Silvia Perez Cruz y Raul Fernandez Miró

Director and journalist Ramon Balague has his proyect www.concertsprivats.com where he compiles intimate films of Catalan artists. Highly recommendable! - Catalan TV Programm: Concertsprivats

documentary with videos! - Tots Sants

No vive Refree de sus propios discos y eso al parecer no es un obstáculo sino que le da una libertad envidiable. “La libertad es el 100% de este proyecto, si la pierdo desaparece su sentido. Hubo un momento en el que me preocupaba más lo que vendía, pero ahora me da igual. Estoy muy a gusto como productor. Un poco estresado, sí, pero vivo bien y cuando hago un disco de Refree es para divertirme. Ambos aspectos de mi trabajo son complementarios. Mi vida no tendría la misma intensidad y sentido si no los combinara”.

Lo del estrés se entiende visto el programa de su visita relámpago a Madrid. Saca media hora para hablar de Nova creu alta, título futbolero, (así se llama el campo del Sabadell) del séptimo álbum que este barcelonés nacido en 1976 y bautizado como Raül Fernández ha publicado bajo su seudónimo artístico unipersonal. Desde 2005 lleva publicando álbumes en los que lo hace todo. Pero la charla es en la terraza de un bar de barrio en una bochornosa tarde de otoño porque ha viajado a la ciudad por otro motivo, producir un álbum benéfico, y el estudio está allí al lado. “Es un proyecto para Amnistía Internacional. Algunos de los artistas que participan son gente con la que he trabajado y me pidieron que produzca una parte... en realidad al final supervisaré casi todo”.

Allí están Kiko Veneno, último Premio Nacional de Músicas Actuales, y Christina Rosenvinge artistas a los que ha producido con bastante éxito. Refree es ese técnico al que se acude cuando se quiere que el trabajo de un artista dé un giro. Su mano se nota. No se le contrata para que pase desapercibido sino para conseguir que el artista suene de otra manera. “Sí, veo que pasa y es fuerte. Cuando alguien piensa ‘vamos a hacer un disco distinto’, es como que la elección es clara: ‘pam, Refree’. Yo no tengo la sensación de querer llevar a nadie a un sitio distinto. Es importantísimo saber que estás haciendo un traje para alguien, no un disco propio. Yo le propongo cosas. Y si se nota el sello me parece estupendo. Pero lo que es muy importante es la convivencia, hablar, conocerse... la preproducción es fundamental”.

Cuenta con un arma propia, un estudio en su casa. “Lo monté para mí y pensé: ‘grabo a los artistas en otro sitio y luego me hago los arreglos aquí‘. Pero al final como soy así de friki, he recopilado aparatos antiguos y he terminado por tener un estudio que está muy bien. El problema es que es en mi casa y es un equilibrio complicado. Pero con gente como Kiko que tiene un ritmo muy especial de hacer las cosas, que funciona mejor a largo plazo, pudiendo pensar, que se va y vuelve, es así como funciona mejor.

Decía hace meses que Kiko Veneno era el artista más tozudo con el que había trabajado, y tiene experiencia en artistas con caracter. Refree ha colaborado también con la rapera Mala Rodríguez, con el componente de Sonic Youth, Lee Ranaldo o con Silvia Pérez-Cruz, la artista catalana que publicó su debut en solitario en 2012 y que se ha convertido en un inesperado éxito, lleva 20.000 copias vendidas hasta el momento. “La verdad es que no está mal el listado. La psicología no es una parte en apariencia muy grande del trabajo, pero te prometo que si no la tienes no puedes hacerlo”.

Asegura que, por eso mismo, este nuevo disco de Refree es mucho más guitarrero que los anteriores, y en él ha abandonado su suavidad mediterránea habitual. “Este disco esta muy influido por el de Kiko. Quieras o no solo hago las cosas que me gustan. Soy selectivo y digo no a muchas producciones. Y como tengo la suerte de trabajar con gente interesante y con un carácter muy fuerte es muy difícil que no te afecte”. - El Pais

La fin de l’été a livré son disque phare. Celui qui peut nous faire oublier que les jours raccourcissent et que les meilleurs rayons du soleil sont derrière nous. Il y a aussi du plaisir à glaner au cœur des premiers frimas. Cet automnal 11 de noviembre est l’œuvre singulière d’une jeune chanteuse ibérique dont peu d’Hexagonaux auront entendu parler. Forte d’une sérieuse formation en classique et en jazz et d’expériences passées aux côtés du guitariste catalan Toti Soler, du trio du contrebassiste Javier Colina ou au sein du charmant groupe féminin Las Migas, Slivia Pérez Cruz possède un bagage large et solide. Son imaginaire l’est tout autant. Aujourd’hui maîtresse de son destin, elle se détourne des choix stylistiques évidents pour laisser résonner une inspiration remarquablement libre. Son univers contient des musiques patrimoniales, mais elle se garde d’en épouser les clichés. Des bribes de flamenco, de jazz, de fado, de samba, de standards américains ou de folk pointent ici et là. Ses mélodies agiles s’habillent d’une orchestration acoustique délicate faite d’une mutitude d’instruments souvent solitaires (piano, guitare, trompette, banjo, accordéon...) ou de chœurs à l’unisson qui se mêlent à des sons concrets. Des voitures passent, des cigales chantent, le tonnerre gronde, le fantôme d’Audrey Hepburn nous visite (Ia mélodie de Moon River s’incruste dans Iglesias), il pleut souvent, mais toujours le chant au timbre nuancé de Silvia Pérez Cruz décalque sur notre inconscient le moindre de ses sentiments, que l’on imagine purs et bienveillants. On est paré pour l’hiver et bien au-delà. Exceptionnel !
B.M. - Mondomix

Lo que para ella es normal, para el resto resulta extraño. Hace tiempo que no se daba una situación tan singular como la protagonizada por Silvia Pérez Cruz, una cantante que no se adscribe a ningún estilo ya que su estilo es personalizar todo aquello que canta, sea habanera, copla o chacarera. Y lo mejor es que ocurre con tal naturalidad, falta de pretensión y franqueza que acaba pareciendo lo más normal del mundo. Se acepta incluso que, sin haber publicado disco en solitario -su voz está presente en unos 16-, nadie la contemple como una segunda voz, sino como la mejor voz que ahora mismo hay en España. Lo suyo es insólito.

Como insólito resulta que una artista sin disco propio llene el Coliseum. Lo hizo el viernes por la noche, agotando las entradas y rindiendo a su público con un concierto de marcado acento emocional en el que Silvia quiso recordar a su padre, quien murió el 10 de noviembre del año pasado y que habría cumplido 56 el día del concierto. No podía dar un mal concierto con todos los pronunciamientos a favor.

SILVIA PÉREZ CRUZ

No lo hizo. Silvia recordó las canciones que su padre le enseñó de pequeña, una de las primeras Alfonsina y el mar; cantó las que más le gustaban, por ejemplo Menuda, e interpretó canciones propias que a él le gustaban, como la preciosa Nao sei, que como ella compuso en Portugal, la compuso y canta en portugués. Así de sencillo y natural. Tanto como su presencia en escena y como su voz, un susurro cálido que desarma tanto por su colorido como por la capacidad que tiene Silvia de adaptarse a cualquier registro insuflando pasión. Su éxito, clamoroso, la está convirtiendo en algo extraño por inusual: una artista muy popular sin canción alguna famosa. - El Pais