Gregorio Fonten
Gig Seeker Pro

Gregorio Fonten

| INDIE

| INDIE
Band Alternative Avant-garde

Calendar

This band has not uploaded any videos
This band has not uploaded any videos

Music

Press


"Reseña sobre Lenecería Fina. Emol 2006"

David Ponce, sobre Lenecería Fina. Emol 2006
Cuchufleta Punk
Lencería fina


Cuchufleta según la sabiduría popular es hacer trampa con una ficha que no corresponde en el juego del dominó. Si algo de eso hay en este nuevo grupo chileno, es que ofrece una cuchufleta punk y en vez de punk literal lo que suena es una inusual música hecha con piano, trompeta, violín y batería, tal como se oye.

Hay un efecto artesanal en tocar así, sin máquinas ni sobreproducción. Lencería fina, el primer disco del grupo, se oye cercano y despojado, como lo que está hecho a mano. Trompeta y violín son dos instrumentos solistas que a veces se complementan y a veces se enfrentan en las melodías, y la base musical está en el pianista, que en la mayor parte del disco toca en intensos acordes menores y al mismo tiempo canta y toca los bajos con las teclas graves del instrumento, a lo Ray Manzarek en la pianola de los Doors.

Una de estas canciones es un rock and roll con piano y violín. "No te vayas, corazón" suena carnavalesca, un reggae con violín que parece un desfile desde Jamaica a los Balcanes. En "No te vayas, corazón" el baterista hace, deliberadamente o no, su propio tributo a Los Jaivas al pasar desde el ritmo de "Mambo de Machaguay" al de "Todos juntos" en la misma canción. El cantante inventa bonitas melodías, y las pervierte, deliberadamente o no, con una entonación descuidada, como si su convicción estuviera más en entonar una línea como "Yo no canto con la pobre excusa de hacer rock and roll / este canto brota de mi cuerpo, no lo fuerzo yo". El verso será punk, y la música del grupo también suena así de frontal a ratos, pero en vez de estridente es sorprendente. Cuchufleta Punk tiene hasta la deferencia inusual de poner en la carátula del CD dos canciones con sus acordes anotados, para cantar y tocar en guitarra o piano. O en trompeta y violín, por qué no. - Emol


"Reseña sobre Lencería Fina"

Héctor Aravena, sobre Lencería Fina. Rockaxis 2006

Cuchufleta Punk
[Lencería Fina]


2005. Garrapata Discos
“¿A quién cantas si no traes ritmos en el corazón?/ Yo no canto con la pobre excusa de hacer rock n’ roll/ Este canto brota de mi cuerpo no lo fuerzo yo/ Canto y vida sólo uno son”. Con este fragmento de la letra de “Melodías Para Consumir”, Cuchufleta Punk parece hacer una declaración de principios de lo que es el arte para ellos: Una aventura para encontrar nuevas rutas musicales y creativas, sin el prejuicio de un estilo predefinido, sino que al contrario, absolutamente abierto a nuevas sonoridades y experiencias. Es que la inclasificable propuesta de esta banda emergente sorprende de sobre manera, primero, por su muy cruda “timbrística” creada con piano, batería, trompeta y violín, pero también, por la más que interesante fusión, que recoge de manera muy poco ortodoxa, los más diversos elementos de la música nacional y extranjera.
Conformado por Amparo en el violín, Hernán en la trompeta y la guitarra, Joaquín en la batería y Grr en el teclado y la voz, Cuchufleta Punk, nos entrega un disco con canciones de un formato más o menos tradicional, donde las melodías lúdicas y originales, los sonidos desnudos y penetrantes y la mezcla de las formas musicales de raíz folklórica, se fusionan con el pop y la experimentación, en una experiencia musical muy difícil de definir. Esto se puede explicar entendiendo que ellos no son cultores o técnicos de un estilo como gran parte de las bandas, sino que creadores musicales, no sólo por el hecho de componer canciones originales, sino que por inventar inéditas maneras de enfrentar la música.
“Lencería Fina”, el tercer álbum editado por el interesante sello, Garrapata Discos, suena como en vivo, sin sobre producción ni elementos de estudio. De algún modo, da la impresión que estuviéramos escuchando la música directamente, como en un ensayo. Por otra parte, las melodías vocales son siempre ingeniosas, a veces desgarbadas y otras de gran emotividad. Ese es el caso de “Nada de Nada”, tema que abre el disco con Grr cantando la introducción lleno de alma: “Poder decir a tu oído lo que sentí cuando supe que en ti me encontré a mi”. Luego de esta intro, el sonido acústico se define de inmediato por el piano, que en todo el disco lleva la base, pero que se enriquece por los sonidos de la trompeta tipo mariachi y el violín, que pareciese sacado de una banda del sur de Estados Unidos. Las melodías de la voz son muy entretenidas y logran entusiasmar, e incluso, hacer bailar. Sin embargo, las partes instrumentales son muy ricas e innovadoras, haciendo un cruce intenso entre violín y trompeta, dos instrumentos que encuentran su ligazón perfecta en el concepto de la Cuchufleta. Por su parte, la batería halla en los ritmos heredados de Los Jaivas un punto de partida, que se desarrolla en su propio estilo en varias canciones como “No Te Vayas Corazón” y “Voz Andina”. Pasa algo extraño con la música de esta banda, ya que es al mismo tiempo, casi divertida, pero a la vez, de gran nostalgia y seriedad. Los dos elementos se dan al mismo tiempo, lo que claro, en un principio descoloca. Esto se hace patente, por ejemplo, en “Pobre Marta”, tema como “campesino” en su sonido, pero de gran nostalgia melódica, donde además, se conjuga una línea de piano como del charleston de los años 20, con los ritmos de la cueca y la trompeta con resonancia de sonora. Algo parecido pasa en “Cha cha chá”, esta vez, dando la sensación de un grupo punk aterrizado en una discoteque cubana, donde todos bailan al son de las melodías. En los temas siguientes como “Merengue” y “El Hacer”, la agrupación confirma su sonido tan particular y en la canción que cierra el disco, llamada “En Mi Corazón”, se retoma el aire más nostálgico y emotivo dado por el sonido del piano, la letra y la melodía de la voz, para cerrar con un majestuoso final. En general, el cuarteto escapa de lo intelectual y se abre al mundo sin prejuicios ni fronteras creativas, para fundar una extraña música de vanguardia con sonido de quinta de recreo. Simplemente, una de las bandas más interesantes e inclasificables que haya escuchado en el contexto de nuestra música y donde estas palabras, que poco explican en este caso, sólo pueden tomar su sentido pleno, al escuchar a la Cuchufleta Punk directamente de la fuente.
Héctor Aravena A.- - Rockaxis


"reseña Cuchufleta (conejo 2008)"

Cuchufleta (2008, Conejo)
Algunos discos locales de la temporada 2007-2008 han estado empezando con el consabido saludo de la azafata de avión que da la bienvenida al vuelo y pide abrochar los cinturones. Por ejemplo, Solo Di Medina y DJ Bitman. El nuevo disco de Cuchufleta, en cambio, de entrada es distinto porque parte con la llegada del avión, es decir ese momento particular en que el pasajero nacional aplaude el aterrizaje. Cuando otros van, este grupo chileno viene literalmente de vuelta. Y de hecho éste es el tercer disco de su carrera.

Del anterior, Lencería fina (2005), mantienen su personal orquestación basada en piano, violín y trompeta. Pero así como en el camino cambiaron su nombre de Cuchufleta Punk a Cuchufleta a secas, también han definido con más claridad su sonido. Ya tenían ecos de Los Jaivas antes, y ahora que Eduardo Parra, percusionista y tecladista histórico de ese grupo, se les ha acercado y figura segundo en su lista de agradecimientos, el referente se oye más claro en el ritmo de rock andino de la canción "Chicha", que es hija directa de "Aconcagua", y de esas hijas que se parecen a los padres.

El cantante y pianista Gregorio Fontén Corchea, que antes se llamaba simplemente Grr, toca el piano y canta con la misma actitud frontal y directa, pero varias veces el grupo toma un impulso nuevo, como en la balada "Soy este ambiente", más pausada y melódica, prueba de que Cuchufleta también puede componer una canción convencional. Y puede hacerlo simple, en "Ven dame tu amor", con buenas congas y charango, o en "Merengue", con un redoble de batería constante como un galope de caballo, tres acordes de piano y una melodía. Es ahí donde Fontén Corchea parece cantar "Torpes en mi boca se avalanchan estas palabras que te quiero dar", y "avalanchar" suena bien justo en medio de avalancha y abalanzar: de paso Cuchufleta sale con una palabra que hacía falta en el diccionario.


—David Ponce - Emol


"CUCHUFLETA (Conejo 2008) "

CUCHUFLETA (Conejo 2008)


Escrito por Cristián Valdivia

El tercer disco de Cuchufleta (alguna vez Cuchufleta Punk) abre con la voz de una azafata que anuncia la pronta llegada al aeropuerto Arturo Merino Benítez, luego el aterrizaje, los aplausos y ya estamos en Santiago. Sí, en Santiago de Chile y no hay duda de eso tras escuchar los 10 temas que completan el disco. Es que la banda liderada por Gregorio Fontén parece haber encontrado un sonido tan propio como local. La habitual originalidad en la instrumentación (piano, trompeta, violín) suena esta vez más chilena que el mismo Transantiago. Ritmos nortinos, rock and roll pasado por juguera, sicodelia, coros que por momentos parecen un pregón y por sobre todo una desprejuiciada manera de enfrentar la composición y los arreglos, lo hacen pensar a uno en que, a fin de cuentas, nuestra famosa identidad nacional parece no ser otra cosa que ACTITUD.

Actitud que le permite a Cuchufleta acercarse por momentos a Los Jaivas (más en el sonido que en las temáticas), pero también alejarse y establecer puntos aparte. Actitud para inventar verbos (torpes en mi boca, se avalanchan estas palabras; “Merengue”) y nuevas formas de conjugarlos (necesito tu abrazar; “Ven Dame tu Amor”). Actitud frontal, directa y honesta que se agradece. Tal como la emocionante declaración de principios contenida en Voz Andina (yo soy de este sur, soy de esta cuidad/ en este lugar vibran mis huesos), canción que marca un punto alto al encumbrarse en un inspirado y conmovedor final instrumental.

La voz de Fontén, aunque por momentos poco clara por el lugar en que la mezcla la sitúa, tiene innegable personalidad y se presta para el juego y la travesura (como en la notable “Chacarrachaca”). Las cuerdas y la trompeta suenan potentes, mientras instrumentos invitados como el charango, más ruiditos y efectos especiales le dan a todo el disco una textura variada, entretenida para escuchar e ir descubriendo.

La banda ya está trabajando en un nuevo disco junto a Eduardo Parra (Los Jaivas) y anuncian que estará listo durante el 2009, habrá que esperar entonces que el avión, sus pasajeros y tripulantes, vuelvan a aterrizar en Santiago de Chile. - suena


"reseña de A. Panes para POTQ"

“Yo no canto con la pobre excusa de hacer rock o pop”, afirma Gregorio Fontén, vocalista de Cuchufleta, en ‘Melodías Para Consumir’. La pista más accesible de Hoy, Joven y Vital cobra absoluta veracidad tras un análisis holístico de la obra y funciona como un rayado de cancha. La más reciente entrega del grupo es algo fuera de lo común. Es más, ni siquiera es un álbum propiamente tal, sino que –como ellos mismos lo llaman- es un “librisco”. O sea, un elepé en formato de libro (diseñado por la agencia Leche) con un CD adentro. Desde la mera presentación, queda en evidencia que el quinteto anhela fugarse del rebaño y pavimentar su propio terreno.


Mientras una buena porción de la fauna chilena persigue la vanguardia, enfocándose en escenas internacionales, Cuchufleta hace el ejercicio opuesto: ellos abrazan al legado patrio y de más larga data. Eduardo Parra (de Los Jaivas) y Rhino González (de Los Beat 4) son la influencia terrenal y espiritual, respectivamente, de esta placa. Uno en la producción y otro en la inspiración, ambos puntales asoman como hologramas en las canciones de Hoy, Joven y Vital. Su presencia es etérea y se funde con las búsquedas propias de los santiaguinos, hasta confluir en un solo ente, emancipado y autónomo.

En poco más de media hora, la banda consigue desmarcarse del resto, apostando todas sus fichas por una aventura anacrónica y disociada de los convencionalismos. La mesura de los arreglos de cuerdas y vientos, dispuestos como una ornamenta y no como el foco de la atención, habla sobre un grupo confiado en sus composiciones y que intenta con esmero dar forma a un cuerpo de trabajo de audición amable. Una tarea plausible y tributaria de quienes pisaron el mismo terreno antes que ellos. Con un pie en el pasado y otro en el presente, Cuchufleta establece que están listos para jugar en las grandes ligas, a través de un cuarto álbum que es un triunfo en sí mismo. - Potq


"Cuchufleta: Rock made in Chile"

Cuchufleta es claramente un término pasado de moda. Cualquier adolescente pensaría que se refiere a cualquier cosa menos a lo que significa el término (quizás hasta pensarían que es una especie de cuchuflí relleno con algo). Pero no. Cuchufleta es una banda de Santiago bastante particular. El término expresa a la perfección su mensaje: el rescate de lo antiguo, de la tradición musical de Chile.

La banda la componen Gregorio Fontén (voz), Alberto Pignau (bajo); Hernán Fontaine (trompeta); Joaquín Subercaseaux (batería); Amparo Fontaine (violín); Ángelo Cassanello (trombón) y Marcelo Lavado (guitarra).

Entrevisté a Gregorio Fontén, vocalista y compositor de la banda, en Valparaíso. Por el tema de la difusión de su presentación este sábado 12 en el Teatro Mauri, ubicado en Avenida Alemania 6985, Cerro Bellavista, (vale luca y es con vino, no sea amarrete y vaya a disfrutar).

Gregorio es sencillo y suele utilizar muchos modismos clásicos chilenos para expresarse, el cachai o el huevón. Sinceramente no conocía mucho a la agrupación. Escuché su último disco antes de reunirme con él. Poeta, músico y en el libro-disco se puede apreciar que también es una especie de artista visual. Es que Cuchufleta tiene mucho de Chile. Confluyen en ellos el Congreso de antaño, ese toque nostálgico de Los Jaivas y la vocalización de los olvidados Beat 4.

Producidos por Eduardo Parra de Los Jaivas, su disco “Hoy, Joven y Vital” es una muestra latente de juventud interesada en un rock honesto sin aires agringados, ni nada por el estilo “puedo cantar en inglés, pero mi lógica de vida y experiencias me hacen pensarme en español” me dice.

La música del disco y en general me gustan por el rescate de lo nuestro ¿Cuáles son tus principales referentes musicales?

Congreso cuando era más canción, de los primeros discos antes que se pusieran más progresivos, harto de Charly García y Los Beat 4, a ellos les dedicamos el disco, sobre todo en la parte vocal para mí ha sido una escuela, los admiro mucho.

Es que los sonidos locales suelen perderse y es una autocrítica en general y me incluyo. Solemos buscar ese disco olvidado de Syd Barrett, mirando lejos y olvidamos a los nuestros, a sujetos que quizás anduvieron por los mismo lados que uno “es una lata que se hayan perdido en cierta manera es esa especie de smog cultural nacional” me dice, mientra disfrutamos un café en la Aníbal Pinto.

Estamos en una época donde el idioma ya ha traspasado fronteras y bandas locales como The Ganjas por ejemplo, han decidido cantar en inglés ¿Qué opinión te merece aquello?

Creo que es importante en la manera que uno canta, puesto que si canto en inglés, pero pienso en la lógica del español al final es como inútil cantar en otro idioma. Para mi eso es importante reflejarlo, el cómo sale el sonido, en la manera en que uno canta y lo que te ha tocado vivir, tu cuerpo reacciona de forma diferente que no es tan voluntaria a otro idioma. Yo siempre voy a cantar como en chileno cachai? Lo del idioma aunque sea una multiculturalidad, siempre las influencias locales confluyen con las del mundo y hay que saber donde pararse y no tiene que ver con los símbolos patrios

¿Cuál es la idea musical que quiere reflejar Cuchufleta?

Hacer música honesta y sincera y de hacernos cargo de quienes somos. Yo no quiero aparentar la moda o cantar como gringo, yo no persigo nada, quiero expresar quien soy y realmente eso quiero o queremos.

El disco en sí es hermoso, como lo llamó Gregorio es un libresco. Dentro de él hay fotos viejas de la banda, dibujos, poemas, etc. Toda una gama visual enormemente importante si quieres que tu música sea más que sonidos y se convierta en una manifestación artística global. Por ello, aunque sea pasado de moda sacar un disco tangible, es relevante por un tema del artista con su obra, con lo que es la materialidad.

¿Qué opinión te merece si dijera que llegaré a la casa a bajar tu disco por Internet? ¿Más ampliamente el tema de la piratería?

No hay nada que hacerle po huevón (se ríe). El trabajo que hay por detrás, artístico está en el disco original y el que lo baja se lo pierde un poco, pero por otro lado el nivel de difusión es mayor y por ello no me molesta. La meta fundamental es la difusión y que nos conozcan.

Una pregunta típica, pero que nos cuentes sobre el show del sábado

Se pueden esperar un ambiente buena onda, harto vino gratis y que vean mientras tocamos con los Beat 4 y con alguien de por acá. Pero la idea es que la gente se sienta en algo íntimo y como ambiente de peña, algo relajado y muy septiembre, harta música en español.



Crítica a su último trabajo: Cuchufleta “Hoy, joven y vital”

Cualquier disco que, por muy pocos temas que tenga, se pase rápido es un buen indicio. Es que “Hoy, joven y vital” es un buen disco. Rescata y funciona como un registro musical que sabe representar el sonido nacional de bandas como Congreso, Los Jaivas y sus tan queridos Beat 4.

Yendo a aspectos más técnicos, la placa tiene arreglos simples que dan a los temas una limpieza donde es posible apreciar cada instrumento por separado. Las letras dan una idea de honestidad y melancolía de joven que mira hacia su pasado y se reconoce como un conjunto complejo de experiencias, de sujetos que hicieron su trabajo antes que nosotros, de sonidos que flotan a veces medios olvidados, guardados como una sustancia inasible en los cajones relegados de la música nacional.

Particularmente me emocionó “Niña”, la cual tiene delicados arreglos atmosféricos con un ritmo de batería bastante movida – por decirlo de un modo - que contrasta perfectamente con una nostálgica voz que dice “para mi se acabó, yo me largo de ahí, no tengo realidad de salir a buscar, entrégate libre de temor y vuélvete niña”. Es un guiño directo a Los Jaivas, al Congreso de los primeros discos.

En resumidas cuentas un disco delicado, bien trabajado, con tipos que se nota saben de música y de cómo hacer arreglos simples que suenen bien, sin complicarse con parafernalia que sólo muestre su maestría en los instrumentos. Como lo dice el nombre del disco, es una visión fresca del sonido nacional que podría escuchar un joven o un viejo de la misma forma, en ese sentido es un álbum transversal. Una interesante propuesta de Cuchufleta, a la antigua, con un disco que al tenerlo en las manos es un libro que reúne las vivencias como banda, con fotografías antiguas, con los vasos de tinto, con dibujos y poesía. Absolutamente recomendable. - Sergio Sepúlveda


"Cuchufleta - Hoy, joven y vital"

Cuchufleta – Hoy, joven, vital
Escrito por Cristian Valdivia

El mundo sonoro, evocador, de los Cuchufleta parece cada vez más claro y definido. Transitan por una vereda paralela y definitivamente suenan a ellos mismos; uno los reconoce de inmediato y es quizás este su mayor logro: hacer y “ser” música con personalidad inconfundible, que sabe y entiende desde donde viene y hacia donde va.

“Hoy, Joven, Vital” es un disco redondo, lúcido, donde los estilos dejan de ser fronteras para transformarse en tonos o matices al servicio de una gran paleta de colores. En la que también hay bronces, el acostumbrado violín a cargo de Amparo Fontaine, clavecín, sintetizadores, guitarras y una base de batería y bajo que dibuja y sostiene diversidad de ritmos a la manera de Los Jaivas, en sus mejores tiempos.

Todo suena limpio, alejado de la sobreproducción y de esa perfección obsesiva que la digitalización le ha ido imponiendo a la música. Y es aquí donde a mi juicio entra la mano invisible (¿invisible?) de Eduardo Parra como productor. Realzando timbres, ordenando elementos que contrastan y enriquecen, pero por sobretodo estableciendo una ruta, un camino que recorre el disco de principio a fin; hay aquí un concepto sonoro claro, una propuesta.

Como propuesta y claridad hay en el discurso de Cuchufleta y en canciones como “Melodías para Consumir” (”a quién cantas si n o traes ritmo en el corazón/ yo no canto con la pobre excusa de hacer rock o pop”), donde una inesperada base funk adquiere sentido de aguda crítica a nuestra sobre estimulada escena musical. O en “Hoy, Joven, Vital”, donde el título más que afirmación parece una advertencia frente a la realidad inobjetable de hacerse viejo en estos tiempos (“quiero escuchar a los ancianos/ inútiles y tan postergados/ en el mundo hoy son basura/ maquina que ya se oxidó/ nada valorado ya que no/ producen ningún bien material”).

Mención aparte para el empaque del disco, pues mientras éste como objeto tiende a desaparecer por efectos de la industria y de las necesidades del “consumidor”, aquí tenemos no sólo una carátula, sino un libro completo, con tapas duras y el doble de las dimensiones de un CD normal. ¿Lo podré guardar junto a mis otros discos? No cabe. ¿Junto a los libros? Raro ¿En una repisa especial?... mmm, deberé hacerme una. - suena


"Gregorio Fonten, el ornitorrinco"

Gregorio Fontén, el ornitorrínco
Conversamos con el cerebro tras Cuchufleta, Gregorio Fontén (Gregorio Fontaine, en la foto), con base en Londres, en esta entrevista a cargo de Felipe Cussen, el poeta de las cosas difíciles.
GREGORIO FONTÉN, EL ORNITORRINCO (Paniko.cl)

Los discos recopilatorios, al igual que los balances de fin de año en las empresas, suelen ocuparse para ofrecer una imagen pulida y maquillada, ojalá sin fisuras. En La Piñata de la Cuchufleta (compilado descargable gratuitamente: http://www.cuchufleta.com/free-download-a-handful-of-cuchufletas-pinata/)
se reúnen una serie de canciones de los discos ya publicados por Cuchufleta, junto con abundante material inédito, pero también existe una voluntad por mostrar de manera más abierta y crítica su trayectoria como un proceso flexible, con etapas muy marcadas y una gran cantidad de músicos que han colaborado para dar vida a las canciones de Gregorio Fontén. No ha sido una trayectoria lineal, ni menos predecible: cada vez que los he escuchado en vivo me parecía estar escuchando un grupo distinto. En el camino se han ido nutriendo de fuentes muy diversas: desde el punk, el rock y el folklore hasta la música contemporánea, la poesía experimental y la investigación en distintos tipo de afinaciones. Por eso, este compilado no sólo es un recuento de lo ya hecho, sino una invitación urgente y ansiosa a imaginar las nuevas mutaciones de Cuchufleta. Para responder a esta invitación, conversé por mail con Gregorio, recientemente transplantado a Londres.

Sebastián Caram, en el texto introductorio a la recopilación, resalta el carácter “verdadero”, “auténtico”, alejado de las poses y de los cálculos, de Cuchufleta. ¿Cómo entiendes tú esa condición?

Es una muy buena casualidad de palabras la que se mezcla entre "verdadero", "auténtico" y la tuya "condición". Porque creo que estamos hablando del mismo tema. Quiero decir del mismo tema de Cuchufleta: "Día Tónico". La letra de ese tema me da la tónica del día (y es diatónico o sea que usa sólo los tonos básico de la música - o la vida), creo que resume lo que ve Caram y justamente ocupa la palabra condición... Al final del coro, por ejemplo, va "esta condición, se vale a sí/ no necesita una explicación./ Haga con mi voz el gesto exacto de este mi cuerpo". Esa canción no se encuentra en ninguno de los discos pero se puede bajar desde el sitio como parte del puñado de la piñata.

Esa naturalidad pareciera vincularse al sonido que se transmite en las grabaciones de Cuchufleta, donde pareciera que tratan de evitar el sonido "plástico" o "perfecto" que caracteriza a la mayoría de los registros actuales. Incluso, a propósito del segundo disco (Lencería fina), comentas que la mezcla fue realizada "pensando en el ambiente más que en un estándar de calidad. Alguna gente notó esta intención, otros pensaron que el disco estaba descuidado y mal grabado". ¿Asumes, entonces, la etapa de grabación de los temas como un intento por rescatar esa naturalidad, esa coincidencia entre voz y cuerpo?

Hay músicos que por días me dan envidia, porque tienen una resolución o una comodidad que yo nunca encuentro. No se mueven de su estilo. Hay músicos que sólo hacen discos pop y hacen buenas canciones y está bien o también en el rock, jazz, música clásica, experimental, etc. La mayoría de los músicos que escucho y que conozco son así. Yo he tratado de hacer eso pero no me dura nada. Soy demasiado curioso, parece, o quizá soy como un ornitorrinco de los estilos musicales.

Cuando grabamos Lencería Fina tenía un micrófono a condensador, el más barato de audiomúsica. Tenía un computador con cubase pirata y conectado a una radio chica y vieja. Ni se me pasó por la cabeza grabar el disco en otras circunstancias más acordes con la industria musical, me parecía una lata y caro. En vez de buscar un sonido que no estaba disponible por los medios propios, el disco se grabó así no más y con las ventanas abiertas. Fue una decisión expresiva.

Es como una defensa de la expresión musical por sí sola y dejar que todas las decisiones sean tomadas de acuerdo con ella. El estado actual de la música nos engaña en la ilusión de que hay un campo musical "previo" a la expresión artística y que pretende una universalidad científica y racional. Es así como por lo general los compositores trabajan de acuerdo a técnicas que se puedan justificar académicamente o existen estándares que todos deben seguir en cuanto a cómo se debe grabar una batería por ejemplo. O la afinación de temperamento igual... ahí están casi todos de acuerdo que no se trata de una afinación más, sino que es LA afinación. Y sin embargo muy pocos saben que antes del siglo XX era escasamente usada.

Hemos llegado a un punto en el que el positivismo de nuestra cultura ha limitado el campo de la expresión artística a tal punto que hemos dejado de darnos cuentas de muchas decisiones que estamos tomando. Se han universalizado las técnicas, las afinaciones, las formas de grabar en virtud de la estandarización y en detrimento de la expresión individual. Es así como la música se ha convertido prácticamente en sinónimo de entretención y nada más.

Integrar el cuerpo y la mente en la expresión humana; intuiciones, emociones, razones, lógicas, pasiones, técnicas. La música es una manifestación y una contemplación simultánea. Es ser y hacer. No hay un plano científico que la enmarque. Puede ser entretenida pero no es entretención. Es identidad individual. Es identidad colectiva.
No tiene mercado. Sólo se puede vender o comprar o descargar una imagen de la música. Pero no la música. La música es de la oírdad. El mercado, la entretención y el positivismo son de la verdad. La verdad es fija y es ideal. La oírdad fluye y no se puede atrapar. Es una búsqueda espiritual y corporal. Es un encuentro espiritual y corporal. Cada uno es su propia música o como diría el chamán Charly García "Mi capricho es ley".

Respecto a tu crítica respecto a las visiones excesivamente uniformes y razonadas, quería preguntarte por tu experiencia como alumno de composición en el marco de una formación universitaria. ¿Las herramientas que recibiste fueron útiles para investigar en profunidad zonas más específicas o excéntricas de la música, o bien sentiste que se buscaba que simplemente replicaras modelos ya conocidos? ¿Y tus creaciones como compositor en el ámbito mal llamado "clásico" se relacionan o se repelen con lo que has hecho con Cuchufleta?

Hubieron cosas bien buenas que me enseñaron, gracias a las cuales conocí repertorios nuevos para mí y que también me han permitido seguir profundizando temas musicales hasta el día de hoy. Particularmente temas de contrapunto, armonía tonal y compositores chilenos como Falabella o Cotapos. Feliz seguiría con estudios universitarios que me permitan desarrollarme más y conocer otras cosas.

No es arbitrario que los lugares de estudio musical clásicos se llamen conservatorios.

La música transita entre dos polos: la contemplación y la manifestación. Creo que eso se ha desvirtuado en lo que se llama clásico y popular.

La música transita entre dos formas de crear: la que expresa vida y la que sirve para algo. La primera es arte y la segunda es artesanía Y no importa la complejidad de la una o de la otra. Hay músicos que saben tocar "la-re-mi" en la guitarra y son mucho más profundos que otros que componen en estructuras complejas de acuerdo a teorías de conjuntos de intervalo. Y también viceversa.

Doy rienda suelta a los impulsos de mi cuerpo y de mi mente.
No subyugo mi mente a mi cuerpo ni mi cuerpo a mi mente.
Manifestación y Contemplación

John Cage es el máximo exponente del lado "clásico" de la música. Es el estado máximo de la contemplación. Pero tal como su apellido lo indica, su cuerpo estaba enjaulado.

Mi mente quiere escuchar, investigar y experimentar, quiere traducir ritmos en tonos y tonos en temas y estructuras, quiere modificar el tiempo y me increpa con un
¿y qué pasa si? ¿y si lo combino con esto? ¿y por qué no así? ¿cómo hago esto?
La mente quiere conectarse con lo divino, lo misterioso, lo trascendental y ontológico.
Por sí sola se pierde en sus lógicas y dogmas.

Mi cuerpo quiere tocar y quiere ser llevado por la intuición.
No darse cuenta y quizá encontrarme en una melodía o en un ritmo o en un no sé qué.
El cuerpo quiere sociedad, quiere influencia, quiere política.
Por sí solo se pierde en el ego.

Cuchufleta reúne mis canciones y hago otras músicas como Gregorio Fontén. La distinción se mantiene básicamente porque en Cuchufleta participa un equipo más grande.

¿Esta misma necesidad de experimentación se ha manifestado también en tus investigaciones en poesía, (ya sea sonora, visual, performática, digital, o el adjetivo que consideres pertinente...)?

Es un poco la misma curiosidad pero distinta.

Si la música es un lenguaje, se diferencia del lenguaje verbal en que no es factible desmenuzar su significado de su significante (o su manera de significar). Siempre es sonido. No es posible un pensamiento musical sin sonido. No pasa lo mismo con el lenguaje verbal. En éste, el significado escapa una identificación inequívoca con su materia. La escritura visual "hamburguesa" es sólo por costumbre asociable a una hamburguesa, lo mismo pasa con el sonido "amburguesa". Incluso esto se repite adentro de cada uno. "Hamburguesa" puede despertar en algunos imágenes de sabor, de comida social, en otros puede siginificar dolor de guata o exceso de grasa.

El significado siempre se desliza y es imposible de atrapar.
La palabra es una cáscara que lo encierra adentro.
Bajo la cáscara hay otra cáscara.
Así hasta que se pierde en el horizonte.
La poesía excarba entre las capas.

En algo así como el último año, creo que he logrado unificar todo mi trabajo. Mis canciones, composiciones y poesía han ido por cursos paralelos y, si bien de repente se han entrecruzado, jamás habían logrado la sincronía que siento ahora. Gracias al trabajo con microtonos y particularmente con la entonación justa, he encontrado una manera de congeniar muchas influencias dispares. Al comprender los tonos relacionados entre sí como proporciones justas he encontrado una manera de trabajar musicalmente que me ha abierto una posibilidad infinita de recursos y que además se puede traducir en lenguajes visuales, cosa que he estado explorando en mis últimas poesías.

La entonación justa, al multiplicar las posibilidades interválicas, genera un terreno tridimensional de sonidos. Ya que en éste hay acordes y tonalidades más cercanas y otras más lejanas, hay un relativismo en torno a las disonancias y las consonancias. Este juego entre conocido/desconocido, futuro/pasado, consonante/disonante, cercanía/lejanía, etc. es algo con lo que trabajo como músico y poeta.

La entonación justa (mal llamada "temperamento justo" en muchos textos) es una forma de afinar y que fue popular entre los músicos muchos siglos atrás y que hoy reaparece en algunas músicas experimentales y electrónicas. Yo lo he llevado al formato de la canción.

"El músico es quizás el más modesto de los animales, pero también el más orgulloso, pues es el que inventó el sublime arte de arruinar la poesía" (Erik Satie).

¿De qué modo la aplicación de la entonación justa implica un tipo de apelación distinta al auditor, que quizás en un primer momento pensará simplemente que el teclado está desafinado?

Hay todo tipo de reacciones: desde gente que encuentra que suena desafinado, otra que ni siquiera se da cuenta, y gente que queda embalada con el tipo de sonoridad.

Antes de llegar al trabajo sistemático con afinaciones alternativas, me daba vueltas el tema de la afinación.

De chico tuve la oportunidad de conocer la música mapuche y traté de imitar las pifilcas en el piano pero las notas no eran compatibles. Luego descubrí que en el unísono y el canto grupal mapuche, cada voz debe ser lo más distinta a las otras. Cosa que tiene que ver con la entonación y una manera de comprender la afinación diametralmente distinta a la Occidental. Algo que también pasa con los unísonos de flautas, zampoñas y tarkas andinas.

La igualdad entre todos los tonos es la novedad del temperamento igual y lo que lo ha convertido en un sistema tan exitoso. Esto significa que cada tono suena igual al resto excepto por la altura. Si pensamos en los tonos como en colores, el temperamento igual convirtió la escala cromática -por definición escala de gama de colores- en la escala de un solo color, o bien, dado que no existe otro color, la escala de ningún color. Sin embargo, con el olvido actual en que vivimos frente a los orígenes de este sistema, hemos tomado por universales no sólo los tonos "sin color" que nos ofrece, sino también las formas de composición y percepción estructural que conlleva.

La entonación justa trabaja con los intervalos "naturales". Es decir, con las proporciones justas que existen en los cuerpos que emiten sonido. Todas las personas cantan (y hablan) en entonación justa, muy pocos logran cantar en alguna aproximación de temperamento igual. Sólo el Autotuner permite cantar en temperamento igual exacto.

"Un oído musical debe tener asimilada la escala temperada. Un cantante que produce tonos naturales no es musical, de la misma forma como alguien que actúa de forma "natural" en la calle puede ser inmoral" (Arnold Schoenberg (y el sentido represivo de su dodecafonía)).

En el temperamento igual el valor del tono es su funcionalidad en el sistema. En la entonación justa es su carácter personal.

Me gusta trabajar con entonación justa y otras formas de afinación por las variables que me permite hacer dando personalidad a cada consonancia y disonancia. Cada tono tiene su individualidad y crea relaciones únicas con los otros. Esa experiencia es la que me gusta compartir con el auditor.

A propósito del Autotuner, quería saber con qué herramientas de edición y postproducción has trabajado en tus diversos proyectos, y cómo se han incorporado o no al desarrollo de tus ideas musicales.

Para la grabación del disco Tono de Lobo ocupé PureData en conjunto con Logic y Sibelius. En PD hice algunos experimentos para el trabajo microtonal... El más exitoso fue un controlador que me permitió expandir la octava de 12 a 36 tonos y que se puede tocar en cualquier teclado midi. Otras cosas que hice fue transformar los decibeles de un micrófono en distintos tonos, de manera que aplaudiendo o haciendo otros ruidos la información que recibía el micrófono se convertía en tonos. Usé Sibelius cuando necesitaba usar los 36 tonos y las limitaciones de intentarlo en un teclado pensado para 12 lo hacía imposible. En Logic es donde queda todo grabado y se hace la mezcla.

En el trabajo que estoy realizando ahora, sigo usando Logic y Sibelius pero no tanto PD. Principalmente porque estoy usando un software de piano que es buenísimo y se puede programar su sonido de la manera que quieras, dando las afinaciones y cantidades de tonos por octava a gusto. También estoy haciendo mis propios sampler donde puedo fijar afinaciones. Me gustaría volver a PD pensando sobre todo para en vivo, pero requiere mucho tiempo...

Para en vivo estoy trabajando en un set "solista y portátil" que es lo más electrónico que he incursionado como manera de tocar y para ello controlo todo desde MainStage.

Por el lado "no-musical" me he visto un poco forzado a aprender FinalCut y Photoshop para algunos proyectos y para poder subir material a la web. También hago algo de programación en un trabajo de poesía que es "interactivo" y que estoy desarrollando lentamente.

?

¿Qué problemas específicos han surgido al traspasar este tipo de consideraciones más científicas de las que nos has venido hablando, a la hora de tocar con otros músicos y presentarte en vivo? ¿Has tenido que hacer cambios a tus composiciones dependiendo del espacio, las condiciones técnicas, la presencia del público?

Cuando tocamos en vivo como banda, este tipo de consideraciones no se han podido integrar, pero también la banda con sus instrumentos ofrece posibilidades que permiten desarrollar el repertorio de manera distinta.

Me gustaría poder hacer este tipo de cosas en vivo y creo que eso va por desarrollar el uso del computador como instrumento musical, cosa en la que estoy trabajando ahora y que espero poner en práctica en una presentación solista que tengo luego.

Para tocar en vivo, trato de tener abiertas varias posibilidades distintas; ya sea con banda, con piano, con bases grabadas o con pura voz. Así tengo harto de donde picotear dependiendo de dónde y cómo me presente.

En el sitio web en la pestaña de "acto en vivo" voy poniendo ensayos y otros de cómo se van desarrollando las posibilidades para tocar en vivo.

Por último, quería preguntarte respecto a tu experiencia durante estos primeros meses que has vivido en Londres; ¿qué te ha llamado la atención del panorama musical y literario? Y a partir de ese contexto, ¿qué nuevas direcciones crees que va a tomar tu trabajo?

Estos meses he estado muy motivado haciendo un montón de nuevos trabajos. En parte por el hecho de cambiar de país y de que cambiaron todas mis condiciones (ahora mi taller es a la vez la cocina y el living, el resto de Cuchufleta se quedó en Chile, etc.), me he mantenido muy activo. Musicalmente el panorama aquí es muy diverso y poblado, hay de todo y mucho. Por el lado positivo: me motiva de aquí lo abierta de la escena y como distintos estilos y formas de hacer música dialogan fácilmente y hay un público interesado y que lo disfruta. Por el lado neutro: creo que esta ciudad no es necesariamente la capital de la creación musical, pero sí de la industria. La organización en la promoción, difusión y venta está muy desarrollada. Por el lado negativo y personal, es mi experiencia hasta el momento que el canto en español no les interesa mucho por aquí (aunque igual se puede). En poesía, contrario a lo que daba por hecho, aún no he visto nada muy interesante todavía en las lecturas y talleres que he participado. Lo más interesante que he visto son las publicaciones de poesía visual del Writers' Forum. Sin embargo son todas antiguas y la única nueva y buena que hay es la del compatriota Martín Gubbins.

Hasta ahora, aquí en Londres he tenido un par de presentaciones como poeta y como músico y ahora en marzo tendremos la primera tocata con la Cuchufleta que armé aquí ("Cuchufleta & the wolverines") y también tengo una presentación solista luego. Espero poder tocar harto con banda y como solista y ojalá poder salir a otras ciudades y países.

La nueva dirección que ha tomado mi trabajo y que me tiene bien satisfecho, es lo que está sucediendo con el sitio web. Gracias al trabajo que estoy realizando con el productor Matt Stine del sello 27 Sound de Nueva York, http://www.cuchufleta.com/ se ha convertido en una especie de imprenta donde publico semana a semana nuevos trabajos y donde una vez al mes se arman "combos descargables gratis". Es una nueva manera de encarar la publicación de música "post-cd" y de tener la música disponible para quien lo quiera independiente de la geografía.



Por Felipe Cussen (Investigador del Instituto de Estudios Avanzados, USACH) - Paniko


"Gregorio Fonten: Cuchufleta, poetry and London"

Gregorio Fontén: Cuchufleta, poetry and London


Gregorio Fonten: Poet and Musician. Credit: Cuchufleta

Gregorio Fontén is a Chilean poet and musician based in London. His band, Cuchufleta, was formed in 2004 and has undergone several line-up changes and a switch of continent since then. His music mixes influences from rock to Latin American music and experimental sounds.

Gregorio releases new music every week via his Cuchufleta website, and plays regular gigs around London. He collaborates with Alba Londres magazine and showcases his solo work on GregorioFonten.com.

How would you describe your music?

I like pop and its format but pop doesn’t like my tuning. I like rock and its strength but rock doesn’t like my harmony. I like classical and its harmony but classical doesn’t like my rhythms. I like experimental and its freedom but experimental doesn’t like my melodies. I like folk and its genuineness but folk doesn’t like my computer. I like jazz and its improvisation but jazz doesn’t like my way of playing.

“I am a musical duck-billed platypus.”

I am like a dog of mixed breed; a mixture of different styles but not recognised by any. I am a musical duck-billed platypus.

Which comes first for you, music or poetry?

When I am creating, I don’t pay much attention to categories. I experiment with a medium because it is a need from my curiosity with emotions, feelings and thoughts. If it turns out to fit one category or the other, that comes later.


Cuchufleta and the Wolverines. Credit: Cuchufleta

Your musical influences seem to be very diverse. Who would you say is inspiring your work right now?

Always: Los Jaivas, Charly García, Chopin, Scott Joplin and Erik Satie.

Recently: Peruvian Chicha, Argentinean Milonga Porteña, Frescobaldi, Mozart, Bwana, Tsegue Maryam and many others.

Some of your songs contain unusual instruments, such as kitchenware. How do you choose your instrumentation?

In the music I am doing now on the studio and live — except when I play with my band — I work with songs in just intonation and microtonality. This means that I cannot use fretted instruments.

I mainly play the piano or keyboards with the tuning changed and do most of the sounds in the computer. I use kitchenware and other things I find to add a variety of sounds that do not come from the electronic music world.

How many people are in your band at present?

There is Tomás on the guitar, Ben on bass, Roberto on drums, and me on keyboards and vocals. That is ‘Cuchufleta & the Wolverines’. It is mainly a jam band, and we do some sort of psychedelic Latin rock. We have a lot of fun playing.

Do you have plans for your next record?

I have a solo album waiting to be released. It is called “Tono de Lobo” and it is a collection of the first songs that I have done using microtonality. The album uses a scale of 36 steps per octave instead of the common 12.

We also have an album coming with Cuchufleta & the Wolverines.

“I am always publishing new songs and materials, and creating free download packages every month.”

Also, I now think of my website — cuchufleta.com — as a publisher or an album in constant release. I am always publishing new songs and materials, and creating free download packages every month.

What plans do you have for your poetry?

To keep doing it. And hopefully have it published somewhere. I do some home-made CD-books with songs, sound poetry and visual poetry that I sell at gigs (when I remember to take them). I would love to have the opportunity to do one of these CD-books with lots of pages and colours, in a good edition.


Where are you from?

I am from the landscapes of Chile. I am from its never-resolved colonialism. I am from Chile’s isolation from the rest of the world.

To the north we are divided from Peru and Bolivia by the world’s driest desert. To the east we are divided from Argentina by the world’s longest continental mountain range. To the west we have the Pacific Ocean and to the south, Antarctica. We are the last stop for planes. You cannot get further away.

I studied music composition in Chile. Yet what has really formed my artistic language is the culture where I grew up, the feeling of being from a ‘new world’ unaware of itself. I have given a lot of thought to this ‘Chilean condition’ and I would say it is something that I have studied to develop my art.

Chile’s isolation is not only a geographical one. It has also to do with a neglect of our own history and cultural identity. It has to do with our incapacity to think by ourselves, of being a colony in every human level except government.

“Chile’s isolation is not only a geographical one. It has also to do with a neglect of our own history and cultural identity.”

Chileans are divided between those who are the proud defenders of our colonial status — the copycats of the ‘higher’ culture of Europe or the US. The other team is represented by the opposite faction, the haters of everything that is not from the pre-Hispanic cultures. The only middle ground to this division consists in the falsification of popular culture into a picturesque folk invention.

Instead of embracing our lack of ground for supporting cultural hierarchies, of understanding our 500-year-old post-modern condition as an advantage, instead of developing our duck-billed platypus type of identity with creativity, autonomy and self determination we deceive ourselves with national dances and other artistic expressions that have little to do with the reality of what our lives are.

The scary thing is that people are buying more and more this cultural image and now, from the distance, I can perceive a growing cultural chauvinism.

How do you find living in London?

I have been in London for about eight months now. I like the foxes in the night, I love the parks and how, despite the overpopulation, there seems to be room and a welcoming scene for more people — like me!

Cuchufleta play The Finsbury in Green Lanes on 6 June and Notting Hill Arts Club on 5 July. Check Cuchufleta’s website for details of gigs and the group’s free downloads. Thanks to Gregorio for his time! - Vida London


Discography

LP:
Cuchufleta Punk (2004)
Lenceria Fina (2006)
Cuchufleta (2008)
Hoy, Joven y Vital (2010)
Tono de Lobo (2012)
Cara de Lluvia (in post-production)

These LPs have been released in cd format. There are many other solo and collaborative releases in digital format through the cuchufleta website.

Photos

Feeling a bit camera shy

Bio

Gregorio Fontén

Singing poet from Chile. Currently lives in London.
Performing solo with vocals, keyboard, pre-Columbian instruments and laptop, he has played his "Songscapes" in Chile, Argentina, U.S.A, Spain and the UK.

Known as a Dark Satie because of his combination of microtonal tuning, ragtime rhythms and use of silence, his work has been described as one of ramshackle and unique songs, whose effect is hallucinatory, corrosive; both strange and beautiful.

Combining psychedelic rock, south american huayno rhythms and cumbia with a distinctive personality, his music is as much part of a local tradition as his own original creation. The press has labeled him as the godson of Chile’s 70s legendary band Los Jaivas.

As part of the poets workshop “Foro de Escritores”, he is one of the main exponents of experimental poetry in Chile. His book “Contemplacion”, published in 2001 when he was 18 years old, is considered as a driving force for it in the country. About his poems, the acclaimed Chilean poet Claudio Bertoni wrote “his poems are good to the point of personal jealousy”.

Aside from his solo project, Gregorio collaborates with other artists and musicians. Before leaving to the UK he was the leader of the band Cuchufleta