DOS MAS UNO Trío
Gig Seeker Pro

DOS MAS UNO Trío

Buenos Aires, Buenos Aires F.D., Argentina | Established. Jan 01, 2013 | MAJOR

Buenos Aires, Buenos Aires F.D., Argentina | MAJOR
Established on Jan, 2013
Band World Folk

Calendar

Music

Press


"La gran promesa de la música popular"

Como si observara la secuencia, el retrato de Mercedes Sosa en sepia destila un aura protectora. Marcelo Dellamea entra solo y, bajo una luz suave, lo mira de reojo. Hay una silla dispuesta para él. Se sienta y empuña algo que le es propio: una guitarra. Suena una versión muy delicada de “La Pomeña”. Los punteos son suaves, exactamente elegidos. Ni el silencio se escucha en La Peña del Colorado. “Son momentos”, reduce él a la mínima expresión cuando, terminado el concierto, le toca hablar. Dellamea nació en Villa Los Lirios, un barrio de las afueras de Resistencia, Chaco, y tiene 19 años. Muchos dicen que está en ciernes una promesa para la música popular argentina. No es una afirmación descabellada. El primero en ponerle el ojo encima fue Luis Salinas. “Yo tenía 15 y nos conocimos en un asado que había hecho Coqui Ortiz. Estuvimos cuatro horas tocando, prendidos fuego. No podíamos parar”, evoca Dellamea. Salinas fue a más y lo invitó para la presentación del disco Muchas cosas, en el ND Ateneo, y el boca en boca hizo que Dellamea dejara de ser un diamante oculto. El segundo fue el Chango Spasiuk. Otro asado con zapada, pero en Puerto Tirol, hizo confluir al pibe con el misionero y la cosa terminó en Dellamea como guitarrista invitado de “Pynandi” y estable, hoy en día, en la banda que acompaña al Chango en sus vueltas por el globo. “Ya llevo dos Cosquín junto a él”, se enorgullece el changuito, espontáneo.

El concierto sigue con una mixtura de estilos cuyo paso a soporte físico se llama Calle 11, su disco debut recién lanzado, pero grabado cuando tenía 16 años. “Milongueado” es instrumental, climático. “Kilómetro 11”, festivo, de arenga. “Cuéntale de mí”, suyo en letra y música, abolerado y tristón, y “Para volver a soñar”, chamamé canción de Tito Gómez, contrastan con la impronta sosegada de “La mirada”, una zamba manoteada a la inspiración de Jorge Fandermole. “De chico escuchábamos sólo folklore tradicional, pero con los años fuimos conociendo la obra de Fandermole, del Negro Aguirre, de Aca Seca, y estuvimos muy metidos en esa onda, hasta que nos abrimos a la música de otros países: bossa nova, jazz, blues, flamenco. Empezamos a abrir mucho la cabeza y nos sirvió a la hora de tocar. De cada estilo sacamos algo que nos gusta, y tratamos de incorporarlo en la manera de tocar. Por eso, el disco es muy abierto”, describe, consumado el recital.

El verbo en plural obedece a la presencia de su hermano Hugo, una especie de alter ego mayor, con el que Marcelo aprendió a tocar y con quien comparte escenarios. “Tenía 6 años, pero no puedo olvidar cómo fue. Era verano, hacía mucho calor y con Hugo estábamos aburridos... No sabíamos qué hacer y encontramos una guitarra vieja metida en el ropero: era de mi viejo, que es abogado por profesión y músico por hobbie, y él nos pasó los yeites básicos. Después, fue escuchar mucho y sacar de oído. Todo lo que toco hoy lo descubrí escuchando, mirando videos y robando, como todos”, se ríe. Y sigue: “Hasta el día de hoy sigo tocando de esa forma”. Según Salinas, invitado al disco para recrear “En lo del viejo”, esa forma se traduce en “un virtuosismo lleno de melodía, musicalidad y buen gusto”. Según Spasiuk, que participa en otra versión de “Pynandi”, Dellamea goza de ideas y talento de “gran madurez”. E Ismael Serrano, que lo llamó para grabar Acuérdate de vivir, su último CD, habla de un joven “que nos deja a todos impresionados”.

Dellamea se mudó a Buenos Aires hace un año. “Sentía que en Chaco ya me había quedado sin posibilidades de progresar, no podía ir más allá de donde estaba.” Ahora vive con sus abuelos en Barrio Norte, pero va y vuelve. “Chaco puede”, se ríe y algo conmueve sus ojos cuando le nombran la palabra clave en su mosaico: chamamé. “Yo toco de todo: bossa, bolero, zamba, chacarera, vals peruano, pero el chamamé me puede más. Es difícil explicarlo, pero empiezo a tocar chamamé y automáticamente me traslada al río, a la zona, a la infancia, a escuchar chamamé un domingo comiendo asado. Son cosas que creés que están ahí nomás, pero después, a la hora de tocar te sale todo eso. Uno puede dar mil vueltas, pero siempre vuelve a su lugar.” - Diario Pagina 12


"La gran promesa de la música popular"

Como si observara la secuencia, el retrato de Mercedes Sosa en sepia destila un aura protectora. Marcelo Dellamea entra solo y, bajo una luz suave, lo mira de reojo. Hay una silla dispuesta para él. Se sienta y empuña algo que le es propio: una guitarra. Suena una versión muy delicada de “La Pomeña”. Los punteos son suaves, exactamente elegidos. Ni el silencio se escucha en La Peña del Colorado. “Son momentos”, reduce él a la mínima expresión cuando, terminado el concierto, le toca hablar. Dellamea nació en Villa Los Lirios, un barrio de las afueras de Resistencia, Chaco, y tiene 19 años. Muchos dicen que está en ciernes una promesa para la música popular argentina. No es una afirmación descabellada. El primero en ponerle el ojo encima fue Luis Salinas. “Yo tenía 15 y nos conocimos en un asado que había hecho Coqui Ortiz. Estuvimos cuatro horas tocando, prendidos fuego. No podíamos parar”, evoca Dellamea. Salinas fue a más y lo invitó para la presentación del disco Muchas cosas, en el ND Ateneo, y el boca en boca hizo que Dellamea dejara de ser un diamante oculto. El segundo fue el Chango Spasiuk. Otro asado con zapada, pero en Puerto Tirol, hizo confluir al pibe con el misionero y la cosa terminó en Dellamea como guitarrista invitado de “Pynandi” y estable, hoy en día, en la banda que acompaña al Chango en sus vueltas por el globo. “Ya llevo dos Cosquín junto a él”, se enorgullece el changuito, espontáneo.

El concierto sigue con una mixtura de estilos cuyo paso a soporte físico se llama Calle 11, su disco debut recién lanzado, pero grabado cuando tenía 16 años. “Milongueado” es instrumental, climático. “Kilómetro 11”, festivo, de arenga. “Cuéntale de mí”, suyo en letra y música, abolerado y tristón, y “Para volver a soñar”, chamamé canción de Tito Gómez, contrastan con la impronta sosegada de “La mirada”, una zamba manoteada a la inspiración de Jorge Fandermole. “De chico escuchábamos sólo folklore tradicional, pero con los años fuimos conociendo la obra de Fandermole, del Negro Aguirre, de Aca Seca, y estuvimos muy metidos en esa onda, hasta que nos abrimos a la música de otros países: bossa nova, jazz, blues, flamenco. Empezamos a abrir mucho la cabeza y nos sirvió a la hora de tocar. De cada estilo sacamos algo que nos gusta, y tratamos de incorporarlo en la manera de tocar. Por eso, el disco es muy abierto”, describe, consumado el recital.

El verbo en plural obedece a la presencia de su hermano Hugo, una especie de alter ego mayor, con el que Marcelo aprendió a tocar y con quien comparte escenarios. “Tenía 6 años, pero no puedo olvidar cómo fue. Era verano, hacía mucho calor y con Hugo estábamos aburridos... No sabíamos qué hacer y encontramos una guitarra vieja metida en el ropero: era de mi viejo, que es abogado por profesión y músico por hobbie, y él nos pasó los yeites básicos. Después, fue escuchar mucho y sacar de oído. Todo lo que toco hoy lo descubrí escuchando, mirando videos y robando, como todos”, se ríe. Y sigue: “Hasta el día de hoy sigo tocando de esa forma”. Según Salinas, invitado al disco para recrear “En lo del viejo”, esa forma se traduce en “un virtuosismo lleno de melodía, musicalidad y buen gusto”. Según Spasiuk, que participa en otra versión de “Pynandi”, Dellamea goza de ideas y talento de “gran madurez”. E Ismael Serrano, que lo llamó para grabar Acuérdate de vivir, su último CD, habla de un joven “que nos deja a todos impresionados”.

Dellamea se mudó a Buenos Aires hace un año. “Sentía que en Chaco ya me había quedado sin posibilidades de progresar, no podía ir más allá de donde estaba.” Ahora vive con sus abuelos en Barrio Norte, pero va y vuelve. “Chaco puede”, se ríe y algo conmueve sus ojos cuando le nombran la palabra clave en su mosaico: chamamé. “Yo toco de todo: bossa, bolero, zamba, chacarera, vals peruano, pero el chamamé me puede más. Es difícil explicarlo, pero empiezo a tocar chamamé y automáticamente me traslada al río, a la zona, a la infancia, a escuchar chamamé un domingo comiendo asado. Son cosas que creés que están ahí nomás, pero después, a la hora de tocar te sale todo eso. Uno puede dar mil vueltas, pero siempre vuelve a su lugar.” - Diario Pagina 12


"Marcelo Dellamea, gran músico e intérprete"

Autodidacta, virtuoso, intuitivo, se destaca en la escena nacional.
El martes abrirá el concierto de Henderson, Berlín y Chambers.
Marcelo Dellamea es un virtuoso músico autodidacta nacido en Resistencia, Chaco, en abril de 1991, ahora radicado en Buenos Aires para dedicarse exclusivamente a su guitarra. Comenzó a interpretarla a los seis, junto a su hermano Hugo, tres años mayor, ambos poseedores de gran oído musical.

Marcelo, intuitivo e improvisador natural de extraordinarios recursos con el instrumento y con la voz, tocará hoy con el "Chango" Spasiuk (en la Vuelta de Obligado de Neuquén, a las 20), el martes próximo ofrecerá una charla en la Escuela Superior de Música en la que mostrará parte de su música y composiciones, y ese mismo día abrirá el concierto de Scott Henderson, Jeff Berlín y Denis Chambers, a las 22, en el Teatro Español.

Entre sus logros, el guitarrista recibió el primer reconocimiento como "Revelación Chaco 2004" en el Concurso de Folclore Argentino Regional-La Trova. Cosechó además primeros premios en el "42 Concurso Nacional Infantil y Juvenil de Folclore", La Cumbre, Córdoba, 04.

Dos años después, a los catorce, conoció a Luis Salinas, que sorprendido por sus condiciones, lo invitó a la presentación de su disco "Muchas Cosas" en el ND Ateneo BA durante cinco noches consecutivas. Y luego a grabar en su último trabajo "Clásicos de Música Argentina y algo más…", y al año siguiente, a participar en su difusión pública.

En enero 2008 fue invitado por Chango Spasiuk a tocar en el Festival Nacional del Chamamé en Corrientes, y a grabar en su disco "Pynandi" como primera guitarra, con el que giraron por todo el país y tuvieron una destacadísima actuación en Cosquín 09.

Compartió escenario con otros referentes de la música argentina, como Los Indios Tacunau, Jorge Marziali, Raúl Barboza, Rudi Flores, Marcela Passadore, Coqui Ortiz, Néstor Acuña, y con Horacio Avilano e Ibrahim Ferrer hijo.

Actualmente, presenta en la Peña del Colorado, su primer compacto -grabado a los dieciséis años- editado por DBN, en el que participaron su hermano Hugo, Spasiuk, Salinas, Javier Lozano y Facundo Guevara. Ismael Serrano lo convocó para grabar y arreglar las guitarras en el tema VII "Se ha enredado en tu cabello", de su último cedé "Acuérdate de vivir".

"Empecé muy chico, sí, y mi padre me pasó las cosas básicas de la guitarra, los acordes principales, y ha medida que fuimos creciendo con mi hermano, seguimos solos el aprendizaje. Al principio, mi viejo no quería enviarnos a un profesor para no quitarnos la creatividad, de alguna forma; y entonces hicimos nuestro desarrollo solos, tomando de vez en cuando clases con algún maestro en Resistencia o en Buenos Aires. Pero yo siempre fui autodidacta en todo lo que hice, hasta hoy en día, con referentes fuertes y escuchando mucha música de la que saco, aprendo.

- Hasta has compuesto "Mi primer tango", "Bacanazo", "Rencor y amor", "Milongueando", que están en tu disco.

- Junto con la milonga son géneros que me atraen. Pero escucho de todas las épocas, toco a (Aníbal) Troilo, "El día que me quieras", obras de grupos actuales cuyas búsquedas me interesan. Tengo más comunicación con el tango, por el país y porque estoy ahora viviendo en BA. El chamamé también es una música muy compleja y difícil de tocar no siendo del lugar; es complicado que salga con la intención propia y original del Litoral.

- El color del chamamé está fuertemente dado por el acordeón, el bandoneón. ¿Cómo lograrlo con la guitarra?

- Uno de los grandes incursores en mi instrumento es Mateo Villalba, creador de una escuela guitarrística; (Román Alberto) Pocholo Airé también. De Mateo he escuchado muchos trabajos y al tocar surgen esas ideas. Pero, antes de ellos no estaba muy presente la guitarra y tocaron con todos los yeites chamameceros, con los juegos acordeonísticos llevados a las seis cuerdas. Muy buenos.

-Y cuando tocan con vos Chango, Salinas, canta Ismael Serrano…

-Son personas que me han inspirado mucho. Y siento cierta presión, pero por la responsabilidad misma de saber que estoy frente a algo serio y tener que ponerle el cuerpo. Ha sido un gran placer conocerlos, me han ayudado mucho. Es una prueba, un desafío…

- Se ve delante tuyo un camino interminable, si se cuidan tu evolución, tu trabajo, tus conciertos.

- Eso es muy importante. Hay gente muy virtuosa que se ha cansado de la p - Diario Rio Negro


"Marcelo Dellamea, gran músico e intérprete"

Autodidacta, virtuoso, intuitivo, se destaca en la escena nacional.
El martes abrirá el concierto de Henderson, Berlín y Chambers.
Marcelo Dellamea es un virtuoso músico autodidacta nacido en Resistencia, Chaco, en abril de 1991, ahora radicado en Buenos Aires para dedicarse exclusivamente a su guitarra. Comenzó a interpretarla a los seis, junto a su hermano Hugo, tres años mayor, ambos poseedores de gran oído musical.

Marcelo, intuitivo e improvisador natural de extraordinarios recursos con el instrumento y con la voz, tocará hoy con el "Chango" Spasiuk (en la Vuelta de Obligado de Neuquén, a las 20), el martes próximo ofrecerá una charla en la Escuela Superior de Música en la que mostrará parte de su música y composiciones, y ese mismo día abrirá el concierto de Scott Henderson, Jeff Berlín y Denis Chambers, a las 22, en el Teatro Español.

Entre sus logros, el guitarrista recibió el primer reconocimiento como "Revelación Chaco 2004" en el Concurso de Folclore Argentino Regional-La Trova. Cosechó además primeros premios en el "42 Concurso Nacional Infantil y Juvenil de Folclore", La Cumbre, Córdoba, 04.

Dos años después, a los catorce, conoció a Luis Salinas, que sorprendido por sus condiciones, lo invitó a la presentación de su disco "Muchas Cosas" en el ND Ateneo BA durante cinco noches consecutivas. Y luego a grabar en su último trabajo "Clásicos de Música Argentina y algo más…", y al año siguiente, a participar en su difusión pública.

En enero 2008 fue invitado por Chango Spasiuk a tocar en el Festival Nacional del Chamamé en Corrientes, y a grabar en su disco "Pynandi" como primera guitarra, con el que giraron por todo el país y tuvieron una destacadísima actuación en Cosquín 09.

Compartió escenario con otros referentes de la música argentina, como Los Indios Tacunau, Jorge Marziali, Raúl Barboza, Rudi Flores, Marcela Passadore, Coqui Ortiz, Néstor Acuña, y con Horacio Avilano e Ibrahim Ferrer hijo.

Actualmente, presenta en la Peña del Colorado, su primer compacto -grabado a los dieciséis años- editado por DBN, en el que participaron su hermano Hugo, Spasiuk, Salinas, Javier Lozano y Facundo Guevara. Ismael Serrano lo convocó para grabar y arreglar las guitarras en el tema VII "Se ha enredado en tu cabello", de su último cedé "Acuérdate de vivir".

"Empecé muy chico, sí, y mi padre me pasó las cosas básicas de la guitarra, los acordes principales, y ha medida que fuimos creciendo con mi hermano, seguimos solos el aprendizaje. Al principio, mi viejo no quería enviarnos a un profesor para no quitarnos la creatividad, de alguna forma; y entonces hicimos nuestro desarrollo solos, tomando de vez en cuando clases con algún maestro en Resistencia o en Buenos Aires. Pero yo siempre fui autodidacta en todo lo que hice, hasta hoy en día, con referentes fuertes y escuchando mucha música de la que saco, aprendo.

- Hasta has compuesto "Mi primer tango", "Bacanazo", "Rencor y amor", "Milongueando", que están en tu disco.

- Junto con la milonga son géneros que me atraen. Pero escucho de todas las épocas, toco a (Aníbal) Troilo, "El día que me quieras", obras de grupos actuales cuyas búsquedas me interesan. Tengo más comunicación con el tango, por el país y porque estoy ahora viviendo en BA. El chamamé también es una música muy compleja y difícil de tocar no siendo del lugar; es complicado que salga con la intención propia y original del Litoral.

- El color del chamamé está fuertemente dado por el acordeón, el bandoneón. ¿Cómo lograrlo con la guitarra?

- Uno de los grandes incursores en mi instrumento es Mateo Villalba, creador de una escuela guitarrística; (Román Alberto) Pocholo Airé también. De Mateo he escuchado muchos trabajos y al tocar surgen esas ideas. Pero, antes de ellos no estaba muy presente la guitarra y tocaron con todos los yeites chamameceros, con los juegos acordeonísticos llevados a las seis cuerdas. Muy buenos.

-Y cuando tocan con vos Chango, Salinas, canta Ismael Serrano…

-Son personas que me han inspirado mucho. Y siento cierta presión, pero por la responsabilidad misma de saber que estoy frente a algo serio y tener que ponerle el cuerpo. Ha sido un gran placer conocerlos, me han ayudado mucho. Es una prueba, un desafío…

- Se ve delante tuyo un camino interminable, si se cuidan tu evolución, tu trabajo, tus conciertos.

- Eso es muy importante. Hay gente muy virtuosa que se ha cansado de la p - Diario Rio Negro


"Marcelo Dellamea: en busca de un lenguaje propio"

En las provincias, la siesta es un territorio quieto y silencioso. Son largas horas en las que los grandes duermen y los chicos gozan de cierta impunidad. Algunas de esas tardes, en Resistencia (Chaco), Marcelo Dellamea encontró en el armario de su casa una vieja guitarra de la familia. Comenzó a jugar con las cuerdas y le pidió a su papá que le enseñara lo poco que sabía.

Hoy, a los 21 años, el guitarrista y cantante tiene dos discos editados, una vida anterior como sesionista del Chango Spasiuk, con conciertos en Europa y algunas charlas inspiradoras y grabaciones compartidas con músicos como Luis Salinas. Y, más cerca en el tiempo, formó un trío con su hermano Hugo -también guitarrista- y con el percusionista Ariel Sánchez, con el que acaba de editar su segundo disco, Dos más uno.

“Mi formación es mayoritariamente autodidacta. Cuando comencé, mi padre vio que mi hermano y yo teníamos una gran creatividad para la música y pensó que un profesor iba a cortar esas alas. Sé leer música, pero de una forma muy básica. Busco videos de músicos y saco los acordes y escalas. Eso me da soltura musical. Por ahora estoy bien así, pero también creo que en algún momento estudiaré música, porque eso te da más apertura”, dice Dellamea, en Corrientes, donde actuó recientemente en la Fiesta Nacional del Chamamé. Y justifica su idea: “Muchos músicos se mandan partituras por correo electrónico y se juntan a tocar. Me gustaría poder hacer eso.” Aunque en su casa se escuchaba chamamé y otros ritmos folclóricos -se crió escuchando a Horacio Guarany, Los Chalchaleros, Soledad y Mario Bofill-, Dellamea no quiere limitarse a un género. Dice que en una juntada con amigos puede hacer un blues y después una bossa nova, pasando por un chamamé.

“No me quiero dedicar a una sola cosa, y en este momento me dan ganas de tocar muchos géneros”, explica. Y amplía: “En ese sentido, fueron muy inspiradores los encuentros que tuve con Luis Salinas. Me incentivó para improvisar y se me prendió la lamparita. Siempre me habló de la conexión con la música, de no especular… Y del Chango también aprendí muchísimo. El siempre habla del concepto musical, de encontrar un mundo sonoro. Esos consejos ayudan mucho para encontrar un lenguaje musical propio”.

Su nuevo álbum, Dos más uno, es un trabajo con temas propios y de autores como Fernando Cabrera, Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzolla, César Isella, Armando Tejada Gómez y Rubén Rada, entre otros. Lo presentará en marzo en Buenos Aires. “ Calle 11, el primer disco, lo hice a los 16 años. En este nuevo disco me presento con un trío, con un repertorio de folclore argentino y latinoamericano, pero ligado armónicamente al jazz. Se creó un sonido que me gusta mucho. Pasó un buen tiempo desde el primer disco. En estos años, me mudé a Buenos Aires para estar más cerca de todo. Me mudé por la guitarra”. - Diario Clarin


"Marcelo Dellamea: en busca de un lenguaje propio"

En las provincias, la siesta es un territorio quieto y silencioso. Son largas horas en las que los grandes duermen y los chicos gozan de cierta impunidad. Algunas de esas tardes, en Resistencia (Chaco), Marcelo Dellamea encontró en el armario de su casa una vieja guitarra de la familia. Comenzó a jugar con las cuerdas y le pidió a su papá que le enseñara lo poco que sabía.

Hoy, a los 21 años, el guitarrista y cantante tiene dos discos editados, una vida anterior como sesionista del Chango Spasiuk, con conciertos en Europa y algunas charlas inspiradoras y grabaciones compartidas con músicos como Luis Salinas. Y, más cerca en el tiempo, formó un trío con su hermano Hugo -también guitarrista- y con el percusionista Ariel Sánchez, con el que acaba de editar su segundo disco, Dos más uno.

“Mi formación es mayoritariamente autodidacta. Cuando comencé, mi padre vio que mi hermano y yo teníamos una gran creatividad para la música y pensó que un profesor iba a cortar esas alas. Sé leer música, pero de una forma muy básica. Busco videos de músicos y saco los acordes y escalas. Eso me da soltura musical. Por ahora estoy bien así, pero también creo que en algún momento estudiaré música, porque eso te da más apertura”, dice Dellamea, en Corrientes, donde actuó recientemente en la Fiesta Nacional del Chamamé. Y justifica su idea: “Muchos músicos se mandan partituras por correo electrónico y se juntan a tocar. Me gustaría poder hacer eso.” Aunque en su casa se escuchaba chamamé y otros ritmos folclóricos -se crió escuchando a Horacio Guarany, Los Chalchaleros, Soledad y Mario Bofill-, Dellamea no quiere limitarse a un género. Dice que en una juntada con amigos puede hacer un blues y después una bossa nova, pasando por un chamamé.

“No me quiero dedicar a una sola cosa, y en este momento me dan ganas de tocar muchos géneros”, explica. Y amplía: “En ese sentido, fueron muy inspiradores los encuentros que tuve con Luis Salinas. Me incentivó para improvisar y se me prendió la lamparita. Siempre me habló de la conexión con la música, de no especular… Y del Chango también aprendí muchísimo. El siempre habla del concepto musical, de encontrar un mundo sonoro. Esos consejos ayudan mucho para encontrar un lenguaje musical propio”.

Su nuevo álbum, Dos más uno, es un trabajo con temas propios y de autores como Fernando Cabrera, Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzolla, César Isella, Armando Tejada Gómez y Rubén Rada, entre otros. Lo presentará en marzo en Buenos Aires. “ Calle 11, el primer disco, lo hice a los 16 años. En este nuevo disco me presento con un trío, con un repertorio de folclore argentino y latinoamericano, pero ligado armónicamente al jazz. Se creó un sonido que me gusta mucho. Pasó un buen tiempo desde el primer disco. En estos años, me mudé a Buenos Aires para estar más cerca de todo. Me mudé por la guitarra”. - Diario Clarin


Discography

As a soloist:
- Calle 11

As a sideman:
- Dos mas Uno (along with Hugo Dellamea and Ariel Sanchez)

Photos

Bio

Marcelo Dellamea, todays most outstanding guitarist of Argentina; his brother Hugo Dellamea, one of the best musicians and Ariel Sanchez, a great percussionist in constant upcoming, decided to create this trio all about Argentine and Latin American music, where the individualism interacts with the group dynamic. The group has a wide repertoire with a fresh and updated look, with versions that try to renew and re-live the classics of the popular music, including also pieces of the new generation of composers.
They have an album out called Dos Mas Uno, (Two Plus One)edited by DBN and has had since it came out and until today, a great success between all-ages-music-lovers that enjoyed and complimented the band work.

Argentine Marcelo Dellamea, 22 year old virtuous guitar player, not only plays concerts in his home country, but he has performed several times in Europe with the famous argentine accordionist Chango Spasiuk, and has played in Miami, USA, on an important Argentinian patriotic party. He has two albums out: Calle 11 and Dos Mas Uno (11th street and two plus one) along with his brother Hugo Dellamea and the percussionist Ariel Snchez.
Has opened concerts for international artists such as Chucho Valdes, Scott Henderson, Jeff Berlin and Dennis Chambers.
Marcelo is today considered one of the best guitar players of Argentina and Latinoamerica, and has received the best critiques from the international and national press.