Protistas

El Reino Protista está conformado por seres vivos que, por sus características –no son animales ni plantas– no encajan plenamente en ninguno de los reinos existentes. El cuarteto santiaguino Protistas es más sencillo de definir: tocan rock y pop explosivo y emotivo y se les puede ver en escena, sin necesidad de un microscopio, casi todas las semanas. El nombre del grupo, dicen ellos, no responde a un discurso elaborado sino que a la admiración por la belleza de los micromundos, pero el título del disco que estrenan esta semana en el Bar Constitución de la capital, Nortinas war, sí tiene algunas explicaciones. La guerra por la sobrevivencia que están librando justo estos días los treinta y tres mineros atrapados en la mina San José de Copiapó, en el norte de Chile, es sólo coincidencia.








Desde que el guitarrista y vocalista Álvaro Solar comenzó a tocar sus canciones, la historia de Protistas ha sido suma tras suma. Tras editar en 2005 el disco solista Grabaciones de campo y pieza y quedar seleccionado en el concurso Nuevos Sonidos que organiza el portal Super45, en 2006 Solar invitó al percusionista Andrés Acevedo para formar A. Solar & Niño Invento, dupla que se paseó por pequeños escenarios santiaguinos hasta que el año pasado se les unió el guitarrista del trío Survey Team, Francisco Marín, y pasaron a llamarse Protistas. Bajo ese nombre, editaron el EP1 y pocos meses después Mi pieza EP, en torno a la canción "Mi pieza", con remezclas del grupo Picnic Kibun y del dúo Moustache!

Entremedio, el bajista y pianista Benjamín Varas comenzó a tocar en un par de canciones en los conciertos, pero su participación en la banda se hizo tan imprescindible que para el disco que lanzan esta semana, y que comenzó a gestarse como trío, grabó en todas las canciones. Como cuarteto, Protistas exploran en canciones de sonido de baja fidelidad y de alta intensidad dramática, recurren a crescendos eléctricos y a coros pegajosos, y a primera escucha –y segunda también– se notan referencias a la tradición de la música independiente anglosajona de las últimas décadas, desde el folk intimista hasta el sensible postrock.

–Hay una banda gringa que se llama Woods que tiene la misma postura como azarosa, no tan tensa para grabar –reconoce Álvaro Solar, fundador de Protistas–. Es rico que las grabaciones tengan un grado de distensión en el sonido, como si fuera una canción que recién se inventó. Por otro lado, está el sonido de Deerhunter, en tratar de buscar con nuestros recursos un sonido abrasivo y expansivo dentro del esquema pop. Sin ser directamente postrockero, Protistas tiene un juego con el clímax y todo eso. Las canciones no necesariamente responden a un crescendo constante, pero nunca son canciones planas. No sé cómo tomar el postrock como referente, pero es innegable que está en el ADN. Hablar de Explosions in the Sky, aunque quiera, no se puede evitar, y ahí está también Sonic Youth.

–A diferencia del postrock, las explosiones son más controladas –precisa el baterista Andrés Acevedo–. Tienen que ver con una necesidad más emotiva que rockera. Cuando la canción se tiene que levantar se genera un mayor momento de fuerza y luego se baja. No es la idea entrar en una clave ultra instrumental, porque lo que está decantando la música de Protistas es una cosa más popera. Hay un trabajo de contención, de liberar en el momento necesario.

–Sus referentes son claros, pero en una entrevista anterior dijeron que su música tiene una "innegable raíz chilena", y el disco se llama Nortinas war y un tema "Princesa del Tarapacá"…
Solar: Es que innegablemente somos chilenos. No necesito escuchar música andina para que me emocione. No soy una persona que consume folclor chileno, pero siento que formo parte de eso o al escucharlo me emociono.
Acevedo: No es como el primer disco de Gepe (Gepinto, 2005), donde hay una innegable búsqueda de lo chileno, sino que se da de una forma natural por los ritmos, por la intención sucia que puede tener una cueca o la alegría de un trotecito nortino. Se va filtrando. Es una cosa de sensación, de sentimiento (se ríe). No es que estemos pensando en términos melódicos o estructurales en algo chileno, si no que se da por una raíz propia.
Solar: El disco tiene cierto hilo, hay conceptos que se repiten.

–¿Cuáles?
Solar: La guerra, el norte. Mi hija vive en el norte y "Princesa del Tarapacá" está dedicada a ella. Hay una forma de acercarse a la música intentando generar una conexión emocional con lo que nos pasa, como rendir tributo a la gente que uno quiere. En ese sentido, siento que es un disco buena onda, que busca un lado humano, y como banda dependemos mucho de la amistad.
Acevedo: Decidimos ponerle Nortinas war al disco porque nos dimos cuenta de que hay una serie de nexos, cosas que están flotando y que al ponerlas juntas arman una idea. La portada también tiene que ver con eso: es un arte medio nortino, pero eso llegó a nosotros, no lo buscamos.

–Pero se hacen cargo…
Acevedo: Claro, dentro del disco vas a encontrar muchas referencias al norte, pero son pistas, puntos de entrada para llegar a la música y poder abordarla de alguna forma. Hay canciones que están muy ancladas en eso, como una que se llama "Alto Hospicio" y que habla de esa tragedia en que fueron violadas tantas niñas. Tiene que ver con el proceso de las canciones: primero es la música y después las letras, entonces todo lo temático va llegando posteriormente. Las letras son una manera de dar un ancla a las melodías.
Solar: El tema de la guerra tiene que ver con el proceso que he tenido personalmente de asimilar la partida de mi hija a Iquique. Para mí ése siempre ha sido un tema complejo. El año pasado fui al norte y me reconcilié con esa ciudad que a mí no me gustaba mucho, la encontraba medio inhóspita, y como yo soy del sur, de Puerto Varas, estoy acostumbrado a otro paisaje, un paisaje que te cobija porque hay árboles por todos lados, y el norte representa para mí un lugar despojado de todo. La experiencia personal, en el caso de las letras, es la manera en que me puedo anclar.

–¿Y en la música están presente ritmos o sonidos nortinos?
Acevedo: Pero como guiños, como complemento. Lo que nos gusta de Nortinas war es que la gente se puede encontrar con momentos alegres que te pueden invocar las fiestas del norte, La Tirana, particularmente una canción que se llama "Incendio en mi corazón", y también está este sentimiento de desvarío, pérdida, desazón. Están esas dos cosas en pugna, y ahí está la guerra, ese conflicto que da referencia al nombre del disco.







–En su EP Mi pieza hay remezclas de Picnic Kibun y de Moustache!, dos grupos que hacen música bailable.
Solar: Lo entretenido es que la melodía de ese tema se puede aplicar a diferentes estilos.
Acevedo: Cuando Picnic Kibun nos pidió el tema para remezclarlo nos sentimos halagados, y es chistoso encontrar la remezcla de Moustache! como "Protistas dance", porque no estuvo en la concepción del tema pero sí tiene un sentido, porque la gente que va a vernos se siente en una dinámica de baile, aunque no entiendo todavía por qué. Ahí hay una conexión y es entretenido ver cómo eso se puede extrapolar hacia otra cosa y se mantiene la idea del baile. Y lo entretenido es que harta gente raya con "Mi pieza", y eso quiere decir que esa canción es mejor de lo que esperábamos. La electrónica tampoco es tan lejana. No somos gente que escuche sólo bandas de rock, siempre la electrónica está dando vueltas y la canción "Nicaragua" de Nortinas war está hecha con El Sueño de la Casa Propia.

–¿Cómo fue eso?
Acevedo: Le mandamos las bases y lo que él hizo fue meterse en la canción más que ponerle algo encima. Y lo hizo la raja porque funciona como un arreglo. Él asume muy bien que la base melódica la hacemos nosotros y dentro de los espacios que dejamos él mete efectos especiales y ritmos en algunas partes que no quedaron bien grabados, entonces le mete un bombo para que suene más power. Levanta partes, le da otro aire. Lo rico de la electrónica es esas sorpresas que se pueden dar.

–¿Qué caracteriza a Nortinas war?
Solar: El disco es mucho más melancólico que lo que hacemos en vivo, es mucho más pausado, explora cosas que no son tan inmediatas, se toma su tiempo. Es bien lo-fi, pero tiene muchas capas, hartos detalles.
Acevedo: La esencia del grupo es hacer canciones sencillas pero bien trabajadas. No sé si nos interesa ser muy diferentes, pero sí más propios, no parecernos a nada estandarizado.
Solar: Tenemos equipos que son más o menos y sería bacán tener otros, pero tampoco nos quejamos. Por lo general, las bandas tienen un estándar de calidad, y lo que hacemos nosotros es tratar de componer buenas canciones y hacerlas sonar lo mejor posible con lo que tenemos. Esa es nuestra prioridad. Protistas nace de una necesidad de tocar música más que de una capacidad de tocar música. - mus

At the beginning of this summer I was fortunate enough to spend a month in the strikingly beautiful and welcoming country of Chile. I went to Chile as a volunteer and spent two weeks assisting English teachers in the Hermanos Matte grade school in Santiago. The next two weeks I spent in Vina del Mar, teaching students in a technical college (DUOC) about American culture, or at least my understanding of American culture. But my goals abroad weren’t just to share American traditions with Chilean kids–I wanted to learn about Chilean culture as well.

I first met Álvaro Solar through the Internet, Gmail to be specific, in my quest to find bands to see during my time in Chile. Álvaro Solar, Francisco Marin, Andrés Acevedo, and Benjamín Varas form the band Protistas. Protistas are a garage rock, new wave, and psychedelic rock influenced four-piece based in Santiago, Chile. (Their new EP, Nortinas War, is available to download free.) Fortunately Protistas had a show scheduled at Club Batuta, located in the Plaza Nunoa area of Santiago, during my stay in the city.

With my host mother’s paper and marker map (as well as her umbrella) in hand, I set out to find Club Batuta, where Protistas were playing that night. Luckily my bus driver was kind enough to tell me when we had reached my destination. The doormen at Club Batuta were really excited to see my American passport.

Protistas kept the crowd engaged with their enthusiastic, energetic and at times comfortingly mellow, performance. After the show Alvaro and I made plans to meet the next day to have a more lengthy conversation and I walked into the rain, feeling warm and content from Protistas’s set.

The next day, while waiting for Alvaro to meet me at the cafe, all I could think about was how nervous I was to interview him in Spanish, something I’d never done before. The following words are the result of my first interview in Spanish (!) and I’ve tried my hardest to translate them in a way that best reflects Alvaro’s sentiments.

How did Protistas come into existence?

Well we’ve been friends for many years; in fact, we’ve known each other since childhood. We’ve all been in various bands with each other and with other people. Our drummer played guitar before he played the drums and, for that reason, doesn’t have a typical style of drumming. We’ve been playing together as Protistas for about 1.5 years.

How would you describe Protistas’s sound?

I think that Protistas has a simple and fundamental sound. We don’t want the songs to be hard or complicated to play so we can play and enjoy ourselves as if we were children. I think it’s music for doing things in the home (like washing dishes or making love) while the sun comes through the window and makes everything look prettier. This always presents the idea of refuge, a warm space, sensual and melancholy.

On your Myspace you have download links for two EPs (EP 1 and the Mi Pieza EP), have you released physical copies of either of these EPs?

We have not. We are working on another EP that will be released sometime in the fall. It is about twenty-seven minutes long. We also plan on releasing an LP sometime in the near future, hopefully before the end of this year.

Do you plan on self-releasing the EP or are you working with a record label?

We are on a label called Cazador. It’s independent and quite small; there are only 6 bands that make up the label.

Are there a lot of independent labels in Chile?

Big ones? No. Smaller ones, like Cazador, do exist but they are not that common. The market for independent/DIY labels and music just isn’t that large in Chile. In the United States, however, ‘hype’ forms around a lot of the independent bands. Here in Chile you don’t really get those ‘buzz bands’. Take Woods for example, a band that is relatively small, very ‘indie’. They’re small but they can make a living playing music and being on a small label just because there are a lot of people in the United States who enjoy and embrace ‘independent’ music. Chile has much less people than the United States so obviously there is a much smaller audience to appeal to. We don’t want to be only well known in Chile, instead we want to be well known in Latin America, to a larger audience. We want to be successful and respected not only within Chile but also within Mexico, Argentina etc.

Is it difficult to musically enter into other countries? Is there a music community that crosses country lines in Latin America?

It’s not that large, which makes becoming musically recognized in other countries more difficult, but it does exist. For example, we might go to Buenos Aires, Argentina at the end of the year to play. The internet definitely makes it easier for people to connect musically. The internet has made it possible for people in other countries, like Brazil for instance, to listen to our music. Ideally we’d like to establish in more countries, like Mexico and the United States. The music scene in Mexico is much stronger and has more of a presence than most music communities in Latin America. Another local band from Santiago, Astro, has begun to have a presence in the Mexican music scene and that is very exciting for us.

You’d previously spoken about various Chilean bands that are beginning to sing in English. Do you think that it’s easier for bands that sing in English to be successful in other countries? Do you, as Protistas, only want to sing in Spanish?

Many of the bands I like are from the US and they sing in English. Sometimes I don’t understand everything they want to say (sometimes I don’t understand what bands are trying to say in Spanish!) but I do recognize an idea that i Identify with or a sentence that I like a lot. For example, I really like Arcade Fire lyrics.

I think that language is quite important and directly affects the music. The English language is filled with monosyllables (seven is the only poly-syllable in the numbers one through ten) and I think this affects the melodies and the way of singing. I agree that the significance of the words in a song is secondary to the power of a melody. It’s true that here in Chile many bands have begun to favor singing in English over singing in their native tongue. In general, they explain this by stating that English is the language of all the bands they admire. There are Chileans who don’t like this; I think it’s good because it creates new forms of musical expression, and, like I said, the language determines the music.

I think it’s highly likely that songwriting in English helps expose songs to a greater number of people worldwide. (Exposure to songs in Mexican Spanish influenced the type of meter many Chilean bands use in their songwriting.) If you sing in English I think there are many more places that will be familiar with you. I wish it wasn’t like that and ‘globalization’ would consider languages other than English.

It’s strange but with Protistas it happened that at the beginning when we were working on a new song I created sentences in English only when I couldn’t think of anything in Spanish. I know how to speak English but at the same time I can disconnect my mind and use sentences without any real meaning in English to fill empty spaces in a song. Anyway the only songs in English we sing live are covers of songs we like. For example, we currently play ‘Strange’ by Galaxie 500 and we want to cover a song by Beat Happening called ‘Teenage Caveman’. - artist advocacy