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"Nine Rain musicalizará en vivo el filme "¡Qué viva México!" / Milenio Diario"

Sáb, 18/07/2009 - 16:00
El grupo Nine Rain fue reconocido por su labor en Europa. Foto: Especial
Ciudad de México.- El grupo mexicano Nine Rain musicalizará en vivo el próximo 8 de agosto en el Teatro de la Ciudad, la proyección de "¡Qué viva México!", considerada una joya del cine silente, dirigida por el ruso Sergei M. Eisenstein.Steven Brown, Nikolas Klau, Alejandro Herrera, José Luis Domínguez, Daniel Aspuru y Oxama, integrantes de la agrupación multicultural de vanguardia que este año celebra su 15 aniversario, darán vida a un cine concierto respaldados por exitosas actuaciones en los más importantes escenarios de México y Europea.La banda, que se caracteriza por crear música original para cine, radio, televisión, danza y teatro, en México y en el extranjero, ofrecerá un espectáculo multimedia con apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, a través del Sistema de Teatros.En la sesión cinematográfica, se presentará el filme en su versión de 1979 (Rusia, Mosfilm) mientras que Nine Rain interpretará en vivo el nuevo "soundtrack"." Qué viva México!" (1930-1932) es una película de cuatro episodios, con un prólogo que presenta imágenes alegóricas del México prehispánico.El primero recrea los preparativos de una boda indígena en Tehuantepec, el segundo desarrolla el ritual de la fiesta brava y el tercero escenifica la tragedia de un campesino victimado por rebelarse en contra de su patrón.Mientras que el cuarto episodio, (no filmado por el ruso), presentaría el sacrificio de una mujer revolucionaria.Cabe señalar que dicha producción cinematográfica además ofrece un epílogo, conocido como "Día de Muertos", que se refiere al sincretismo de las distintas visiones que coexisten en México alrededor del tema de la muerte.
Notimex - Steven Brown, Nikolas Klau, Alejandro Herrera, José Luis Domínguez, Daniel Aspuru y Oxama, integrant


"¡Qué viva México! en Viva Saltillo La obra de Sergei M. Eisenstein resonó en la Plaza de Armas gracias a la banda Nine Rain"


Por: Eugenia Flores Soria
01-Agosto-2009
Muchos extranjeros piensan que los mexicanos son hombres morenos, bigotones, que portan sombreros picudos y se recargan entre grandes pencas del maguey bajo un sol que atardece y, envueltos en sarapes o ponchos, se sientan agachados y abrazan sus piernas que descansan entre la arena.
Esta imagen la proyectó, quizá por primera vez, uno de los cineastas más importantes e innovadores de la historia del cine: Sergei M. Eisenstein (1898-1948). El director nacido en Lituania realizó una película silente bajo el título “¡Viva México!”, donde se lanzan imágenes e historias que reflejan la parte más folclórica y representativa de la vida mexicana, claro, según la óptica de Eisenstein. Los dioses prehispánicos, las bodas tehuanas, las injusticias en tiempos revolucionarios, Porfirio Díaz, La virgen de Guadalupe, las corridas de toros y festejos como el Día de Muertos; comparten cámara al aparecer en el mismo filme.

En lo inicios del cine mudo, pianistas, organistas y músicos acompañaban la proyección de la película con efectos sonoros o con musicalizaciones especiales. Después, con los avances tecnológicos, la maravilla del sonido ya venía adjunta a los filmes.

Ahora, más de 70 años después de la elaboración de “¡Viva México!”, el grupo Nine Rain realizó un cine-concierto en la Plaza de Armas como parte del Festival Viva Saltillo.

Una noche fresca sorprendió gratamente a todas las personas que tomaron asiento. Algunos curiosos transeúntes se detuvieron para observar el espectáculo innovador para la ciudad.
Los integrantes de Nine Rain aparecieron al mismo tiempo que las imágenes. Una pantalla pendía del escenario y se pudo observar tanto a los músicos como a la película.Guitarras, teclado, saxofón y percusiones, le dieron fondo musical al video.

¿Qué pensaría Eisenstein si viera su filme terminado y musicalizado por Nine Rain? Nadie sabrá la respuesta, lo que sí se puede admirar es la excelente melodía que la agrupación compuso. A través de la música lograron matizar las emociones generadas por la película. Tintes de jazz, de cánticos prehispánicos y rock se fusionaron para crear un soundtrack fascinante y moderno para una cinta que, a pesar de sus años, sigue sorprendiendo a cinéfilos y al público en general.

Varias escenas de la película trataban sobre bailes y festejos. Fue difícil distinguir si la música puso a danzar a los personajes o fueron éstos los que ordenaban el ritmo a Nine Rain.
Una noche agradable con buena música y una joya del cine fueron el resultado del evento. Ahora las imágenes prehispánicas y mexicanas han quedado unidas temporalmente con una interesante fusión musical contemporánea; que mantiene presente esa imagen de México tan clásica y tan infinitamente exportada al mundo.

cm - Periódico la Vanguardia - Saltillo


"“Musicalizar ¡Qué viva México!, un riesgo; la cinta canta por sus imágenes” / La jornada"

Es una película que presenta el mejor ejemplo del arte plástico de este país de principios del siglo XX; El Indio Fernández y sus contemporáneos aprendieron mucho de ella: Steven Brown


Grigory Alexandrov, asistente del director ruso Sergei Mijailovitch Eisenstein, escribió alguna vez: "Nos invitaron a Estados Unidos para realizar una película, pero Eisenstein no llegó a encontrar un idioma común con Hollywood".
Con la ayuda del escritor estadunidense Upton Sinclair se decidió filmar entonces una película sobre México y la alegoría popular que lo conformaba, pero para hacerlo debíamos estudiarlo y comprenderlo. Los pintores Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco les ayudaron y además, durante meses recorrieron miles de kilómetros por el país. Eisenstein decidió hacer una cinta inhabitual, porque se trataba de un país singular, cuya historia "se puede relatar sin actores ni decorados".
El resultado fue ¡Qué viva México!,clásico silente en la historia del cine universal, que ahora será sonorizada en vivo por el grupo multicultural de vanguardia Nine Rain y plasmado en un disco (editado por Indepent Recordings) que será presentado el próximo 8 de agosto, en el Teatro de la Ciudad, donde la banda liderada por Steven Brown –fundador del legendario grupo de art-rock Tuxedomoon– narrará acústicamente las imágenes del México popular captadas por los rusos a principios del siglo XX, pero en una versión que se restauró en los años 70.
“¡Qué Viva México! es muy citada, pero pocos la han visto. Creo que muchas películas mudas clásicas no necesitan música, por lo que hacerlo con ésta fue bastante riesgoso. Una buena cinta, como ésta, canta con sus propias imágenes. La música sale con la luz y entra por los ojos también”, explicó Brown en entrevista.
Más que una síntesis fílmica del arte popular, ¡Qué viva México! “es el mejor ejemplo del arte plástico de este país de principios del siglo XX. EmilioIndio Fernández, así como sus contemporáneos, aprendieron mucho viendo esta película”, dijo Steven Brown.
¡Qué viva México! tiene cuatro episodios. El prólogo presenta imágenes de la época prehispánica; el primer episodio (titulado Sandunga)recrea los preparativos de una boda indígena en Tehuantepec, Oaxaca; el segundo, desarrolla el ritual de la fiesta brava; Maguey, el tercero, escenifica la tragedia de un campesino victimado por rebelarse en contra de su patrón, y el último, Soldadera (no filmado por el ruso), presentaría el sacrificio de una mujer revolucionaria.
Steven Brown tiene muchos años de vivir en nuestro país, por lo que reconoce que como Sergei Eisenstein, también se “enamoró de México. Puede ser como una retribución. Yo sigo acá y sí hay un paralelo, aunque no quiero compararme con alguien de la estatura de este realizador. El disco sólo es un soundtrack; lo importante es tocarlo en vivo. Es más bien todo elperformance, que es más teatral que otra cosa”.
Nine Rain, integrada además por Nikolas Klau, Alejandro Herrera, José Luis Domínguez, Daniel Aspuru y Oxama –todos reconocidos por su amplia trayectoria y experimentación–, ha creado música original para radio, televisión, danza y teatro en México y en el extranjero. Sus dos primeros discos, Nine Rain y Rain of Fire,marcaron un precedente en la experimentación dentro de las fusiones entre el jazz, el son jarocho, diversos ritmos latinos y el rock experimental, con letras en español, inglés y náhuatl.
Para realizar la banda sonora de un filme "tan grande", los miembros de la agrupación se dividieron el trabajo;"cada uno tomamos diferentes secuencias y escenas en nuestros rincones durante meses, así se hizo", comentó Steven Brown, quien adelantó que luego de esta presentación, el grupo hará una gira por todo el país y por Europa.
¡Qué viva México!, musicalizada por Nine Rain, se presentará el sábado 8 de agosto a las 20 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, ubicado en Donceles 36, Centro, cerca de la estación Allende del Metro. Boletos en la taquilla del teatro y en los teléfonos: 5510-2197 y 5325-9000. - Nine Rain sonorizará en vivo el clásico silente de Sergei Eisenstein en el Teatro de la Ciudad “Musi


"Acordes y desacordes. Nine Rain: sonorizar al silencio / Revista Nexos"

Por David Cortés
Desde su concepción, Nine Rain ha sido una agrupación que busca fundir dos tradiciones: la vanguardia y las sonoridades propias de la música de ciertas regiones de este país. La hibridación ha quedado plasmada en álbumes que distan mucho del éxito comercial, pero que sí han dejado una huella importante en el ámbito artístico. Desde el debut homónimo, en el que un tema como “Rainy Jaranero” se encargó de marcar las directrices del futuro, al fundir el son jarocho con el jazz, hasta México Woke Up (2006), placa en la cual las aportaciones de los nuevos integrantes imprimieron otra visión y una mayor energía, el ahora sexteto (Steven Brown: saxos, clarinete,voz; Alejandro Herrera: vihuela, requinto jarocho, voz; Nikolas Klau: bajo, electrónicos; José Luis Domínguez: guitarras; Daniel Aspuru: teclados, batería y Oxama: percusiones y juguetes) se ha movido en constante ascenso.
La más reciente acometida de Nine Rain es ¡Que viva México!, el soundtrack para la película del mismo nombre, dirigida por Sergei Eisenstein. No es la primera ocasión que Steven Brown se acerca al cine. Como integrante de Tuxedomoon, musicalizó The Ghost Sonata. Luego participó en The Super-8 Years with Tuxedomoon en el que, además de música, proveyó íntegramente las imágenes. Los adictos al cine tal vez lo recuerden, en el rol de pianista, en Salón México, la versión que José Luis García Agraz dirigiera a mediados de los noventa.
Poner música a películas mudas no es novedad. Lo han hecho, con mayor o menor éxito, agrupaciones como Art Zoyd o In the Nursery. Hace un par de semanas, la Cineteca Nacional ofreció un ciclo en el que cuatro bandas de rock añadieron música a igual número de filmes. Lo novedoso es que estas bandas sonoras funcionen en dos niveles: sonorizar imágenes silentes y, lo más difícil, sobrevivir alejadas del celuloide.
¡Que viva México! marcha en ambos planos, lo cual es un gran acierto, si consideramos que son más las veces que uno se acerca a escuchar un disco que a ver una película. Probablemente lo logra porque Nine Rain es una agrupación que desde sus comienzos se ha inclinado por la música instrumental y sabe cómo crear imágenes con ella. Si bien en esta incursión ha trabajado a partir de imágenes ya construidas, evitó ceñirse a la obviedad y su música funciona como un multiplicador de las filminas primigenias. A las imágenes ya existentes, el escucha puede agregar muchas más.
Hay, evidentemente, partes incidentales, transiciones, puentes y dado el carácter del filme, también son notorios los momentos en los cuales aflora lo mexicano en la música; sin embargo, este tono en apariencia obvio es trastocado con la inserción de reminiscencias de sonidos clásicos, jazz, experimentación. Ayuda, también, seguir la regla de menos es más y, con frecuencia, escuchamos diferentes apareamientos instrumentales y no al grupo en su totalidad. Esa actitud de los músicos de replegarse siempre que lo consideran necesario, dota a la música de mayor espacio, le brinda instantes de respiro y cuando el grupo ataca en pleno, el efecto es mucho mejor. Pero no busquen rimbombancias o tonos épicos: si algo caracteriza a esta banda sonora es la ausencia del lugar común.
Vivir la experiencia de cine y música es inigualable. No obstante, ¡Qué viva México!, el disco, tiene su propia vida. El pretexto radica en la obra de Eisenstein y los integrantes de Nine Rain le han hecho honores de muy buena manera, pero al mismo tiempo encontraron la forma de dotar de autonomía y convertir en satisfactoria a la experiencia auditiva, un logro que no muchos pueden jactarse de alcanzar.
- Nine Rain: sonorizar al silencio


"NINE RAIN RIMUSICANO EISENSTEIN / di Antonio Tuzza"

di Antonio Tuzza (10/11/2009)

Il film di Eisenstein rimusicato per il secondo incontro di Timezones
Steven Brown & Nine Rain, nuova musica per “Que viva Mexico”
Tutta la rassegna barese interamente dedicata alla musica del cinema
L'auditorium Vallisa
Venerdì 6 novembre 2009, si è tenuto il secondo incontro della rassegna Time Zones – Sulla via delle musiche possibili, quest’anno interamente dedicata alla musica del cinema. Dopo quella della pianista Eri Yamamoto per il film del 1932 I Was Born But del cineasta giapponese Yasujiro Ozu, anche questa volta un esperimento di sonorizzazione: i Nine Rain, collettivo con il musicista americano Steven Brown (già elemento dei Tuxedomoon), Nikolas Klau, Josè Luis Dominguez, Daniel Aspuru, Oxama e Alejandro Herrera, hanno rimusicato il film Que viva Mexico del grande maestro russo Sergeij Eisenstein.


L’incontro a Casa Giannini
Gli autorevoli musicisti stranieri sono stati anche invitati ad un interessante incontro tenutosi il giorno prima dell’esibizione presso Casa Giannini, storico rivenditore di pianoforte della città di Bari, che ospita regolarmente incontri pomeridiani su argomento musica, a 360°, spesso anche con esibizioni dal vivo, tutti di grande interesse e spessore. Presenti, oltre a Steven Brown, il critico cinematografico Vito Attolini e il direttore artistico di Timezones Gianluigi Trevisi; proprio questi ha aperto l’incontro descrivendo il suo quasi pioneristico impegno, nel corso delle ben ventiquattro edizioni del festival, per affermare e dare la dovuta dignità alla musica per film. Oggi sembra assurdo, ma diciannove anni fa, quando la rassegna ha ospitato il primo concerto al mondo di musiche di un già 60enne Ennio Morricone dirette dallo stesso autore, per la musica della settima arte non c’era ancora un unanime riconoscimento, le orchestre non eseguivano di buon grado gli spartiti di musica applicata, non accorgendosi così della nascita di un vero fenomeno.
Oggi le cose sono molto cambiate, i compositori di musica per film sono diventati personaggi determinanti della scena artistica musicale, e questa edizione di Timezones è un atto dovuto nei confronti della crescita d’importanza di questo genere, se così lo si può chiamare, che non ha nulla da invidiare alla musica ab-soluta, sciolta da qualsiasi altro condizionamento, fotografico o narratologico. Pur con le sue contraddizioni interne. Infatti Trevisi racconta del suo “litigio” con Morricone riguardo la musica di Philip Glass (ospitato dalla rassegna in una passata edizione) che il maestro romano, pur riconoscendo l’estrema forza emotiva di un film come Koyaanisqatsi, faticava a riconoscerla come “musica”.
La casa Giannini con i suoi ospiti
La parola è poi passata al critico cinematografico Vito Attolini, memoria cittadina della vita musicale e cinematografica barese, il quale ha ricordato che questa resistenza, ormai apparentemente vinta, alla musica per film ha radici lontane e autorevoli: stiamo parlando di Igor Stravinski e di Theodor Adorno e Hans Eisler. Ma questi personaggi, dai quali il pensiero del ‘900 non può prescindere, declassavano la musica per film soprattutto di provenienza hollywoodiana, ovvero di quella industria cinematografica che aveva appiattito l’invenzione filmica a mero processo produttivo, a catena di montaggio che tirava fuori pellicole tutte uguali a se stesse, utilizzando commenti musicali che facevano leva sulle emozioni del pubblico utilizzando consueti clichè, oggi ancora largamente praticati. Eppure, questa situazione era ben nota già ad Eisenstein, che nel suo Alexander Nevskij dà a Prokofiev precise indicazioni sulla musica, lontane dal meccanismo ridondante del “scena d’amore > violini vibranti”. Ed è proprio su questo che ha puntato Timezones nel corso degli anni: nel rintracciare e ospitare quei compositori che metteveno in crisi l’utilizzo sistematico del clichè musicale applicato al cinema, e che cercassero, dal punto di vista espressivo, una strada nuova.
Infine il critico ha puntualizzato sul fatto che Que viva Mexico non è un vero e proprio film di Eisenstein, in quanto sono sue solo le riprese; infatti, richiamato improvvisamente in patria, il cineasta non potè mai più mettere le mani sul suo progetto che rimase, così, incompiuto. Il film fu montato una prima volta nel 1933 col nome di Lampi sul Messico, e poi nel 1979 da Grigori Aleksandrov, anziano collaboratore del regista russo; per questo motivo questa versione pare essere quella più vicina al progetto iniziale.
Infine prende la parola Steven Brown, americano residente in Messico, che, in un simpatico “itagnolo”, spiega la genesi di questo progetto. È stato il governo messicano che in occasione dei 100 anni della Rivoluzione Messicana (quella di Pancho Villa ed Emiliano Zapata), si è rivolto ai Nine Rain, il progetto nato dalla collaborazione dei musicisti di cui sopra per fondere due culture musicali (americana e messicana) molto diverse, secondo un percorso sfociato anche nel forte impegno politico per sostenere la causa zapatista in Chapas. Il film, spiega Brown, è stato diviso in 5 parti, ognuna musicata da un membro del gruppo. Esse sono state poi assemblate e rielaborate tutte insieme nell’arco di 6-7 mesi di lavoro; il gruppo sarà in tournèe per circa un anno in tutto il mondo. Brown afferma inoltre di essere un sostenitore dei film senza musica, di quelli che contengono già nell’immagine, nel colore, nei movimenti di macchina un preciso ritmo interno. Alla mia domanda su come, allora, si fosse posto nei confronti di un film da musicare per intero, egli ha risposto che ciò è stato possibile proprio dall’incompletezza dell’opera di Eisenstein, come se quella porta non chiusa avesse permesso l’ingresso di un ulteriore elemento.
I Nine Rain sonorizzano Que Viva Mexico
Il concerto all’auditorium Vallisa
Nella splendida cornice dell’Auditorium Vallisa, chiesa sconsacrata adibita a sala da concerto nel centro storico di Bari, si è tenuto il concerto dei Nine Rain. Una ricca paletta timbrica (piano, synth, sax vari, clarinetto, batteria, percussioni, chitarra elettrica, chitarra messicana, ukulele, basso elettrico e voci) ha musicato il film utilizzando i pianissimo e i fortissimo, con commenti che pur avvicinandosi sporadicamente alla tentazione della mimesi, e a tratti del micheymousing, non hanno mai perso il loro aspetto prettamente musicale. Il film di Eisenstein, pur nelle riserve della sua presunta autorialità, è, senza mezzi termini, bellissimo: descrive il popolo messicano di quasi un secolo fa in tutte le sue sfaccettature, dalle più ricche alle più misere, dal culto semipagano della morte alla reminiscenza della severa evagelizzazione cristiana, dalla crudelta della corrida alla purezza e poesia delle nudità quasi naive, che ricordavano la Tahiti di Gauguin. La musica dei Nine Rain, che nei momenti più intensi e crudi mi ha rievocato i pugni allo stomaco di Jesus Christ Superstar, ha interpretato e dato voce a quel qualcosa di magico e primitivo contenuto nelle immagini di Eisenstein.
Riferimenti:
www.timezones.it
www.ninerain.com
www.gianninipianoforti.it - NINE RAIN RIMUSICANO EISENSTEIN


Discography

Still working on that hot first release.

Photos

Bio

Sobre el filme de Sergei M. Eisenstein

¡Que viva México! (1930-1932) es un filme de cuatro episodios, con un prólogo y un epílogo. El prólogo presenta imágenes alegóricas del México prehispánico; el primer episodio, titulado Sandunga, recrea los preparativos de una boda indígena en Tehuantepec; el segundo desarrolla el ritual de la fiesta brava; y Maguey, el tercero, escenifica la tragedia de un campesino victimado por rebelarse en contra de su patrón.

Mientras que el cuarto episodio, Soldadera (no filmado por el ruso), presentaría el sacrificio de una mujer revolucionaria. El epílogo, también conocido como Día de Muertos, se refiere al sincretismo de las distintas visiones que coexisten en México alrededor del tema de la muerte.

Luego de siete décadas de la aventura mexicana del cineasta soviético, sus imágenes aún conservan el poder y la frescura de una de las grandes obras del cine mundial. Además de ser un filme influyente para lo que llegaría a denominarse "estilo mexicano" de la cinematografía -cuyo principal exponente sería Emilio El Indio Fernández- ¡Que viva México! fue un proyecto que se vio nutrido de un gran número de fuentes artísticas netamente mexicanas.

No es aventurado afirmar que en ¡Que viva México! se sintetizó lo mejor de la plástica mexicana del siglo veinte. Diversas investigaciones acerca de esta obra enfatizan la deuda explícita que Eisenstein tuvo con los muralistas mexicanos, en especial Orozco y Rivera, de quien fue amigo. Adicionalmente, la influencia de otros artistas, como el grabador José Guadalupe Posada y los fotógrafos Agustín Jiménez y Manuel Álvarez Bravo, es evidente en varias de las imágenes del filme.

Grigory Alexandrov, quien fuera asistente del director ruso en esta aventura mexicana, escribió alguna vez: “Nos invitaron a Estados Unidos, para realizar una película, pero Eisenstein no llegó a encontrar un idioma común con los propietarios de las firmas de Hollywood.

“Con la ayuda del escritor norteamericano Upton Sinclair se decidió filmar entonces una película sobre México, pero para hacer un filme sobre este país había que estudiarlo y comprenderlo. Los pintores Rivera, Siqueiros y Orozco nos ayudaron a conocerlo. Durante dos meses viajamos recorriendo miles de kilómetros. Eisenstein decidió hacer una película inhabitual porque se trataba de un país singular, de México, cuya historia se puede relatar sin actores ni decorados”.

Sobre Nine Rain

Joya del cine silente, ¡Que viva México! tiene una nueva musicalización, realizada por el grupo mexicano Nine Rain, la banda de vanguardia más importantes de la República Mexicana, formada por Steven Brown (integrante-fundador Tuxedomoon), Nikolas Klau, Alejandro Herrera, José Luis Domínguez, Daniel Aspuru y Oxama, todos ellos reconocidos por su amplia trayectoria musical, así como por su constante experimentación sonora.

Juntos han creado música original para cine, radio, televisión, danza y teatro en México y en el extranjero, y se han presentado como agrupación en varios de los más importantes escenarios de nuestro país y la Unión Europea. Sus dos primeros discos Nine Rain y Rain of Fire, ambos editados en México por Opción Sónica -el último licenciado en Alemania por Traumton Records y en Estados Unidos por Liquid 8-, marcaron un precedente en la experimentación musical en México dentro de las fusiones entre el jazz, el son jarocho, diversos ritmos latinos, y el rock experimental.

En 2000 el grupo fue comisionado por la Hannover World Expo 2000 para crear la música original para “El zócalo: lugar de encuentros”, proyectada en la pantalla IMAX del pabellón México, y en 2002 participó en MEXARTES con una presentación en el prestigiado Haus der Kulturen der Welt en Berlín.

En 2003, entre la edición de estos dos álbumes, Nine Rain se presentó en San Petesburgo, Rusia, con motivo del lanzamiento del disco Choice, editado por el sello ruso NeoAcústica. Mexico woke up, el quinto disco, fue producido por Nine Rain, y contiene de 11 temas inéditos que confirman la tendencia del grupo a crear música novedosa utilizando ritmos e instrumentos de diversas culturas en una fusión de complejos y poco convencionales temas, con letras en español, inglés y náhuatl.

En 2008, tras recibir el apoyo del programa “México en Escena” del FONCA, el grupo edita Nine Rain VI, un disco de edición especial, interactivo, que incluye cuatro videos de su disco anterior (Mexico woke up), audio extra (podcasts de cómo se creó el disco), así como fotografías inéditas del grupo en su estado de creación.

Este 2009 el grupo cumple 15 años desde su fundación y cuenta con siete álbumes en su discografía.