The Old Red Wines

Der alte Rotwein wurde in Mexiko City 2007 angebaut. Er kombiniert Blues mit Sub-Genres in ihrer Psychedelia.
“Piel Reptil” beginnt mit dem “Intro”, um zu “200 Millas” überzugehen. Mit “Jamming” beginnt eine fermentierte Reise, psychedelisch und hypnotisierend, wie in einem mexikanischen Trance Ritual.
Die zwei nächsten Tracks besitzen den Klang von Bands wie Radio Moscow Cosmic Wheels, Datura oder Libido Fuzz, voller Arrangements und Harmonien. “Sioux”, ein fragmentiertes Stück Literatur, ein Brief, der eine Reise zu den Sternen simuliert, ab in die Galaxie mit dem Gitarren-Raumschiff. “Grand Sitara” und “Danza Burka” beinhalten orientalische Klänge, klar wenn das Zauberwort “Sitara” dabei ist.
Das Album endet mit explosivem Gitarren-Sound voller kosmischen Momente und einem Song der aus einem Italo-Western sein könnte. Ein sehr gelungenes Album aus Mexiko, von hoch talentierten Musikern eingespielt. Ein Land, das eher mit Drogenkriegen zu tun hat. Aber bei solch guter Musik übersieht man das alles, Gottseidank. -

The Old Red Wines se formó en México por el 2007, pasando por varias formaciones y composiciones decidieron crear lo ya hecho, algo ácido y poético. Ellos son netos practicantes del buen blues y combinan muchos sub-géneros dentro de ellos la psicodelia, lo ácido y el hard rock.
Son una unión de varios componentes, Pablo Martinez en la voz y guitarra rítmica, Augusto del Angel en la guitarra líder, Aldo Mancilla en el bajo y German Gonzales en la percusión y coros.

“Piel Reptil” cuyo nombre tiene el álbum, empieza con el intro ácido y escondido, para dar pase a “200 Millas”, la primera vez que escuche esta canción fue gracias a un amigo que me dijo que le diera una pasada, me lo dijo con el mensaje de los Radio Moscow de México, yo entre en carcajadas, le dije que lo escucharía, y me callo la boca al momento de darle al play, desde la primera escucha quede impactado por la grandeza de la canción y el tono blusero que lleva puesto. “Jamming” es un viaje fermentado, es como consumir LSD, una experiencia única, que te lleva a los lugares más coloridos del rock, la acidez propia de la “rola” hace que sea aún más psicodélica e hipnotizadora. “Horizonte” es todo lo que alguien busca en una canción, crudeza, pesadez, psicodelia y un gran tono de blues dentro de ella. Mientras el riff pasa, un solo detrás de ella avanza poco a poco hasta entrar y violar tu cabeza, llegar hasta lo más profundo de tu cerebro y remecerlo a tal punto de entrar en un trance como si fuera un ritual africano.

“Piel Reptil” y “Gospel” son dos de las piezas más cercanas a ese sonido de grandes bandas como Radio Moscow, Cosmic Wheels, Datura o Libido Fuzz entre otros, llena de arreglos y armonías propias del buen blues, más el agregado de lo espacial y esos sonidos que te adentran en otro mundo. “Sioux”, es una pieza de literatura muy fragmentada, una letra que simula un viaje a las estrellas, un sonido que reproduce una travesía a la galaxia y una guitarra que aparenta un viaje cósmico. “Grand Sitara” y “Danza Burka” tienen un sonido más oriental, claro si lees su nombre te das cuenta que dice esa palabra mágica “Sitara”, instrumento de cuerdas que maneja un sonido espiritual, como la misma letra y resonancia que transmiten estos mexicanos que sin duda se han marcado un gran álbum y que de seguro tendrá muchas secuelas.

Esta bella pieza de arte acaba con “HeShatan”, es la canción cierre y por lo tanto la mas explosiva con un bajo de tono preciso y una batería que dentro de todo el álbum se ha marcado muy bien, más las guitarras que exploran un sonido cósmico lleno de momentos de puro viaje, dejan una experiencia causada por esa necesidad que tienen de transmitir todo lo ácido dentro de ellos, una simulación al LSD que nos dejó muchas secuelas dentro de la música y que sin duda es una influencia que varias bandas se manejan. -

Titulado Piel Reptil, la banda capitalina que no hace mucho formara parte de un conteo de proyectos en los que recopilábamos a varios de los nombres de índole psicodélica en nuestro país (click aquí), hoy nos presenta un trabajo de varios meses resumido en 10-tracks más un intro & outro.
The Old Red Wines, realmente busca imponerse dentro de uno de los géneros con menos atención en México, pero que desde hace muchos años, está generando proyectos de muchísima calidad que pretenden más los escenarios internacionales, que los foros mexicanos.

La apuesta no es en vano, hace 2 años el género garage no existía en el mapa nacional, los únicos haciendo algo a grandes rasgos eran Los Explosivos con giras de meses enteros por Europa, y eso no pareció ser suficiente para que en la escena actual, les diéramos el reconocimiento que verdaderamente merecen. De un día a otro Los Blenders, Las Pipas de la Paz, O Tortuga, Casino Yonky y Sandy, se convirtieron en los nombres más sonados junto a otras propuestas como Baby Nelson y los sí ya veteranos Los Mustang 66, Viv and The Sect entre otros más. En resumen, así como hace dos años NADIE pensaba que el garage/rock en México fuera a tener un auge tan poderoso, así podría el rock psicodélica repuntar nuevamente y no nos queda duda que The Old Red Wines junto a The Risin’ Sun, lideren dicho movimiento.

Les recomendamos mucho sumergirse en este nuevo material. En lo personal no alcanzo a discernir si lanzar de primera instancia trabajos tan largos sea bueno o malo; muchos de los nombres actualmente haciéndola en el escenario internacional, prefieren EPs y splits muy sencillos que les bastan para llamar la atención, sin embargo en la escena mexicana si de algo podemos presumir, es del trabajo duro que sus proyectos realizan y este –con 12 números a su cuenta– es gran prueba de ello.

Lo más interesante de este trabajo es la manera en que cada track parece relacionarse entre sí; nada ha quedado al aire y realmente la banda pudo capturar la esencia de todo el disco completo al abrir un intro que nos prepara para el viaje de “200 Millas”, mismo que arranca en un camino sobre el cual “Jamming”, “Horizonte” y “Piel Reptil” dan seguimiento. Una vez llegando al track no.5, pareciera ser que esta entrega –cual si fuéramos manejando en carretera– cambia de matices y colores con “Gospel”, canción que presume las amplias influencias y corrientes sonoras que alimentan a esta banda conformada por Paolo, Tito, Germán y Aldo.

Este es un álbum para escuchar de corrido y completo. Sin pausas ni interrupciones, así que por acá se los dejamos y los invitamos a seguir checando más de ellos en un futuro. -