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Zopilot: una muy grata sorpresa
Arturo Pardo
apardo@vueltaenu.co.cr
El nombre de este grupo es fácil de recordar. ¿A quién más se le habría ocurrido bautizar Zopilot a una banda? A ellos sí les pareció buena idea.
Su apelativo ha venido haciéndose fama en la escena nacional en cuestión de pocos meses, teniendo aún fresco su paso sobre relevantes tarimas como El Observatorio, Jazz Café, Jam House of Music y el céntrico CENAC.
Pegajosos riffs roqueros, piezas bien estructuradas, así como pulidos arreglos de las dos guitarras y el bajo, se completan con variados ritmos que cambian sin previo aviso desde la batería. ¿Y la voz? Pues no tienen, y están tranquilos de que sea así.
Hasta sus compas les insistieron en algún momento que metieran un cantante, pero estos jóvenes han sido tercos en defender su propuesta.
Su meta no es pegar en la radio ni hacerse pasar por rockstar. Zopilot está armado para divertirse con los instrumentos y en muy poco tiempo se han ganado los aplausos y buenos comentarios del público.
Esta agrupación germinó en el colegio La Salle cuando a los primos Franco Valenciano (batería) y David Bolaños (guitarra) se les metió entre ceja y ceja la idea de juntar un proyecto. Rápido incluyeron a Marco Alfaro (guitarrista) y Andrés Araya (bajista), quienes eran buenos amigos desde chamacos y compartían sus gustos musicales.
El repertorio primero estaba lleno de covers, así obtuvieron el segundo puesto de un festival colegial. No satisfechos, empezaron a componer para ganar más méritos el año siguiente. La segunda oportunidad fue la vencida y entonces sí salieron con el primer lugar.
Para muchas bandas de colegio la biografía hubiera terminado aquí, pero para fortuna de Zopilot la historia continuó a muy buen ritmo.
La crisis de los 18 les ha sentado bien
Apenas en diciembre pasado los miembros de la banda hicieron sus exámenes de bachillerato; así es, sus uniformes de colegio ahora cuelgan del closet y ellos pasaron a la U.
Antes de que finalizara el 2008, el cuarteto ya tenía nuevos escenarios para dar a conocer su música, y fue así como el bar Voltio, en San Francisco de Dos Ríos, se convirtió en su primera tarima fuera de La Salle.
Con algunos contactos y referencias de compas, rápido Zopilot empezó a cotizarse como telonero o invitado. Su corta edad, eso sí, se convirtió en obstáculo.
“Una vez me frenaron en la entrada de un bar para pedirme la cédula, pero el mae que aparecía en mi cédula no era muy parecido a mí”, cuenta Marco, de 17 años. “Ese día ya hasta habíamos hecho la prueba de sonido y teníamos todo montado, pero como no pude ingresar al bar nos quedamos sin tocar”, agregó.
Aquella anécdota es solo una de las que estos jóvenes han ganado por sus escasos años y sus cédulas aún rechinantes, pero por otra parte su juventud les ha hecho merecer mucha atención y muy buenos comentarios. Marco y Franco tienen 17, mientras que David y Andrés son los mayores del grupo, con 18.
“Nos gustaría quedarnos de 18 años, después vamos a pasar a ser solo un grupo más”, dice en broma Franco, el baterista. Su afirmación, sin embargo, poco tiene de posible, pues Zopilot no se ha ganado los elogios solo por su edad, sino por la destreza de sus miembros.
“No vinimos a ser rockstars”
Ellos saben que en las radios comerciales no son bienvenidas las piezas interminables y que, para colmo, sean instrumentales. Su propuesta, no obstante, es antirradial. El promedio de duración por pieza es de cinco o seis minutos y se caracteriza por tener súbitos cambios de ritmos y variados ambientes en una sola composición.
Las influencias musicales que más los han marcado incluyen a Minus the Bear, Led Zeppelin, Radiohead y My Morning Jacket; pero en escena su show es un rejuntado de los sonidos que han tomado de todas partes.
Tras la pregunta de cómo definirían lo que tocan, los integrantes se volvieron a ver y trataron de meter en cajones su música, pero no lo lograron. De pronto alguien dijo “rock sorpresivo” y a los otros les gustó, es más, les encantó.
Para los que esta categoría no quiera decir nada, entonces pueden decir que lo que tocan es rock alternativo, pero instrumental, experimental y lleno de diversión. Este factor es evidente en los títulos de algunas de sus piezas: Ensalada Mix, Crapuccino, Fernan’s old man y Naranja!
Otro de sus temas es Chicken’s Dust, pues la pieza era la más corta del grupo hasta hace poco y se ganó ese título por ser aún más breve que un polvo de gallo.
Un total de 13 temas originales completarán el repertorio que Zopilot interpretará en su próximo show, este viernes 21, en el concierto de Rock en el Farolito (REEF). La música del cuarteto sonará en el Centro Cultural de España, puntual desde las 8 p. m.
La serie mensual de REEF es organizada en conjunto por el Farolito y por la productora DMP. En el lugar de la actividad se prohíbe el consumo de licor.
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Discography
zoo-pilot EP (2009)
Z Side EP (2010)
Photos
Bio
Zopilot - Rock Sorpresivo
San José, Costa Rica.
BIO
Zopilot started off in 2007 as any other high school band: a group of teenagers eager to make their own music. It all began with cousins Franco Valenciano (drums) and David Bolaños (guitar) playing jams together every other Friday after school. As the jams started shaping into the first Zopilot songs, they sought for other musicians to complete the band. That’s when they called life long friends Marco Alfaro (guitar) and Andres Araya (bass) to play with them and see if it worked. The strong bond they all had made it all flow perfectly and the new members fitted just right in the band.
At the early age of seventeen the members of Zopilot had been able to create a significant amount of original songs with a wide variety of influences from the classic rock like Led Zeppelin to much newer indie/alternative bands like Minus the Bear.
In 2008 they had their first concert at a small bar in San José. After playing all their songs the audience’s response was very positive and enthusiastic. This encouraged the young musicians to keep playing and make more songs. They encountered some trouble at finding places to play due to their age, but with a lot of hard work they managed to play at the most important venues in San José like Jam House of Music and the Jazz Café.
Zopilot’s music is often described as alternative rock, indie, or even experimental, but the members of the band prefer to call it “surprise rock” due to the sudden changes on every song. Their songs are often guitar riff based with the use of double handed tapings on some parts. It’s hard to tell which of the two guitars is carrying the lead because their sounds often mix creating a distinctive kind of sound. The bass is sometimes riff based too with a clear influence of modern alternative bands like Kings of Leon and Incubus. The drums are very dynamic setting the mood changes along the song and filling the melodies with complex brakes.
Even though the band has a low budget they do what is in their hands to make the shows worth paying with the use of different kinds of lights and heavy energy displays on stage.
They started growing in the Costa Rican rock scene and began to be praised for their unique style that includes unexpected rhythm changes, soothing melodies and a lot of energy. The still young band quickly became very popular and started playing regularly in the metropolitan area.
In early 2009 Zopilot recorded a demo at a local studio which opened the doors to radio airplay. Soon the band’s legion of fans grew a lot more and the shows became really well attended all the time.
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