Sucesores de la Bestia

El grupo rosarino compartió la canción el último sábado. La versión final contó con la colaboración del dúo Klauss y Lesbiano.
El último sábado, Los Sucesores de la Bestia subieron a la web la canción “Popaganda”. El tema, una colaboración con el dúo Klauss y Lesbiano, es una de las composiciones que –por razones “estéticas”– no fue incluida en la selección final de 4.59 AM Club, el próximo disco del grupo rosarino.

“Es una de las canciones que quedaron sueltas y que presentamos como simple”, explicó Dani Pérez a Rosario3.com.

“Es una canción folk, bien fogonera; y la idea era que suene diferente”, continuó el cantante sobre el tema que compuso, como suele hacerlo, “con una guitarra acústica”.

Esa aspiración sonora “distinta” se consumó en los estudios Siesta del Fauno, con gran cantidad de sintetizadores.
La ficha técnica incluye al propio Pérez: voz, piano acústico, Prophet 6, PPG Wave, Minimoog; Ernesto Romeo Solina: Yamaha CS80; Lucas Romeo: Wurlitzer, Korg Drum Machine, Bass Station, Roland TR 909, Linndrum; Lucio Cumini Londero: bajo Prophet T8; Pablo Brun: batería; Lesbiano: Roland Juno 60, Drum programming; Pablo Gil: Emu Modular

La presentación del tema, que coincidió con el festejo de Día Nacional del Músico, está disponible en la web de Audio Buró. Además, en el canal de YouTube del sello rosarino, se compartió un teaser.

Pérez adelantó que el plan es editar 4.59 AM Club –“con unos once o doce temas”, sobre un total de 17– el próximo mayo.

“No sé en qué formato, aunque tenemos la intención de editarlo en vinilo”, cerró Pérez. - Rosario 3 (TV Channel web page)

El cantante habló de "La sombra del primero", su debut como solista. El líder de Los Sucesores de la Bestia muestra un perfil más melancólico y nostálgico.
"Los miro distraído/una tarde de domingo/las parejas se susurran al oído la promesa de que no están perdidos", canta Dani Pérez en "La sombra del primero", el tema que también es el título de su primer disco solista. Con su pelo afro y su look años setenta Dani Pérez es conocido como el líder de Los Sucesores de la Bestia, la banda de rock funky que ya suma casi dos décadas de carrera. Pero entre los discos de su grupo y los que produjo para otras bandas, el cantante y guitarrista le dio lugar (después de muchas vueltas) a un puñado de canciones desertoras, introspectivas y melancólicas que se transformaron en su debut solista. "La sombra del primero" salió por Audio Buró EM_DASHel sello del cantante, que también tiene un estudio propioEM_DASH y viene acompañado por el libro "Hablar sin saber", que incluye las letras de los temas, fotos de Maxi Conforti e ilustraciones de Federico Pellegrini. En charla con Escenario, Dani Pérez habló sobre su nueva criatura, el valor de los discos en formato físico y su rol como productor. También analizó con una mirada crítica la escena rosarina actual: "Se ha vuelto muy conservadora", aseguró.

—¿Cómo surge tu primer disco solista?

—La mayoría de las canciones son del 2004 y 2005. Son canciones que fui escribiendo y que no colaban en Los Sucesores de la Bestia. Pero siempre tuve la idea de tomarme un tiempo para grabarlas y hacer un disco. En el 2011 se grabó una primera versión del disco sólo con guitarra y voz en una transmisión especial del programa "La respuesta", de Radio Nacional. El resultado era bueno pero no me terminaba de convencer, las canciones me gustaban pero la grabación no. A principios de este año me decidí y me encerré en el estudio para regrabar todas las canciones con sonido de banda, aunque todos los instrumentos los toqué yo.

—Los Sucesores de la Bestia es una banda asociada al ritmo, al funk. "La sombra del primero", en cambio, es un disco más bien melancólico y nostálgico. ¿Buscaste diferenciarte del grupo?

—Esas sensaciones siempre están dando vueltas en mi música, no fue algo buscado para diferenciarme de Los Sucesores. Estas canciones se compusieron al mismo tiempo que las de "Promesas, mentiras y café" (el cuarto disco de Los Sucesores). Algunas canciones las probamos para ese disco y no quedaron. Esa separación que mucha gente ve desde afuera con respecto a mi obra yo no la percibo, porque estoy muy inmerso en el proceso.

—En el álbum hay temas con melodías beatlescas y también temas que se aproximan a la bossa. ¿Cuál es tu relación con la música brasileña?

—Yo escucho a Caetano (Veloso) desde los 15 años. Y también a Elis Regina. Esas eran algunas distancias que tenía con los Sucesores en los primeros años de la banda, porque ellos estaban más metidos en el rock. A mí el formato canción me gustó siempre y el tropicalismo también. Es una música que tiene una armonía especial y una forma de cantar que a mí me atrae mucho.

—El disco está disponible en Bandcamp y también salió en CD junto con un libro. ¿Tiene sentido editar hoy en formato físico, cuando la gente puede escucharlo gratis?

—El CD mucho sentido ya no tiene. Es la verdad. Pero hay toda una parte legal de la edición en Argentina que está atada a ese formato. Además me interesó el hecho de editar un libro y que la obra se venda toda junta. Hace un año me compré una compactera Technics —una como no había podido tener de chico— para escuchar los discos de mis amigos. Muchas bandas independientes están editando en CD y los regalan, los comprás o los conseguís. Yo vengo de la época del cassette, que era muy feo, y tengo mi colección de vinilos, que la heredé de mis viejos y después fui comprando por mi cuenta. Yo tengo una relación con el disco como objeto, me gusta y me interesa. No sé si tiene sentido, pero tampoco tiene mucho sentido hacer música en sí. Los discos que realmente me gustan los compro, como el último de D'Angelo. Para mí está claro que hay una diferencia entre el sonido del CD y lo que se vende en iTunes, pero para el gran público no existe esa diferencia. No sé si hay una diferencia que justifique pagar 150 pesos por un CD cuando lo podés tener gratis. Seguramente esa diferencia no vale 150 pesos para casi nadie.

—En los últimos años te hiciste un nombre como productor. ¿Cómo te iniciaste en la producción y por qué te interesa?

—Como casi todos los productores, yo arranqué con mi propia música. Dentro de Los Sucesores al único que le importaba la parte del estudio era a mí. Ya desde muy chico me grababa con una portaestudio. Siempre estaba grabando canciones y decidiendo qué iba y qué no. En ese camino, que fue completamente autodidacta, me fui haciendo. El primer disco que produje para otro fue el de Rubén Bussi, el cantante de El Ajenjo. Después produje "No significa nada", de Los Vándalos. Y también trabajé con La Esquina, El Regreso del Coelacanto, Lemon Pie y Shot Gun. Ahora estoy produciendo a los Firenze y a El Sueño de los Insectos, que es una banda de La Plata. Me encanta producir y mezclar, poder opinar sobre la música de otro y que se logre algo superador entre todos. Hacer discos es algo que me apasiona. Para mí es como respirar, es lo que elegí.

—¿Qué debe tener una banda para que te interese producirla?

—Lo que más me importa es tener tiempo. Hacer un disco lleva de seis meses a un año y yo lo tomo con seriedad, porque como compositor siento que la música que compone cada uno es lo más propio que tiene, no es algo que está en el aire o que se pueda comprar. No importa si después suena a cliché o si se notan mucho las influencias: lo que hizo cada músico para él es súper importante. También tengo que relacionarme con la música que estoy produciendo, que algo de lo que está sucediendo me guste. En la producción se pone mucha pasión, tiempo y trabajo, y nunca se paga cómo se debería, entonces tiene que haber cierta empatía con la música que suena en el estudio.

—¿Cómo ves la escena rosarina hoy, desde tu rol de músico y productor?

—En los últimos seis años la escena de Rosario está yendo un poco para atrás. Yo viajo bastante a Buenos Aires y estuve tocando en Córdoba hace una semana. También voy a Mendoza y me relaciono con colegas de los estudios y de las bandas. Me parece que acá no hay un espacio de valoración para lo que es el show en vivo. El punto de vista técnico no está valorado. Ninguno de los principales lugares para tocar, que están por el centro, tiene un sonido más o menos como la gente para que una banda de rock se luzca. Y ni hablar del tema de seguridad, después de lo que pasó en el Café de la Flor. En los lugares estatales tampoco están las condiciones dadas. El problema es que a nadie le interesa demasiado, y los shows empezaron a ser una cosa como de fondo, mientras la gente toma algo o charla. Parecen una excusa para activar una escena que de otra forma no existiría. La escena se ha vuelto muy conservadora desde el punto de vista de los que hacen el negocio, y hay una desvalorización de lo local que en otros lugares no se da. Córdoba está estallando de artistas de sellos virtuales, de lugares para tocar que están buenísimos y de público que va a ver, a tal punto que van poco a Buenos Aires porque edificaron una escena propia que se autoalimenta. A mí me escriben muchos músicos de otros lugares para tocar acá y me piden que les pase lugares, y después me dicen sorprendidos que ni siquiera les quieren pagar los viáticos. Así se desvaloriza al músico y al espectáculo. También es cierto que están los músicos que dicen que sí a todo. Es un demonio de dos patas. Los tipos que tienen los bares no son los únicos responsables. Con mi banda hace años que optamos por casi no tocar en Rosario, a riesgo de que te pregunten qué están haciendo o si nos separamos.

Los Sucesores: festejo y álbum nuevo

Los Sucesores de la Bestia van a festejar sus 20 años de carrera en 2016 y además tienen planeado sacar un nuevo disco, “4:59 AM Club”. “La intención es que salga para abril o mayo”, adelantó Dani Pérez. “Queremos editarlo en vinilo. Tenemos un contacto en EEUU para fabricar los discos y veremos cómo hacemos para entrarlos”, agregó. Con respecto a su lado solista, el cantante y guitarrista dijo que podría haber más discos, aunque aclaró que el formato de banda es su prioridad. “Tengo más temas que compuse solo. De hecho, en principio había dos discos planeados para «La sombra del primero». Pero la idea de ser solista en sí no es algo que me interese. La liturgia de la banda de rock es lo que más me atrae”, aseguró. - La Capital (Rosario biggest newspaper)

Sonidos con humor y parodia
Esto no es funk y Esto es head rock serán presentadas esta noche, a las 22, en el Club Imperial de San Martín y el río, recorre gran cantidad de géneros y estilos, y lleva aún más allá la de por sí difícil tarea de etiquetar al grupo.

Por Edgardo Pérez Castillo
El viejo juego de las clasificaciones tambalea frente al flamante lanzamiento de Los Sucesores de la Bestia, que luego del bello Promesas, mentiras y café (EmR, 2007) irrumpen con un poco frecuente disco doble. Dividido en dos unidades independientes --tituladas Esto no es funk y Esto es head rock, y que serán presentadas esta noche, a las 22, en el Club Imperial de San Martín y el río--, el trabajo de Daniel Pérez (voz, guitarra, teclados y talkbox), Fabricio Silvestri (guitarra, teclados y coros), Lucio Cumini Londero (bajo, teclados y coros) y Pablo Brun (batería) recorre una innumerable cantidad de géneros y estilos, y lleva aún más allá la de por sí difícil tarea de etiquetar a un grupo que sigue apelando al humor y la parodia para, con total seriedad, desconcertar a los desprevenidos y brindar además su personal visión de aquello que el rock debería ser.

Porque si bien el funk y el rock aparecen como conceptos generales, ya desde los títulos se propone un juego con el etiquetado de la música: por un lado no se trata de funk, por el otro se habla de head rock, rótulo que no remite a un estilo particular. "Nosotros (quizá sin intención o quizá a propósito) disfrutamos del hecho de insertar una duda --apuntó al respecto el cantante y compositor--. Que no se sepa bien si es en serio o en joda, si son rockeros o se hacen, si son funkeros o qué. En un punto creo que los dos discos son lo que nosotros tenemos para decir sobre el rock y el funk hoy, después de haber escuchado muchos discos, haber leído, haber tocado. Quizás estos discos sean como una conclusión abierta, momentánea, de lo que sentimos que tiene que ser la música de Los Sucesores de la Bestia hoy en día".

En ese sentido, Pérez distinguió además el formato seleccionado para presentar estas 27 canciones: "Para nosotros es un alegato muy fuerte, porque es un disco doble en una época donde el formato Cd está muy despreciado como objeto de consumo. Para mí el disco es un conjunto de canciones que uno pensó en un tiempo determinado, que reflejan un momento determinado de la banda. Y que, en un punto, forman el discurso de la banda. Después, respecto a los géneros, a la música la pienso para ser libre, no para atarme a estructuras que otra gente planteó, que quizás las han planteado de una manera tan excelente que quizás ya no hay nada que agregar. Yo quiero agregar, y no puedo hacerlo imitando, obedeciendo reglas que quedaron planteadas por el peso que tienen en el inconsciente del público. Quiero correrme de ese lugar y agregar una relectura, entonces se termina desdibujando tanto que parece una música que no tiene ninguna influencia. En realidad Los Sucesores de la Bestia tenemos un montón de influencias, pero sabemos disfrazarlas bien".

- Estos dos discos afirman éso. O, al menos, plantean un desafío, porque de ser necesario etiquetar cada canción se llegaría a un extenso listado de géneros y estilos que, en realidad, tampoco definiría a la banda.

- Claro. Para mí los discos se defienden a través de las canciones. Para mí Esto es head rock es el disco más rockero que hice. Ahora, qué entiendo yo por rock quizás es distinto a lo que piensa otra persona. Y no me interesa definir qué es lo que yo entiendo por rock, prefiero que alguien más lo escuche y piense lo que quiera. En este último tiempo estuvimos escuchando mucho los discos de Wilco, yo volví a escuchar muchísimo los discos de The Who, pero nosotros no buscamos tocar el bajo como The Who, sino que entendimos que The Who era esto que hacemos. Quizá Pete Townshend pensaba otra cosa de su banda, pero a mí no me interesa qué entiende él de The Who, sino lo que yo entiendo, lo que me inspiró y me llevó a sentir. Entiendo que muchas veces hay que etiquetar para poder vender la música, para hacer una nota, o incluso la gente necesita las etiquetas para ir un show. A mucha gente le molesta la duda, pero yo estoy contento con insertar esa duda, me parece súper sano porque, para mi concepción, es lo que el rock tiene que hacer: insertar una duda, desconcertar. No hablo de ser John Cage, pero sí movilizar. Y se moviliza a partir de las crisis, de las cuestiones inesperadas, innovadoras.

- ¿Hay posibilidades de innovar dentro del amplio espectro del rock?

- Creo que hay posibilidades de relecturas. No sé si se puede innovar. Hendrix, por ejemplo, llegó y tocó la guitarra como nadie la había tocado antes, inventó algo completamente nuevo. Hoy no se puede innovar, sino ofrecer una nueva lectura, refrescar las fórmulas. El rock, desde el punto de vista académico, es una música bastante vulgar, pero sin embargo seguimos haciendo canciones, con los mismos acordes. No se avanzó mucho y, en un punto, en las expresiones artísticas tampoco hace falta avanzar, si ya estaba bien... Innovar por innovar es una pavada. Para mí pasa por hacer algo que te haga sentir bien y lo puedas compartir. El músico tiene que compartir lo que hace, para que haya un aporte, sino no se completa la obra.

- En estos discos hay elementos que pueden ser pensados como una parodia de algunas cuestiones propias de los 80 y parte de los 90. ¿Tiene que ver con ese lugar en el que se posiciona la banda, que genera la libre interpretación del que escucha?

- Sí, cada uno lo va a interpretar como quiera. Nos tomamos el humor muy seriamente. El humor es una fuerza que hace que nuestras vidas sucedan y que haya una comunicación. La fuerza que tiene la música, la palabra cantada y el humor para mí son tres fuerzas inexplicables. En la banda eso nos atraviesa permanentemente. Lo que pasa es que es una línea directa entre hacer chistes sobre lo que uno hace o tomárselo para la joda. Yo no me tomo para la joda mi música, es lo más importante de mi vida. Pero, al mismo tiempo, trato todo el tiempo de bajar a tierra y desmitificar esa cuestión del artista, la estrella de rock y todas esas pavadas. Y alguno puede pensar que soy un ególatra porque hice una remera con mi nombre, que lo piense, no me conoce. Para mí el germen de lo que el rock debería ser hoy, tiene que ver con insertar dentro de paquetes accesibles ideas que supuestamente no lo serían tanto. Muchas veces se malinterpreta la innovación, que fue una reacción a algo que sucedía antes. Entonces qué hacemos, ¿la copiamos o nos imbuimos de ese espíritu para hacer otra cosa que vuelva a romper? Por ahí estos dos discos de Los Sucesores, que en su nombre contienen las palabras funk y rock, tienen que ver con ese espíritu: esta es la lectura que nosotros hicimos de la historia de esta música. - Pagina 12 - Rosario 12