Sibelius

Pasadas las 7:00 pm comenzó el talento nacional Sibelius con una actuación impecable de esta agrupación venezolana, liderada por su guitarrista Philipp scheer. El público respondió gratamente ante su propuesta musical, y el reto de abrirle a Symphony X se había superado de muy buena manera.

A las 8:15pm Sympony X irrumpe en la sala de conciertos del Emil Friedman, luego de escuchar el intro de apertura, que causó la emoción en su fanaticada que ávidamente esperaban su show en Venezuela.
Las miradas incrédulas que eran notorias de parte de los presentes suponían un buen espectáculo, el ambiente fue cálido y muy intimo.
Russell Allen demostró porque es una de las voces más consolidadas del metal mundial, un carisma en tarima durante todo el show, con una banda impecable en escena derrocharon energía y buena vibra a todos los presentes.

Luego de casi dos horas Symphony X deleito a los presentes con un extenso repertorio, dejándonos una lección de maestría e intensidad demostrándonos su genialidad.

Nuestros agradecimientos una vez más a Roberto Palmitesta (Jefe de Prensa) y a los productores del evento Cheo y Aleco de Comegato Producciones.


- Mattey

Por más 3 años consecutivos, la venida del grupo estadounidense Symphony X a Venezuela, había sido desacertada. Los rumores y anuncios de las productoras que alguna vez querían amarrar su visita, se perdían en el desconcierto de giras pospuestas e intentos fallidos, por alguna u otra razón. Este año no fue así: la banda anunciaría las fechas de su próxima gira por Sudamérica y Comegato Producciones, no dudó en confirmar una para Venezuela: Domingo, 19 de Octubre, la primera en este tour por el Sur.

Ese día, la ciudad de Caracas iba a ser el centro de atención: el Teatro del Colegio "Emil Friedman" ubicado en el sector Los Campitos, fue el lugar escogido para la realización de este concierto. Este recinto permite un aforo de 800 personas máximo, por lo que hacia de este evento un tanto exclusivo, privando a muchas personas de presenciarlo, tomando en cuenta el peso que representa Symphony X y la gran cantidad de seguidores que tienen en el país.

La exigua capacidad de personas en el teatro, y el costo de la entrada (280 en su primera preventa), se prestaban para la crítica. Dos puntos que fueron quizás, de los pocos errores que la producción cometió a la hora de realizar este concierto.

Casi las 800 personas, sí los cálculos son buenos, decidieron asistir a esta velada. El concierto fue pautado a las 6 de la tarde, y ya a esa hora contaba con un Emil Friedman totalmente lleno. Comegato Producciones, antes de dar luz verde al evento, sorprendió al publico al nombrar por el micrófono los números de 10 tickets benditos: 10 personas afortunadas en conocer en persona a los de Nueva Jersey.

La apertura del concierto empezó a poco más de las 7 de la noche con la presentación de los nóveles Sibelius, una agrupación en trío, caraqueña, liderada por el guitarrista Philipp Scheer, que junto al multiintrumetista Jorge Rojas, y en su primera aparición para un público como el de esta noche, se ganaron su atención con la interpretación de un corto set que intensificaba en la música neoclásica, académica, rayando en varias ocasiones en lo heavy metal.

Una introducción musical de fondo, humos y luces en el escenario, daban entrada de los músicos, que empezaron su ejecución con una adaptación a su estilo y arreglos, en guitarra, bajos y batería; de gran parte de la "5ta Sinfonía de Beethoven".

Philipp Scheer, deleitaba al público con un gran manejo de su instrumento, regalando melodías y solos bastante trabajados y atractivos, donde podía percibirse claras influencias de Yngwie Malmsteen. Por su parte, Jorge Rojas, que en su mayoría tocó e hizo de las suyas en el bajo, también tomó las riendas, en su ocasión, de los teclados y una segunda guitarra. Siempre ambos llevados por el tiempo de una batería no tan protagonista.

"Will To Be", "Arpeggio Sin", "A Place To Remember", entre otras, fueron las canciones, todas de su primer y único álbum Rebellion (2008), que tocaron esta noche. Terminando su actuación con la canción "When Love Is Not Enough", tema que resalta su estilo en el metal gótico y contó además con la participación de la cantante mezzosoprano Ninoska Camacaro, que con un poco de nerviosismo en el escenario acompañó con su voz.

Aplausos fueron los recibidos por esta agrupación. Phillip agradeciendo al público, invitaba y dejaba todo listo para la llegada del "camión" estadounidense.

Bajo los gritos del respetado, se apagaban las luces de todo el teatro y empezaba el fondo ambiental de "Oculus Ex Inferni", introducción que abre el Paradise Lost, su más reciente álbum (2007) y protagonista de la gira actual; anunciaba que la banda más simbólica del power metal progresivo, sí estaba en suelo venezolano.

Un intenso humo, que se tornaba fatigoso y a la vez acosador presentaba a los 5 músicos más aclamados de la noche, quienes salían hacia la tablas con gran ovación del público y justos para convertir el mundo en fuego con el tema "Set The World On Fire". El público venezolano pudo darse cuenta de la alegría y sentimiento envolvente que en todo momento les transmitía la banda. Sobretodo, Russell Allen, que delante del líder del grupo y guitarrista, Michael Romeo, se hacia protagonista tanto en su entrega personal como en su calidad vocal, demostrando ser una gran persona -al menos con el público venezolano- y su voz de las más potentes y versátiles conocidas en todo el mundo. El Ronnie James Dio moderno, no solo sabe cantar, si no también animar exitosamente al presente.

Una de las mejores voces y uno de los mejores guitarristas estaban presentes en la capital del país: Algo increíble y a la vez cierto. Romeo demostró quien era, con toda su técnica, y desarrollo. Su conocida fusión de extrañas escalas y arpegios, y grandes habilidades con las que se ha echo famoso no dejaban de palparse en cada pieza de la banda. Por otro lado, al igual que Allen, se acercaba sin miedo y atrevido al público para que lo tocaran mientras sonaba las cuerdas de su guitarra.

El resto de los músicos: Michael Lepond (bajista), Mike Pinnella (tecladista) y Jason Tulio (baterista), delante de la actuación de estos dos pilares, parecían invitados de lujo que hacían su trabajo -de forma excelente, claro- pero a la vez más concentrados en su instrumento, que en otra cosa.

En su primera parte, Symphony X recitó 12 canciones. El álbum Paradise Lost fue interpretado casi en su totalidad, así como también clásicos como "Masquerade", "Inferno" y "Evolution", temas que conservan lo técnico, progresivo y orquestal que caracterizan a la banda. Culminando esta parte con el tema "Revelation", no sin antes incluir solo la séptima y última parte del largo tema "The Divine Wings Of Tragedy" titulada Paradise Regained, donde más de uno reventó en lágrimas.

En la espera, y con la aclamación del público que pedía el retorno, una segunda parte llegaría: el tema "Eve of Seduction" era el que salía a flote y el quinteto se ajustaba de nuevo en las tablas para seguir su excelente concierto.

Seguía "Of Sins and Shadows" canción por demás extraordinaria, según la banda, debía ser el tema con que terminarían su actuación. Escuchándose de echo, dentro de los tiempos que permitía la lírica, comentarios como "Muchas gracias Venezuela", "Hasta la vista", hechos por el frontman en limpio español.

El público pedía más, y gritaba al unísono "Sea of Lies". La banda haría complacencia, solo si al término en la cuenta de 4, anunciada por el carismático Allen, entre todos hicieran un gran grito, garantizando según él, la ejecución del tema. Y así fue, luego de un par de intentos "fallidos" y flojos, "Sea of Lies" terminaba este conciertazo.

Tanto los integrantes de la banda como el fanático presente, se vieron sin duda alguna muy satisfechos: Muy pocas agrupaciones que vienen al país, han estado tan entrelazadas con el público como lo hizo Symphony X esta noche. Siendo esto junto a la calidad musical de la banda, un escenario bastante acondicionado y presto, una acústica perfecta y un bien comportado público; la mezcla perfecta para tildar este concierto como el mejor del año, quizás.

Entre las anécdotas que no pueden pasar desapercibidas y quedarán en el grato recuerdo hay que mencionar cuando antes de tocar "Eve of Seduction" salían Allen con un sombrero en forma de pez capturando la "carnada" de una caña de pescar imaginaria que Romeo complementaba. Además de la burla que hacia Allen hacia el reggaetón, preguntando si acá gustaba esa música y luego bailándola. Entre otras cosas.

Como todo no podía ser perfecto, las fallas en el sonido (en ocasiones contadas, varios instrumentos dejaban de sonar), el estorbarte humo artificial(hasta la banda se le notaba exhausta de él) que agradecidamente dejaron de expulsar luego, y la seguridad que ¿no dejaba capturar fotos?, eran solo algunas de las negativas del concierto.

No es de extrañar que en una próxima gira, esta misma productora -si se quiere- volvería a hacerse con una fecha para Venezuela. Pues, esto se trató de un excelente concierto y la banda demostró ser un bandón. Además que así permitirían que muchas de las personas que no pudieron estar presente esta noche lo hicieran y con la mejor de las expectativas. Se espera.

- José Bellorín