LA BANDA MORISCA

La Banda Morisca
Músicos diversos que han creado un repertorio propio en el que mezclan las raíces orientales y occidentales
07/08/2015 - Autor: Rafael Alba - Fuente: www.americaeconomica.cm

La experimentación sobre las raíces musicales comunes del flamenco y la música andalusí, dos universos sonoros confluentes en el Mediterráneo, ha propiciado que un grupo de músicos experimentados y aventureros se unieran hace tres años para formar La Banda Morisca.

Se trata de una banda numerosa y compacta en la que se integran Josemari Cala, cantante; Juanmi Cabral, bajo eléctirco; José Cabral, oud, banjo, morisca y voces; Antonio Torres, saxos; Vincent Molino, ney, oboe de Poitou, flautas, cromorno y teclados; Wafir S. Gibril, acordeón, viola y percusiones y Andrés T. Rodríguez, batería y percusiones.

Músicos diversos que han creado un repertorio propio en el que mezclan las raíces orientales y occidentales de las tradiciones de su territorio con la riqueza y el dramatismo del flamenco y también con los hallazgos sonoros de las bandas, como Triana y Lole y Manuel que crearon el rock andaluz de los setenta.

Influenciados también por el ambiente mestizo de Cádiz, la provincia en la que tienen su base de operaciones, y por sus experiencias anteriores en bandas de amplio recorrido y también empeñadas en este tipo de fusiones, como Radio Tarifa o La Jambre, los 'moriscos' llevan tres años en la carretera.

Poco después de su formación publicaron su primer disco, titulado con el nombre del grupo, que incluía algunas canciones redondas como 'Alhama', 'Mi Carbonero' o 'Zaide', que les sirvieron para ganar el favor de la crítica especializada y empezar a darse a conocer. Desde entonces han multiplicado sus apariciones sobre los escenarios españoles, convirtiéndose en una presencia habitual en los festivales de Folk de la Península, mientras preparan un nuevo disco que servirá para confirmar las expectativas. - RAFAEL ALBA

Música al Castell revive el pasado andalusí de Dénia con un broche de oro: La Banda Morisca

El XXIII Festival de Música Tradicional i Popular ‘Música al Castell’ de Dénia no pudo tener, en la noche del sábado, un mejor broche que el que le pusieron los gaditanos de La Banda Morisca, con un concierto redondo que entusiasmó al numerosísimo público asistente que agotó todas las sillas preparadas en la explanada del Governador. De hecho, varias decenas de personas tuvieron que presenciar en pie el espectáculo desde el fondo del recinto o en los laterales.
Los asistentes pudieron, además, retrotaerse a los tiempos en que se edificó buena parte del castillo, allá por el siglo XIV. Y es que la música -y el nombre- del grupo gaditano tienen su inspiración en la Banda Morisca, el territorio de frontera entre el reino nazarí de Granada y los reinos cristianos de Castilla y Aragón entre los siglos XIII y XV. Un periodo y un lugar donde se encontraron y fusionaron tradiciones musicales cuyo mestizaje cultiva ahora este grupo. Dicen que fue allí y entonces donde nació el flamenco.

Por eso, el repertorio de La Banda Morisca combina las músicas del norte de África, de la cuenca mediterránea, el flamenco, la tradición andalusí,… sin perder un ápice de coherencia. Y es que, al final, son todas músicas hijas de una misma madre: la moaxaja, aquellas canciones -generalmente de amor- que cantaban los trovadores andalusís y que acabaron extendiéndose por todo el Mediterráneo.

El resultado es el espectáculo que, fiel a toda esa tradición, deparó La Banda Morisca sobre el escenario y que es, además, fruto de años de investigación de toda esa tradición musical. En torno a una quincena de temas y dos bises con los que el grupo satisfizo las peticiones del público.
En el repertorio no faltaron las moaxajas, pero La Banda Morisca tocó también palos flamencos: una mariana, una alboreá, un cante por farrucas, un romance,… e incluso entre canción y canción, algún toque de humor por parte del ‘cantaor’ José María Cala o del instrumentista José Cabral, que ejercía de maestro de ceremonias.

El propio Cabral expresó, hacia el final del concierto, su agradecimiento al público y resaltó lo “a gusto” que se encuentra La Banda Morisca tocando en “toda la zona levantina”, parte también de esa tradición musical mediterránea, y en particular en una ciudad como Dénia que, recordó, se encuentra celebrando los mil años de la Taifa de Daniya. - LMP

El sonido de Al Andalus triunfa en Atapuerca.

Aires del sur, melodías árabes, flamenco, zambras y bailes de boda granadinos. La música de Andalucía, el Magreb y Oriente Próximo que defiende La Banda Morisca se alzó con el primer premio del certamen de bandas folk ‘Burgos, Raíz y Evolución’. El septeto gaditano obtuvo el respaldo unánime del jurado por «la originalidad de su propuesta que une las raíces ibéricas y mediterráneas, su profesionalidad, la vistosidad de la puesta en escena y la conexión entre países», resumió tras la deliberación Fernando Íñiguez, de Radio3.
Ataviados con turbantes, gorros o túnicas los músicos de La Banda Morisca animaron el ambiente con un tipo de canciones que hacían mover los pies aunque no quisieras, como ocurrió con La arboreá de la calabaza o el tema que contaba las correrías de una morita por tierras castellanas. Con músicos veteranos en esto de la tradición y la herencia cultural (varios de ellos han pertenecido a grupos como Radio Tarifa, La Jambre, Eduardo Paniagua, La Musgaña o Hevia World Music), La Banda Morisca hizo del lenguaje mestizo sureño el sonido de la noche, arropado por las melodías de buzukis, banjos, zurnas, cromornos, acordeones y baterías.
Tras los de Jerez de la Frontera el jurado abrió el debate con los otros dos grupos. El segundo puesto se lo otorgó a Alén de Ancos, el grupo gallego que tocó en la franja más fría de la noche: «Ha sido difícil porque las tres son buenas bandas. Alén nos ha gustado por la seguridad que ha demostrado a pesar de su juventud y la ejecución de una música que mezcla el sonido de raíz gallega e irlandesa». Los chicos de El Ferrol (La Coruña) mezclaron melodías gallegas y asturianas, el folk irlandés y los sonidos escoceses unidos a una voz que ponía la piel de gallina.
De La Camerata Cervantina destacaron «el sentido didáctico del concierto, el compromiso con la música tradicional y una puesta en escena divertida y a la vez respetuosa», comentaba Íñiguez tras repasar el momento abanicos.
Los de Alcázar de San Juan se subieron vestidos de negro, con instrumentos como el violonchelo, la flauta travesera o la guitarra y dijeron venir «a vender nuestra tierra y nuestro paisaje» con temas que fusionaban romances y jotas. Pese al viento que soplaba (incluso volaron las partituras del atril), éste no hizo mella en los registros sonoros que consiguieron alcanzar con las voces, los instrumentos y las melodías rescatadas de la tradición oral.
El jurado del certamen estaba integrado por Fernando Íñiguez(RNE, programa Tarataña), Diego Galaz (músico), Joaquín García (músico), Regina Peñacoba (presidenta del Comité de Folclore Ciudad de Burgos) y Fernando Aguirre (ex componente del Colectivo Yesca). A esta primera edición del concurso de bandas de folk Burgos Raíz Evolución se presentaron un total de 25 grupos, entre los que el jurado seleccionó a los tres finalistas.
Los ganadores del concurso actuarán en el Festival Castilla Folk del año que viene, además de obtener 2.000 euros;el segundo estará el próximo agosto en el Demanda Folk recibiendo 1.000 euros, y el tercero participará en el Festival Pollogómez, de Villangómez, con un caché de 600 euros. - ILH