Las Diferencias

¿Qué posibilidades hay de que tres jovencitos de Caseros se apasionen en la misma época con el blues más oscuro y profundo de Estados Unidos y luego decidan formar una banda con la intención de reproducir esos sonidos? Bueno, eso fue lo que les ocurrió a los chicos de Las Diferencias, uno de los tríos más interesantes, eléctricos y potentes del under actual: Nicolás Heis en batería, Alejandro Navoa en bajo y Andrés Robledo en voz y guitarra. “Nos conocemos desde siempre porque vivíamos a casas de distancia, tuvimos la suerte de que los tres ya queríamos tocar instrumentos diferentes aunque ser un trío nunca fue una elección, fue nuestra realidad. No sabíamos de ningún cantante o pianista. Lo de cantar se dio varios años después. Música es lo que siempre disfrutamos hacer, es nuestra forma de vida con sus buenas y sus malas, mientras nuestros conocidos arreglaban si salir o no: a nosotros nos preocupaba sonar como Led Zeppelin”, dice Andrés. Con esa clase de intenciones era natural que la banda concentrara sus fuerzas en la construcción de un sonido propio que los identificara: “El blues fue lo primero que nos unió, hay algo que se dio en cuanto a esa música, también que somos tres y el asunto de la improvisación y de crear un clima suelto y libre. No podríamos decir que lo elegimos y que somos puristas de ese estilo pero siempre estuvo ahí y nos marcó un camino. Por eso no había nada muy claro, solo tocar. También eso definió lo que somos hoy en día, podemos pasar de tocar con peso a ser volados y livianos, o transformar una canción de tres minutos en una de quince”, explica Andrés.

Cada uno de los integrantes de Las Diferencias viene de familias de músicos. Lo que les da una variedad interesante de melodías e influencias que conforman una suerte de ADN. Así lo cuenta Andrés: “Siempre hubo clásicos que llevaré conmigo, Pink Floyd, Led Zeppelin, Rolling Stones, pero también tengo buenos recuerdos de Tears for Fears por ejemplo, y la banda de mi niñez fue Supertramp. Vengo de una familia del norte del país así que el folclore también es algo especial para mí”. Pero ellos, para sonar como suenan, ostentan, además, otra clase de influencias, más relacionadas con el territorio y la tecnología: “Supongo que siempre estuvimos influenciados por los lugares de dónde venimos. Siempre nos gustó la cosa de antaño en cuanto a los equipos analógicos y siempre escapamos de las computadoras y la tecnología, pensábamos que eso nos haría sonar ‘modernos’. Hoy es distinto, las computadoras son bienvenidas en Las Diferencias y encontramos el gusto en los sonidos más contemporáneos, vamos a ver que nos depara el futuro. Nunca se sabe”, cuenta Alejandro.

Luego de ensayar sin parar e ir detrás de un modo propio de expresarse que los hiciera sentir cómodos, Las Diferencias necesitó registrar todo eso que hacían. Recuerda Nicolás: “La grabación de nuestro primer disco llegó en un punto donde necesitábamos hacer un disco. Habíamos creado algo y sentíamos que era el momento de trasmitirlo. Teníamos gran parte de las canciones. Tocamos hace años pero planear y hacer el disco fue en una cuestión de meses. Por esa época conocimos a Sergio Ch, de Los Natas; y nos supo guiar sin tener la obligación, él se comprometió con nuestra música y así llegamos a grabar nuestro disco debut No termina más en el estudio El Attic en el 2012. Sergio fue quien nos dio mucho conocimiento sobre el oficio, cosas que hasta hoy tenemos en cuenta y nos enseñó a valorar nuestra música. Incluso toca la guitarra en uno de los temas del disco: ‘¿Por qué he llegado aquí?’”.

No termina más es un disco que impone su presencia rockera a fuerza de el uso de la electricidad y la potencia, de lo analógico y lo moderno, de las caricias y los golpes, de la furia y la delicadeza. En ese sentido, es un trabajo que aporta climas y texturas envolventes, llenas de cuerpo y consistencia. En definitiva, No termina más puede convertirse en el soundtrack ideal para la ruta, para una pelea en un bar o para darle cierta elegancia blusera a la intimidad de una reunión en un monoambiente. Con sólo tres instrumentos –este país es prodigioso en tríos que suenan como una tormenta descontrolada– y un cantante que convierte sus limitaciones en virtudes, Las Diferencias entregó un debut sólido y contundente. Dice Andrés al respecto: “Habíamos entendido que queríamos un disco que sonara actual, no como un tributo a los viejos tiempos. El tema era sonar como los tres tocando en una habitación pero con buena definición e impacto. El sonido es algo que tuvo mucho que ver con Patricio Claypole (el dueño del Attic) y Sergio, que son dos tipos que se conocen hace tiempo y se entienden bien para trabajar en el estudio. Nosotros pusimos nuestra parte en tratar de tocar lo mejor posible las canciones y de determinar la estética que queríamos. Grabar nuestro primer disco es algo que nos dio conocimiento para hoy en día poder desenvolvernos en el estudio por nuestros propios medios”.

Los recitales de Las Diferencias convierten a las canciones en pistas de despegue: un momento de tensión y suspenso sin que ninguno sepa muy bien qué va a pasar. Dice Andrés: “Tocar en vivo es lo mejor. Nuestra música está hecha para eso. Aparte de compartir el momento cara a cara, agradecer en persona a quienes nos escuchan es genial. Por otro lado, cada vez nos sentimos más cómodos en el estudio, tenemos más recursos e ideas y por suerte encontramos personas con las que nos encanta trabajar así que ahora el estudio va teniendo mejor gusto y mas dominio por parte nuestra”.

Las Diferencias miran hacia adelante, a pesar de su música viene de un pasado muy remoto, y ya están despidiendo su primer disco. Lo que viene es una nueva cosecha de canciones. Cuenta Alejandro: “Estamos terminado de cerrar los temas nuevos de nuestro segundo disco. Ya tiene un concepto bien definido y estamos en la última etapa de tratar de trasmitirlo con claridad. Espero que antes de que termine el 2015 lo podamos grabar. El nuevo disco nos tiene ocupados y nos sentimos muy cómodos con las nuevas canciones. Aspiramos a que la música nos lleve a donde quiera, es una cuestión de entrega más que de un plan”. - Radar-Pagina 12-

El trío de argentino Las Diferencias estará presente en la próxima edición del Vorterix Stones Festival que se realizará este sábado 22 de noviembre en Buenos Aires. Pero antes de esta presentación nos contaron algunos detalles de cómo será la misma y los proyectos para el próximo año. Conocé más sobre esta agrupación que se consolida en la escena emergente de Buenos Aires tras el lanzamiento de su primer disco, No termina más, publicado en 2013.

¿Qué nos pueden adelantar de este próximo recital? ¿Con qué se va a encontrar el público?

Podemos adelantarls que vamos a estrenar el video de una canción nueva. Se llama “Un as bajo la manga” y estamos con muchas expectativas, estamos muy conectados a la hora de tocar nuestras canciones y aquellos que nos vengan a ver se van a encontrar con una banda que se deja llevar y que trata de que cada recital sea único. Lo bueno es que estamos entregados al azar así que puede pasar cualquier cosa.

¿Cómo preparan sus shows en el marco de un festival? ¿En qué medida la participación de otras bandas modifican su espectáculo?

Los shows en los festivales son particulares porque son muy rigurosos con la puntualidad. Por nuestra parte tratamos de acomodarnos para dar una imagen amplia de la banda con el tiempo que disponemos.

Armamos el show para que lo pueda disfrutar el público y nosotros. Quizás donde más vemos un cambio es en la variedad de gente y por suerte cada vez nos damos más cuenta que la música de Las Diferencias es para todos.

¿Cómo fue la experiencia en otros festivales como Music Is My Girlfriend o el FestiPez?

Fueron muy buenas experiencias porque en esos festivales lo más importante es la música. Uno está muy contento por ser invitado a tocar pero también por poder escuchar y compartir con bandas que seguimos hace mucho. El MIMGF fue muy importante por que tocaba una gran cantidad de bandas de diferentes estilos y nos permitió que nos conozca gran diversidad de público.

Por otro lado, el FestiPez nos puso muy felices porque no son muchas la bandas que tocan ahí y que a la gente que integra Pez le haya gustado Las Diferencias significó mucho para nosotros. Además es genial como todo su equipo organiza y lleva adelante todo el festival.

“No termina más” ya tiene un año si lo volvieran a editar ¿Qué cambiarían?

No le cambiaríamos nada. No termina más nos llevó más lejos de lo que podíamos pensar. Nos dio muchas satisfacciones y buenos momentos. Funcionó e incluso mucha gente todavía lo está descubriendo. Un disco es una fotografía de un momento y lo más inteligente es aprender a aceptar lo bueno y lo malo. Todo lo positivo o negativo de No termina más ahora forma parte de nuestra experiencia para la hora de grabar lo próximo.

¿cuáles son sus proyectos para el 2015?

Sacar el sucesor de No termina mas y seguir tocando para llegar a todos lo lugares que están esperando nuestra visita. - MuchLa Web

Los integrantes de Las Diferencias, una banda de rockandblús rutero, se conocen desde su más tierna infancia en el barrio del noroeste bonaerense de Caseros, pero de ninguna manera se consideran una banda de rock barrial
“En el barrio éramos los raritos, unos refugiados. Nos encerrábamos a tocar porque lo que pasaba afuera no nos gustaba, no tenía nuestra onda. De ninguna manera formamos parte de una escena” cuenta Andrés, guitarrista y cantante, buscando desmitificar este romanticismo conurbanero tan habitual. “y ahora somos refugiados de verdad porque nos buscan, nuestra cabeza tiene precio… no nos quieren escuchar más!” sigue Nicolás, el baterista, entre risas. Andrés, Nicolás y Alejandro (bajo) eligieron un nombre que se adapta elegantemente a esta eterna condición de inadaptados, de raros: “queríamos algo ambiguo y misterioso, el plural, que fuera en femenino, nos gusta que sea abstracto”, dicen.
Los diferentes tienen un disco de 2014 llamado No Termina Más, el cual los llevó de gira por el país, tanto como a Niceto, La Trastienda, Vorterix y demás ilustres spots porteños. Así y todo, reconocen esas fechas semi improvisadas y en donde está todo fuera de control como aquellas en las que más se lucen, en las que el rock es el único protagonista y la energía que se retroalimenta entre el publico y el escenario el único motor, por lo cual enumeran fechas en antros marplatenses y cordobeses como las más locas y emocionales. El blues más pappista, oscuro, despojado de la liviandad rolinga y cargado de sonido hard con un sello stoner que no sorprende viniendo de la producción de Sergio Ch, de los Natas.
A pura tosudez, este trío de veinteañeros dedicados full time a la música fueron a encararlo en una fiesta convencidos de que querían hacer música de verdad, y Sergio accedió a apadrinarlos. ”Fuimos, le pedimos consejos, hicimos la tarea y al año estábamos grabando el disco. Es un capo y nos hizo aprender muchas cosas con su generosidad”. Tampoco desentona con respecto a su sonido la primera afición que mencionan, antes de cine, literatura o series: los autos de carrera. Si bien Alejandro no le encuentra mucho la gracia a ir al autódromo, Nicolás siempre fue fierrero y hace poco lo llevó a Andrés a su primera carrera de TC, del cual son fanáticos y sobre el que afirman que es mejor que la música en vivo.
Los chicos de Las Diferencias son de esa gente que definitivamente nació en la época equivocada. Obsesionados con el blues y el rock clásico, también son felices escuchando la Aspen y reconocen a Tears for Fears y Supertramp como inspiraciones de la infancia, transmitidas por sus padres. Pero Las Diferencias son stones de los stones, sin haber pasado siquiera en su adolescencia por La 25 o Los Gardelitos. Si pudiesen elegir el disco que les gustaría haber grabado, mencionan Hot Buttered Soul de Isaac Hayes, de quien se deshacen en elogios: un disco en el que se tiró todo por la ventana, no tiene desperdicio, musicazo, súper ambicioso y que sabe de música de verdad. Andrés también habla de su obsesión con Exile of Main Street, de los Rolling Stones. Tal es su admiración que más que grabarlo hubiese deseado:
“ser una mosca, observando todo lo que pasaba en esa mansión francesa en dónde lo grabaron. Una mosca más que uno de ellos, ellos seguro estaban re drogados y yo quisiera estar pendiente de todo lo que sucede”.
Esa es otra característica en la que estos pibes hacen la tan mentada diferencia dentro de tal viejo mundo del rocanrol: el reviente no les cabe una. Si bien no reniegan de unas birras cuando vienen bien, todos coinciden en que es una característica de su personalidad –perfeccionista, detallista, obsesiva- el tomarse el tema con seriedad. Es decir, tocar lo más sobrios, lo más atentos posibles. Coinciden en que ninguno se perdonaría un error típico del tocar colocado. Porque se toman la música como una pasión, pero también como un trabajo en el cual quieren ser los mejores. Y por ahora están intentando centrarse en su segundo disco, en sus palabras más refinado, más melódico, más complejo y menos salvaje que el celebrado No Termina Más. Y como nadie es profeta en su tierra- hasta que vuelven con la copa, o con un lindo currículum de shows por todo el país- están contentos de estar, paso a paso, comenzando a forjar su público fiel en el oeste que los vio nacer. - Portband