Zópilot!

La concepción instrumentalista de la banda costarricense Zòpilot se cierra en una trilogía que concluían hace unos meses con “Lot!”, la tercera parte de lo que comenzó con “Zo” (2010) y continuó en “Pi” (2012). Un EP en el que Andrés Araya (bajo), David Bolaños (guitarra), Marco Alfaro (guitarra) y Franco Valenciano (batería) exploran los extremos de un rock instrumental y progresivo que se aleja en gran medida de los grandes referentes de esta vertiente musical. No solo ha sido uno de los trabajos que más estrellas han conseguido en las incipientes listas de lo mejor de 2013 al otro lado del Atlántico, sino que además en él han conseguido limpiar las ramas que quedaban más distantes en sus anteriores EPs. A la producción la propia banda acompañada, esta vez, de Federico Hencker, y como resultado, un trabajo de complejidad compositiva entregado a ese deja vú que lo progresivo siempre deja tras de sí.


Zòpilot quiso dejar a un lado las etiquetas ya existentes y, no solo no se conformaron con agitar la escena independiente de Costa Rica, sino que además crearon su propia etiqueta para aquello en lo que estaban envueltos. Un “rock sorpresivo” que no hace más que aferrarse al legado setentero de los grandes conceptualismos sonoros del rock pero llevándolos a los extremos de las distorsiones y los diálogos de sintetizadores que consiguen entablar sobre el escenario. Si el 2011 ya os presentábamos este interesante proyecto (podéis recordarlo aquí), tras “Pi”, la formación pone punto y final a esta trilogía musical en la que encabalgan sonidos experimentales a emociones electrificadas.


5 cortes que confieren ese aire de madurez adquirido a base de sus anteriores trabajos. Más centrados en cómo quieren sonar y abiertos al aprendizaje contínuo que tanto ellos como las bandas a las que se acercan les han dejado. Es así como en esta ocasión aparece un tema como “Mathemasician” en el que aparecen voces ambientales, o la propia voz de Franco (batería) en “Zoo BBQ”. Dos de los temas que más nos seducen de este EP en cuanto al grado de intensidad que consiguen en algunos de sus pasajes. Junto a ellos, “Naranja”, el corte que abre el trabajo, y en el que la potencia del bajo y la base rítmica de la batería van tramando la consistencia del mismo. Un corte que fueron descomponiendo para volver a componer desde que le dieran vida en sus primeros pasos musicales y que ahora cobra la fuerza que quizás pedía. “Delorean” y “Ris par” terminan de componer este lienzo de colores mezclados y sin combinación posible.

Además, Zòpilot! editó el pasado mes de julio un single, “No te metas las manos en los bolsillos”, una versión de un tema de la formación barcelonesa Boreals en la que dejan de lado el toque más ambient que Miquel Serra, Víctor y Xavier Paradis le daban a este tema de su álbum “Antípodas”. Una especie de intercambio transatlántico-musical que formaba parte del proyecto Nuestra Propia Versión y en el que los catalanes también la emprendieron con “Platypuss”, perteneciente al EP “Pi” de los costarricenses.

Rock progresivo, sorpresivo o como queramos llamarlo, que nos abre las orejas a lo que también se está haciendo a nivel sonoro en otras latitudes. Un EP que os invitamos a descubrir y que os emplazamos a ubicar tras “Zò” y “Pi” y de este modo poder hacer el mismo viaje sensorial que la propia formación ha realizado desde que comenzara con sus primeras composiciones cuando todavía eran alumnos de colegio. “Delorean” es el segundo corte de este “Lot!” y así lo plasmaron Adriana Rodríguez y Tomás Cortés-Rosselot.

Tracklist “Lot!”:
01. Naranja
02. Delorean
03. Ris Par
04. Mathemascian
05. Zoo Bbq - Alquimia Sonora

The Costa Rican four-piece of Zopilot! are tricky sound makers who make you forget that they are even instrumental. It’s almost as if the vocals are really there. Though difficult to realize, their undulating melodies are woven together like something otherworldly, but brought back down to earth.

PI is not particularly outlandish or audacious, nor a tour de force, but there is something more that meets the eye. PI is extremely subtle that has something intuitive vibrating within, like an infinitesimal fragment of a prediction that will lead to supplant resolution to recoup for the missing pages of alternative counterculture acquisition.

It’s not that I’ve never heard psychedelic garage rock minus the revival, punk rock minus the simplicity and aggression, Dinosaur Jr. and Sonic Youth minus the ’90s, or even music so serene and beautiful in the most upbeat rockin’ way — and it is. More importantly is the fact that as awareness spreads subconsciously, pointing in future directions, every step along the way is vital to molding the new direction, no matter how obscure.

There’s even a tinge of ’80s post punk gothness to them, especially in the beginning of their tracks, that can make you think TSOL got back together and released a new album with Siouxsie Sioux, that is until it turns into modern indie rock.

Zopilot! makes you believe that one day, the future of rock means goth and psychedelia, and indie and alt rock/grunge, and post punk and so on and so forth. It’s as if it will all come together to be one rock genre, and it’s already happening.

They may appear backwards in demarcation, but Zopilot! are forward thinkers with unerring magic in subtle intention who are putting out the energy into the music world to consign for iconoclasts to come. - Remezcla (USA)

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No existen palabras que logren describir el lenguaje de la música. Podemos leerla en gráficos dentro de un pentagrama, pero eso solo los músicos estudiados lograrán entender. Esa no es la intención de la música, es algo más universal. La música es para sentirla. Sentimientos que no tienen valor, que no tienen precio. Escuchar música es una experiencia, un evento de vida que bien se puede repetir todos los días escuchando una misma canción, pero no importa cuántas veces escuche esa canción, siempre la voy a disfrutar porque me genera “algo”, un sentimiento. La divinidad de lo intangible. Esas “cosas” que sentimos que son inexplicables, que no entendemos cómo llegaron ahí y que tienen un poder de control sobre nosotros. No tenemos el control. No podemos agarrar una nota que viaja a través del aire, y por dicha sino alguien intentaría apoderarse de esa nota, ponerle un precio y hacerla inaccesible a los que no gozan de dinero. Talvez no tengas plata, pero tienes oídos que no cobran derecho a los sonidos que entran en ellos. Tenemos libertad de apreciar y disfrutar la música porque es colectiva, todos nosotros tenemos la disponibilidad y accesibilidad a sentir. No importa si eres ciego, mudo o inclusive sordo, siempre vamos a lograr sentir la música, ya sea viendo a una persona bailar o oliendo el sudor del público dentro de un moshpit. Envidio a los cenestésicos, ellos logran sentir las intenciones de la música en su totalidad, en su esencia más pura y humilde. Los sonidos que ellos escuchan tienen un poder sobre todos sus sentidos. Control melódico. Debe ser hermoso.
Zòpilot para mi ya dejó de ser una banda. Ahora lo comprendo como un sentimiento. Un sentimiento de hermandad que Andrés, David, Franco y Marco vienen construyendo desde el colegio. Un sentimiento de amor que ellos no sueltan y que por algo siguen juntos haciendo lo que más les gusta. Un sentimiento de dedicación que se ve reflejado en sus composiciones y en los detalles de sus canciones. Un sentimiento de madurez que se ve expresado en sus presentaciones en vivo donde la comunicación visual entre ellos ya no es necesaria. Ellos se sienten unos a los otros para generar este sentimiento único, propio e unísono. Que va a ser un sentimiento que ninguno de nosotros va a lograr entender porque es propio de ellos. Nosotros no sentimos lo que ellos cuatro, juntos, sienten cuando se suben a una tarima. Podemos escuchar su música, bailar su música, apreciarla y compartirla, y eso va a hacer que ese sentimiento crezca entre ellos. Esas sensaciones que nosotros los espectadores sentimos van a ser canalizadas hacia ellos y los va a ayudar a crecer, a alimentarse del cariño de los demás. Solo eso va a impedir que dejen de darnos lo que nos gusta de ellos. Es tanto de ellos como de nosotros, es retroalimentativo. Zòpilot es el nombre de un sentimiento materializado entre cuatro amigos, un sentimiento que quieren compartir con nosotros para que también lo disfrutemos.
Démole comida y calor a esta bestia alada para que vuele y no muera.

El pasado sábado nos invitaron al emblemático edificio Steinvorth para ser parte de una fiesta, un concierto, una exposición de arte, un show, un evento de vida: la presentación de la última parte de su trilogía discográfica, LOT!. Todo influenció en lo que fue la vivencia del suceso, tanto los detalles arquitectónicos a lo art nouveau del edificio que cautivan nuestra mirada y nos hace sentir cómodos dentro de ese espacio, como las enormes telas que iban de piso a techo donde se veían proyectadas las sombras de nuestros músicos, como la instalación de globos en el cielo, los juegos de luces, quienes fueron, amigos y desconocidos, y la actitud que llevaron consigo. Y por supuesto, insaciables horas de planeamiento. Había mucha energía contenida en un espacio muy especial gracias a la ayuda del maestro de obras Diego Navarro, el sonidista Popeye Noguera, el propietario Julián Mora y el equipo de trabajo tras bambalinas. En palabras de los mismos zopilotes: “Sin duda anoche fue el mejor concierto de nuestra historia.”
Una historia que todavía tiene mucho por contar.

Fue un concierto maratónico de 2 horas muy bien ejecutado con diferentes picos de intensidad. Ellos nos generaban ambientes a través de su música, ambientes proyectados en quienes bailaban o quienes estaban en estado hipnótico. Era energía en constante cambio. Ya fueran canciones rápidas y pesadas o lentas y suaves, siempre el descontrol físico de nuestros movimientos estaba presente. Miraba al público y todos sentían lo mismo, y lo sabía porque lo veía en sus - Dance to the Radio Blog (Costa Rica)

Se llama PI y es el segundo EP de tres discos cortos que, en conjunto, completan la trilogía ZO - PI - LOT .

El material llegó a la plataforma Bandcamp el pasado 29 de octubre y desde entonces está disponible para descargarlo. El sitio virtual permite que los melómanos de corazón caritativo le coloquen un valor monetario al material, para concretar su compra en línea.

Quien baje el disco, tendrá a su disposición cinco piezas de diferentes épocas. Por ejemplo, The Eye y A Flock of Spearrows son de reciente data, mientras que Chicken’s Dust y Venus entraron al repertorio desde los primeros días de la banda, allá por el 2008.

En resumen, este nuevo trabajo es una muestra del rock alternativo instrumental del cuarteto, aunque su propuesta también ha sido descrita antes –de forma particular– como “rock sorpresivo”.

La alineación no ha sufrido variantes desde su nacimiento, por lo que los cuatro músicos de Zòpilot! han sabido sacar músculo desde sus respectivas trincheras: Andrés Araya en el bajo, Franco Valenciano en la batería, y David Bolaños y Marco Alfaro en las guitarras.

Para este disco corto, Ronald Bustamante y Daniel Ortuño se encargaron de la grabación y la mezcla, mientras que el británico Russell Cottie masterizó el EP.

“El proceso de mezcla duró como un año entero; fue algo largo, pero a veces se dura un montón llegando al punto que uno quiere lograr”, asegura Valenciano.

El baterista agrega: “esta vez entramos al estudio estando más conscientes de lo que queríamos, pues cuando grabamos el primer EP teníamos 17 y 18 años y solo entramos a arrearle ”.

Antes y después. La primera parte de esta trilogía salió en octubre del 2010, bajo el título ZO . Aquel material se grabó en el estudio Conquista Records .

LOT , la tercera y última pieza de este rompecabezas, saldrá a inicios del 2013 pues ya la grabación está completa y la mezcla está en una fase adelantada. Ese disco lo grabó Federico Henker en Greenroad Recording Studios .

“Queríamos sacar tres productos con tres sonidos diferentes, aunque todos vienen de una sola idea. Nuestra intención siempre ha sido la misma: tocar rock n' roll. En el camino queríamos recurrir a diferente gente de quienes pudiéramos aprender cosas nuevas”, explica Franco, para justificar la rotación de estudios. - La Nación (Costa Rica)

Quizas lo instrumental no esta; de moda. Tal vez toda formacion musical necesite de una cabeza visible y carismatica que pueda centrar las miradas en los conciertos. Probablemente un concierto en el que no haya letras que corear no sea un verdadero concierto... Amiguitos alquimistas: olvidad estas ideas preconcebidas porque si; que hay vida mas alla; de vocalistas, de la psicodelia de los anos, de la musica electronica-chill-y etc... Y, por que; no decirlo, sobreviviendo a los interminables solos de Iron Butterfly.

Si bien es cierto que no hay un mercado o un circuito que pueda potenciar esta vertiente musical consolidado, si; que aparecen grupos que deciden dejar a un lado los convencionalismos de la industria y volar hacia donde desean: a la libertad estilistica que los instrumentos les ofrecen sin restricciones modales. Y es en este ambito donde aparecen Zopilot!.

Marco Alfaro (guitarra), Andres -Alpaca- Araya (bajo), David Bolanos (guitarra) y Franco Valenciano (bateria) son los jovenes (jovencisimos) miembros de este grupo originario de Costa Rica (como Las Robertas, grupo al que pudimos ver en concierto recientemente por nuestras tierras) y que tienen como carta de presentacion un EP autoeditado hace solo unos meses, -Zo- (que podeis descargaros desde su pagina en Bandcamp). Pero, donde englobar un trabajo tan contundente y concreto como este? Un post-rock en el que se acentua el rock clasico y se destila mas aun la parte electronica y en el que escuchamos influencias de Radiohead, Interpol, Sonic Youth,...

Y si la idea de crear instrumentalmente ya nos evoca un espacio de trabajo conceptual y minimalista, la idea que Zopilot! pretende poner en marcha no anda demasiado lejos de ese pretexto musical: crear un disco en tres partes. Confeccionar un LP final formado a base de 3 EP previos, el primero de los cuales es este -Zo- que os estamos presentando. Una idea que podria asemejarse a ese es-pec-ta-cu-lar trabajo de los catalanes Standstill con los 3 discos del /Adelante Bonaparte/.

-Zo- se presenta con 4 temas intensos en los que no se pierde en ningun momento la potencia de sus instrumentos. Porque Zopilot! suenan a maduros, a experimentados, a no tener mas o menos 20 años. Suenan a las arrugas de las bandas clasicas y a la experiencia contada de los musicos consagrados pero desde un punto de vista fresco, algo que desde el primer track del EP podemos descubrir. Una -Ensalada Mix- que nos recuerda irremediablemente a los Delorean mas separados de la electronica y que nos introduce en lo que sera todo el trabajo, una -ensalada- de estilos y cadencias.

En todas las canciones se potencia la presencia del bajo, que no solo apoya a la percusion, sino que se cobra relevancia de principio a fin. No en vano Zopilot! trabaja al estilo clasico del rock: guitarras, bajo y bateria. Nada de teclados, de ritmos electronicos o de otros adornos modales. -Fox & Oxes- es un ejemplo.

Los dos ultimos temas son los mas largos (mas de 6 minutos) y los que son capaces de atrapar y de transportar a quien los escucha de un lado a otro de la cancion. Cambios de ritmo varios como en -Junkie Monkey- o un final casi apoteosico del trabajo que cierra el disco, -Le Cheetah-, y que a medida que escuchamos consigue que acabemos siguiendo el ritmo de los platillos con la cabeza.

Ademas de este EP, Zopilot! edito; el pasado mes de abril demo, -Mathemasician-, con un sonido mas industrial, mas garage y distorsionado (quizas en exceso) y mas cercano a los inicios de la electronica con un final en el que aparecen unas voces muy del estilo de las que aparecen en los trabajos de los Chemical Brothers. Dos trabajos, tanto el EP como esta demo que no solo parten con una produccion impecable, sino con la demostracion palpable de que 4 buenos musicos no necesitan vocalista alguno para transmitir emocion. - Alquimia Sonora (Spain)