Too"(2009). His song "Into the night" is also on award winning Spanish director Jaime Rosales film "Petra" (2015). Other songs have been on Dominican films "El hombre que cuida" and "The app" from directors Alejandro Andújar and Tabaré Blanchard.

His live shows range from crazy intense rock and pyschedelia to intimate acoustic folk or just a little bit of everything depending on the format hes working with.

Lavaigne has played in many venues in Spain, Morocco, Portugal, New York and Dominican Republic including music festival Festimad in Madrid and also in Estrella Galicia concert cicle of international artists as an opening act for canadian artist Barzin and LA songwriter Dorian Wood.

This is the way some people describe him:
"This is folk/rock as you remember it from the good old days: daring, ecclectic and powerful. Charles Lavaigne is a kind Dominican that turns into a beast on the stage. His passion is only matched by his skill and intuition; he sings and plays guitar like there's no tomorrow. All his songs are reminiscent of music that your brain identifies as "vaguely familiar" and "extremely good". He has no fear of mixing styles or letting a theme develop. A mind bending experience." - Germán Ponte, record producer.

"No matter where you come from or what your native language, Charles Lavaigne will make you feel culturally and musically compelled... that's guaranteed."- Pure Grain Audio



Band Members