Remolacha Beets

“Comenzamos a hacer música en 2008 para el Festival Eucalipto, cuando éramos solo tres. Ahora somos entre 7 y 8 en el escenario porque a veces los amigos que tocan instrumentos distintos se nos unen. Nos gusta improvisar”.

Su nombre fue elegido por bromas en un ensayo, hablando de tocar una melodía en Re. “De pronto a alguien se le ocurrió decir remolacha y así pegó, y como tenemos un gringo en el grupo, le agregamos el beets”.

El grupo tiene 5 integrantes fijos; Andrés Bosch, quién toca el charango; Mauricio Mota, la guitarra; Zachary Towne-Smith, la armónica; Pablo López, las percusiones, y Peter Meng, el bajo. “A veces se unen otros amigos que tocan la trompeta, el güiro, el agogó, el cajón peruano y otros instrumentos étnicos”.

“No tenemos un género definido. A veces tocamos cumbia, reggae o soul, pero nuestro sonido es bien distintivo por el ensamble de instrumentos peculiares”.

Este grupo guatemalteco se ha atrevido a entrar en el mercado con canciones propias, lo cual, según sus integrantes, ha restringido los lugares en los que les permiten tocar. “La gente está muy acostumbrada a escuchar música popular en los bares y restaurantes. Hemos tenido mayor aceptación en el interior del país y en el extranjero”.

Por el momento, los Remolacha Beets están planificando una gira por Europa, donde ya tienen siete fechas confirmadas entre finales de junio y principios de julio. Se presentarán en París, Bruselas y Berlín.

Su disco oficial Bajo de Agua se encuentra en bandcamp.com, itunes.com, soundcloud.com, spotify.com, grooveshark.com. “Y si lo quieren comprar físicamente, solo deben asistir a un concierto nuestro y acercarse a pedirlo”. - Siglo 21

Puro soul mesoamericano es lo que nos traen Los Remolacha Beets desde Guatemala.
La agrupación está conformada por abogados, ingenieros, profesores universitarios, biólogos, empresarios y programadores de software que durante sus ratos libres hacen música ¿O acaso es al revés?
Lo cierto es que desde más de diez años, estos chicos se las han ingeniado para crear su música con pocos recursos económicos y técnicos, pero con una gran dosis de creatividad y entusiasmo.
Su música sencilla en su construcción, pero rica en instrumentación y sonoridades, se conforma por la mezcla de charango, guitarra acústica, bajo, armónica, trompeta y percusión.
A partir de lo anterior, los guatemaltecos logran un sonido único y particular que ellos mismos han bautizado como funky folk panamericano.
Orgánico, libre de pretensiones, alegre y festivo, es como nosotros describimos la propuesta musical de esta agrupación que justo el día de ayer lanzó nuevo material discográfico.
Se trata del EP Zontas, un disco conformado por cinco canciones que han sido parte de su repertorio y que reflejan las vivencias de la banda durante los últimos 12 años: "Cinco temas que tocan la añoranza en la distancia, el desazón, la adopción de una nueva patria, la familia y las consecuencias del exceso".
Pese a lo anterior, Los Remolacha aclaran que el sonido vertido en este trabajo no tiene nada que ver con su próxima producción discográfica y que la edición del EP responde a una inquietud por editar un conjunto de grandiosas canciones en el momento preciso: ahora.
En su blog, los integrantes comentan que se encuentran refinando las canciones de su próximo álbum y que incluso siguen componiendo algunas de ellas. También nos comparten que uno de los temas se titulará "VIP La Aurora", una canción autobiográfica que habla acerca de la tendencia a perder vuelos, trenes y camiones.
El lanzamiento oficial del álbum será el próximo 18 de julio en el Teatro Abril de la Ciudad de Guatemala, en cuya presentación, según revelan en su cuenta de Facebook, habrá regalos sorpresa.
Los dejamos con el video de "Mathematica" que se desprende del disco Bajo de Agua. Se trata además del primer videoclip de la banda, el cual fue filmado en la Villa Banani (Guatemala) y Hotel Paco Real (San Marcos la Laguna) por ellos mismos. - La Banda Elástica

Hay pocas cosas tan sabrosas como ritmos latinos en guitarras acústicas, al menos para mí, hay pocas cosas tan sabrosas como eso, y este EP de los Remolacha Beets es justo eso, una pequeña exquisitez; coqueta, sutil, romántica y pícara, el Zontas reúne mucho del encanto de la banda guatemalteca, de su dominio y versatilidad, de su atrevimiento y agudeza, de ese calor persistente en los ritmos que utiliza y género que explora. Creo que esto lo repito muy seguido, pero, a veces lo único que se necesita es una guitarra acústica.

Con apenas 5 canciones, fácilmente se encontrarán dándole play una y otra vez, quizás el disco peca de breve y precoz, parece que apenas tomó vuelo cuando llegamos a la última canción, nos obstante, cada una brilla por mérito propio, conformando un trabajo sabrosón. El disco abre con una de las canciones más exquisitas que he escuchado en la música guatemalteca recientemente: Londres, un coqueto corte bossa que, con cajón, guitarras y una tímida harmónica obligan a bailar de cachetío, a suspirar cerca del oído, obligan un abrazo largo y resbaloso.

Con una trova agridulce continúa el disco, La perla una típica alegoría de corazones rotos pero llena de actitud, rolita aventurera para los desamorados donde esta orquesta latina presume de ritmos. Pero si de desamores hablamos, qué mejor que curarlo con picardía, Gringo tortillero tiene ese brinconcito de cejas levantadas, de miradas, toqueteos debajo de la mesa y manos en la cintura; una bossa y cumbia coqueta para subir las revoluciones.

Pero… pero si de cumbia hablamos, Rivers & Wood es a donde deben ir. Como dentro de un bar antigüeño, en serenata con gringos-latinos, este latin lounge cantado en inglés es de los cortes más interesantes del Zontas por esa innegable influencia latina y caribeña, pero es línea vocal, en armonías hay retazos de blues de carretera; un extraño híbrido de ritmos y culturas. Y para terminar este cachondeo y chonguengue musical, Goma moral es el corte más jocoso del disco, rolita acusticona de encanto andino, la chingadera hecha canción, un himno de chupadero, grito entre birras.

Lanzado el público hace pocos días, el Zontas de Remolacha Beets ofrece una amplia gama de colores, de ritmos y actitudes, desde la típica coquetería de la banda, ese su encanto infeccioso que contagia de bailes a quienes lo escuchen, a silenciosa introspección, a intimidad y romance, a travesando sensualidad y jocosidad. Mi única queja será la brevedad del disco, apenas estamos disfrutando de su diversidad, de cuán ecléctico es el grupo, empezamos a adivinar y hasta suponer su siguiente movida, cuando termina.

Claro, el verdadero encanto de la banda es disfrutar de su dinamismo en vivo, así que solo me queda más que invitarlos a que persigan este disco y se lo aprendan para después, dedicar Londrés, corear La perla, zapatear con vigor el Gringo Torillero, cinturear con River & Wood y sacudirse lo mareado con Goma Moral. Ah, y una cosa más, sintonicen este jueves nuestras sesiones, que se viene El Paxte, vocalista de Remolacha Beets. - esQuisses